Flash Derecho: El libro “¿Hay Derecho?”, ya a la venta

Hoy se ha puesto a la venta por fin el libro de los cinco editores fundadores del blog bajo el seudónimo de Sansón Carrasco, y que tiene como subtítulo La quiebra del Estado de Derecho y las instituciones en España. Puede encontrar toda la información sobre él en este anterior post.
Este fin de semana (y probablemente el próximo) estaremos en la Feria del Libro de Madrid, firmando ejemplares por si a alguno le apetece acercarse, conocernos y charlar con nosotros.
Mañana viernes 6, Ignacio y Fernando Gomá estarán en la caseta 25-26, de 19 a 21 horas.
El domingo 8, Elisa de la Nuez y Fernando Rodríguez Prieto lo harán en la caseta 238, de 12 a 14 horas. Y alguno más se  pasará seguro.

¡Y en Amazon está a cualquier hora, claro!
 
 
 
 

10 comentarios
  1. Juan Quintana
    Juan Quintana Dice:

    Pues lo compraré y lo leeré con muchas ganas… Bonito homenaje a los clásicos el uso y el seudónimo en sí.
    ¡Espