¿Se ha terminado la crisis del euro tras el éxito del segundo rescate a Grecia?

Hace unos cuanto días los ministros de Finanzas de la Eurozona aprobaron formalmente el segundo paquete de medidas de rescate para Grecia. Dieron el visto bueno a la operación tras acreditar que un porcentaje mayoritario de los acreedores del país heleno habían aceptado una quita sobre la deuda existente. También el Fondo Monetario Internacional ratificó su contribución al rescate.

Sin embargo, más allá del éxito momentáneo de dichas medidas, numerosos expertos consideran que los políticos europeos no han hecho otra cosa que comprar tiempo y que, más pronto que tarde, se desencadenarán nuevos episodios de crisis en Europa, en el euro y en los mercados de deuda.

Muchos analistas dudan que la economía griega pueda, de verdad, sobrevivir con un ratio entre su deuda pública y su PIB que, en el mejor de los casos, podría rondar el 118% en el año 2020. El ritmo al que se está contrayendo el PIB del país heleno en los últimos años resulta alarmante y dificulta hacer previsiones optimistas. Además, no se ha definido todavía una estrategia coherente para conseguir que Grecia pueda convertirse en una economía competitiva dentro de la zona Euro. Y parece que los problemas se están postponiendo más que arreglando.

En los próximos meses Grecia deberá hacer públicas nuevas cifras de déficit y, al poco tiempo, se empezará a plantear la necesidad de nuevas ayudas o paquetes de rescate. Por si fuera poco, el 22 de abril se celebrarán elecciones generales en Grecia, y todo apunta a que ganará una mayoría de izquierdas, contraria a las medidas de austeridad que se tratan de imponer desde la Unión Europea. Hay, incluso, quien augura que Grecia terminará saliendo del euro tras dichos comicios, aunque ello resulte poco probable.

Mientras tanto, otros gobiernos europeos como Italia o España se afanan en dejar claro que la situación griega no tiene similitud alguna con las suyas y parecen aprovechar estos meses de relajación en los mercados para avanzar en las medidas de austeridad presupuestaria.

Pero no basta sólo con recortar el gasto público y la deuda pública. Es preciso, además, estimular el crecimiento económico de manera sostenida en el tiempo. Y hacer ambas cosas de manera simultánea –recortar el déficit y, a la vez, estimular el crecimiento- no parece nada fácil. Entre otras razones, porque los elevados déficits existentes dificultan la puesta en marcha de políticas de estímulo fiscal. Y porque la política monetaria, con tipos de interés ya bastante reducidos, tampoco ofrece soluciones mágicas. Y menos aún después de que tanto el Presidente del Bundesbank como el ministro alemán de Finanzas (Sr. Schaüble) se hayan opuesto hace pocos días a que el BCE realice nuevas subastas de préstamos a tres años al 1% (LTROs) como las que realizó, en diciembre de 2011 y en febrero de 2012, a los bancos europeos con el fin de garantizar la liquidez de sistema.

Resulta sintomático el hecho de que casi todo ese dinero, prestado por el BCE a los bancos comerciales al 1%, haya sido depositado por éstos en el propio BCE a cambio de un 0.25% de interés. Es decir, parece que los bancos prefieren perder dinero (un 0.75%) antes que trasladarlo al sistema productivo e incentivar, así, el crecimiento de la economía. Una situación inquietante de lo que está por venir.

De hecho, el propio Presidente del BCE, Sr. Draghi, manifestó hace pocos días que en los próximos meses se intensificarán las tensiones en los mercados de deuda y que eso repercutirá negativamente en la economía real de los países europeos. No parecen buenos augurios para el euro, aunque tampoco estemos ante la situación terminal -de “ruptura de la moneda única”- que algunos analistas e inversores vaticinaban a finales del verano pasado.

8 comentarios
  1. Jesús Casas
    Jesús Casas Dice:

    La idea que expresa el autor sobre la “compra de tiempo” es muy acertada. Como el rabino que salvó a su congregación por un año prometiendo que enseñaría a hablar a los perros, al ser recriminado por los miembros de su sinagoga, sobre que los perros no podrían hablar dijo: dentro de un año veremos lo que ha pasado. Pero bajo la crisis del Euro como divisa (y su valor no es tan bajo) subyace una crisis peor económica y sobre esta una crisis sociológica (moral, si se atribuye a la palabra el valor terminológico latino “mores maiorum”) no sólo europea, pero también europea, de la Europa que nace de las dos Grandes Guerras del siglo XX. De Irlanda ya nadie habla, así que deben haberse reorganizado, Portugal, España, Italia y Grecia, es decir, las grandes culturas mediterráneas de la Unión están como están. Nuestro país se enfrenta a un momento crítico y hacen falta ya unos nuevos “Pactos de la Moncloa”, me atrevo a decir que de “La Zarzuela” porque tendrían que haberse alcanzado en 2008 y ahora no estaríamos así. ¿Tiene España que apelar al Fondo Europeo de Rescate o esperar a que algo estalle? Creo que los depósitos en el BCE son de 870 mil millones de Euros, más la deuda pública adquirida por bancos, hacen que no se me quite de la cabeza la visión de Europa desde 2008: un malabarista del circo con muchos platos girando sobre varas a punto de caerse. Si se cae uno, acabarán todos por el suelo. Aunque tal vez, como el rabino, si pasa algo bueno en este tiempo y la economía mundial mejora, o vienen más malabaristas a girar platos, se evite el desastre. Pero no parece muy claro, como dice Juan José. En ese caso, las ovejas acabaremos en un corralito. Visto con ojos de historiador y no de economista, esto aparenta fin de ciclo, pero de un ciclo de siglos, como dice Gomá. Uno puede contener a los Germanos aliándose con los Hunos, pero al final los Hunos acaban llegando, aunque, como Flavio Constancio, ganemos diez años.

  2. Rataplán
    Rataplán Dice:

    De Irlanda nadie habla porque el lobby irlandés americano no deja que se hable. Aquí los PIGS son los que no hablan inglés.

  3. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Es difícil que esto se pueda escuchar desde nobles tribunas ubicadas en el paradigma pero el sistema está quebrado y lo que se está haciendo en este momento es tratar de que pase el tiempo.  Sin paliativos ni discusión posible. A ello ayuda la enorme complejidad de llevar a cabo un cambio ordenado de paradigma .
     
    No hablo ni del sistema financiero (que está efectivamente quebrado tras décadas de legislación destinada a crear dinero ficticio debilitando la capitalización bancaria hasta niveles irrisorios como el 2% de Basilea II) ni del sistema económico que hoy se nutre de importaciones masivas por deslocalización de la industria. El poco empleo que queda se basa en crear servicios pagando con deudas.
     
    Lo que está quebrado es el sistema político en sus ilimitados poderes y en su concentración de poder: Es imposible analizar lo sucedido y seguir prestando una mínima confianza en él. El análisis lleva a la fractura de su legitimidad por evidente incapacidad para su misión respecto de los ciudadanos: Permitir la creación y protección de la prosperidad personal de cada miembro de la ciudadanía.
     
     
     
    En primer lugar ha legislado deliberadamente lo que tenemos entre manos.
    Lo ha hecho por interés cortoplacista de las propias organizaciones partidistas, a costa de la prosperidad real de los ciudadanos y llevando la fiscalidad a niveles propios del esclavismo si se mira el porcentaje del tiempo que un ciudadano tiene que trabajar para el estado.
     
    Por este motivo vemos que las alternativas parlamentarias terminan ejecutando estrategias muy parecidas que, como vemos, resultan en una jibarización de costes laborales que se traslada directamente a decrecimientos del PIB en buena parte disimulados.
     
    Es decir, un círculo vicioso descendente hasta que nuestros costes se equiparen a Oriente y de alguna forma regresen las fábricas. Error de cálculo porque no van a regresar.
     
    El sistema político es incapaz de enfrentarse a la realidad y se distrae con artificios del déficit mientras huye de afrontar las causas del problema original: ¿Por qué se pierde la industria?
     
    Esto no se va a resolver sin dos acciones.
     
    1. Un regreso ordenado a las monedas prexistentes.
    2. Recuperación de la base industrial de forma que los consumos industriales de cada país o grupos de pequeños países se hagan con mano de obra del país.
     Difícil recetar tratamiento menos políticamente correcto, pero…
     
    ¿Qué sentido tiene el sistema de libre comercio actual si el paro resultante lo tiene que pagar el mismo consumidor que cree que se ahorra algo comprando un producto algo más barato pero fabricado a mil kilómetros?
     
    Esta pregunta tan sencilla no la puede responder ni el FMI, ni la UE, ni el Consenso de Washington. Incapaces.
     
    Largo, penoso y complicado. Dice la abuela rusa de una empleada que vienen tiempos en que los vivos envidiarán a los muertos.
     
    Esperemos que exagere.
     

    • Manu Oquendo
      Manu Oquendo Dice:

      Hombre, quizás, más que la “opinión” de Der Spiegel, lo que el enlace nos cuenta es lo que está pasando.
      Que Merkel accede a subir el fondo de rescate ampliándolo y considerando los 200,000 millones de Grecia y Portugal como un fondo segregado para acercarnos al billón y que hay gente que no sabe si la nueva cantidad será suficiente.

      De éstos hay bastantes porque en toda huida hacia adelante el elemento crucial es que el caballo de tu perseguidor se vaya convenciendo de que nunca alcanzará al tuyo.

      Cada vez es más frecuente que los medios que aún respetan su propia reputación, se abstengan de dar opiniones que no encajan bien con el “paradigma” vigente.

      Pero, claro, en este caso lo que nos persigue es la realidad y esa tiene muchas postas de refresco y lo sabe.
      Este tipo de anuncios, me parece, son más de consumo interno.

      Hace unos días un newsletter para inversores (de Black Swan, me parece) recordaba que el ratio de Activos a Capital del BCE ya era mayor de 400. Que el mismo ratio para la reserva Federal era de alrededor de 100 y que, cuando quebró Lehman su ratio era de 70.

      Es decir, estamos ante un sistema que requiere fe ciega de naturaleza religiosa (pero de las falsas religiones) y demasiada gente le ha visto el plumero. Ya no hay forma de reparar tantas virginidades perdidas.

      De ahí la gravedad de la situación que paso a paso se irá desgranando ante nuestros ojos hasta que, finalmente, el caballo de la realidad nos alcance y nos permita, humildemente, dejar la vieja montura y tomar la de verdad. Quizás un honrado pollino pero de verdad.

      Cómo será la cosa que hasta un constitucionalista de la talla de Luigi Ferrajoli alerta sobre la fragilidad del sistema político que permite abusos de poder como los que andan por detrás de lo que viene sucediendo.

      Llega un momento en el que todo se convierte en política. Comenzando por el dinero y la economía.

      Saludos

      • Jesús Casas
        Jesús Casas Dice:

        La idea que expresa el autor sobre la “compra de tiempo” es muy acertada. Como el rabino que salvó a su congregación por un año prometiendo que enseñaría a hablar a los perros, al ser recriminado por los miembros de su sinagoga, sobre que los perros no podrían hablar dijo: dentro de un año veremos lo que ha pasado. Pero bajo la crisis del Euro como divisa (y su valor no es tan bajo) subyace una crisis peor económica y sobre esta una crisis sociológica (moral, si se atribuye a la palabra el valor terminológico latino “mores maiorum”) no sólo europea, pero también europea, de la Europa que nace de las dos Grandes Guerras del siglo XX. De Irlanda ya nadie habla, así que deben haberse reorganizado, Portugal, España, Italia y Grecia, es decir, las grandes culturas mediterráneas de la Unión están como están. Nuestro país se enfrenta a un momento crítico y hacen falta ya unos nuevos “Pactos de la Moncloa”, me atrevo a decir que de “La Zarzuela” porque tendrían que haberse alcanzado en 2008 y ahora no estaríamos así. ¿Tiene España que apelar al Fondo Europeo de Rescate o esperar a que algo estalle? Creo que los depósitos en el BCE son de 870 mil millones de Euros, más la deuda pública adquirida por bancos, hacen que no se me quite de la cabeza la visión de Europa desde 2008: un malabarista del circo con muchos platos girando sobre varas a punto de caerse. Si se cae uno, acabarán todos por el suelo. Aunque tal vez, como el rabino, si pasa algo bueno en este tiempo y la economía mundial mejora, o vienen más malabaristas a girar platos, se evite el desastre. Pero no parece muy claro, como dice Juan José. En ese caso, las ovejas acabaremos en un corralito. Visto con ojos de historiador y no de economista, esto aparenta fin de ciclo, pero de un ciclo de siglos, como dice Gomá. Uno puede contener a los Germanos aliándose con los Hunos, pero al final los Hunos acaban llegando, aunque, como Flavio Constancio, ganemos diez años.

      • Rataplán
        Rataplán Dice:

        De Irlanda nadie habla porque el lobby irlandés americano no deja que se hable. Aquí los PIGS son los que no hablan inglés.

      • Manu Oquendo
        Manu Oquendo Dice:

        Es difícil que esto se pueda escuchar desde nobles tribunas ubicadas en el paradigma pero el sistema está quebrado y lo que se está haciendo en este momento es tratar de que pase el tiempo.  Sin paliativos ni discusión posible. A ello ayuda la enorme complejidad de llevar a cabo un cambio ordenado de paradigma .
         
        No hablo ni del sistema financiero (que está efectivamente quebrado tras décadas de legislación destinada a crear dinero ficticio debilitando la capitalización bancaria hasta niveles irrisorios como el 2% de Basilea II) ni del sistema económico que hoy se nutre de importaciones masivas por deslocalización de la industria. El poco empleo que queda se basa en crear servicios pagando con deudas.
         
        Lo que está quebrado es el sistema político en sus ilimitados poderes y en su concentración de poder: Es imposible analizar lo sucedido y seguir prestando una mínima confianza en él. El análisis lleva a la fractura de su legitimidad por evidente incapacidad para su misión respecto de los ciudadanos: Permitir la creación y protección de la prosperidad personal de cada miembro de la ciudadanía.
         
         
         
        En primer lugar ha legislado deliberadamente lo que tenemos entre manos.
        Lo ha hecho por interés cortoplacista de las propias organizaciones partidistas, a costa de la prosperidad real de los ciudadanos y llevando la fiscalidad a niveles propios del esclavismo si se mira el porcentaje del tiempo que un ciudadano tiene que trabajar para el estado.
         
        Por este motivo vemos que las alternativas parlamentarias terminan ejecutando estrategias muy parecidas que, como vemos, resultan en una jibarización de costes laborales que se traslada directamente a decrecimientos del PIB en buena parte disimulados.
         
        Es decir, un círculo vicioso descendente hasta que nuestros costes se equiparen a Oriente y de alguna forma regresen las fábricas. Error de cálculo porque no van a regresar.
         
        El sistema político es incapaz de enfrentarse a la realidad y se distrae con artificios del déficit mientras huye de afrontar las causas del problema original: ¿Por qué se pierde la industria?
         
        Esto no se va a resolver sin dos acciones.
         
        1. Un regreso ordenado a las monedas prexistentes.
        2. Recuperación de la base industrial de forma que los consumos industriales de cada país o grupos de pequeños países se hagan con mano de obra del país.
         Difícil recetar tratamiento menos políticamente correcto, pero…
         
        ¿Qué sentido tiene el sistema de libre comercio actual si el paro resultante lo tiene que pagar el mismo consumidor que cree que se ahorra algo comprando un producto algo más barato pero fabricado a mil kilómetros?
         
        Esta pregunta tan sencilla no la puede responder ni el FMI, ni la UE, ni el Consenso de Washington. Incapaces.
         
        Largo, penoso y complicado. Dice la abuela rusa de una empleada que vienen tiempos en que los vivos envidiarán a los muertos.
         
        Esperemos que exagere.
         

      • Manu Oquendo
        Manu Oquendo Dice:

        Hombre, quizás, más que la “opinión” de Der Spiegel, lo que el enlace nos cuenta es lo que está pasando.
        Que Merkel accede a subir el fondo de rescate ampliándolo y considerando los 200,000 millones de Grecia y Portugal como un fondo segregado para acercarnos al billón y que hay gente que no sabe si la nueva cantidad será suficiente.

        De éstos hay bastantes porque en toda huida hacia adelante el elemento crucial es que el caballo de tu perseguidor se vaya convenciendo de que nunca alcanzará al tuyo.

        Cada vez es más frecuente que los medios que aún respetan su propia reputación, se abstengan de dar opiniones que no encajan bien con el “paradigma” vigente.

        Pero, claro, en este caso lo que nos persigue es la realidad y esa tiene muchas postas de refresco y lo sabe.
        Este tipo de anuncios, me parece, son más de consumo interno.

        Hace unos días un newsletter para inversores (de Black Swan, me parece) recordaba que el ratio de Activos a Capital del BCE ya era mayor de 400. Que el mismo ratio para la reserva Federal era de alrededor de 100 y que, cuando quebró Lehman su ratio era de 70.

        Es decir, estamos ante un sistema que requiere fe ciega de naturaleza religiosa (pero de las falsas religiones) y demasiada gente le ha visto el plumero. Ya no hay forma de reparar tantas virginidades perdidas.

        De ahí la gravedad de la situación que paso a paso se irá desgranando ante nuestros ojos hasta que, finalmente, el caballo de la realidad nos alcance y nos permita, humildemente, dejar la vieja montura y tomar la de verdad. Quizás un honrado pollino pero de verdad.

        Cómo será la cosa que hasta un constitucionalista de la talla de Luigi Ferrajoli alerta sobre la fragilidad del sistema político que permite abusos de poder como los que andan por detrás de lo que viene sucediendo.

        Llega un momento en el que todo se convierte en política. Comenzando por el dinero y la economía.

        Saludos

  4. Fausto1880
    Fausto1880 Dice:

    Sí, Manu. AHORA SÍ. Ha llegado el momento de volver a la peseta y a los aranceles. Con ZP no podíamos. Era mejor ser intervenidos por extranjeros que estar en las manos de su cuadrilla. Ahora las perspectivas serían mucho mejores.
    En realidad, puede que no hiciera falta llegar tan lejos. Bastaría con exponer claramente a los socios uropeos que se rigidez nos obliga a salirnos del sistema. Quizá bastase esa muestra de DIGNIDAD y SINCERIDAD para corregir el rumbo y que la política europea común nos fuese positiva en lugar de lo que es ahora.
    Pero no tenemos un Presidente de España. Tenemos un gestor, a las órdenes de británicos, franceses y alemanes. Mariano no ha sabido mandar ni en su casa, ¿tomará ahora las riendas? ¿Tendrá coraje por una vez?

    • Manu Oquendo
      Manu Oquendo Dice:

      Hola, Fausto.
      Cuánto tiempo. Me alegra ver que sigues bien.
      Ignoro lo que hará Rajoy.
      A veces el hábito hace al monje pero se lo está tomando con calma.
      Lo que asusta es el silencio. Llevamos cinco años y no se ha verbalizado un diagnóstico creíble.
      Un abrazo

Los comentarios están desactivados.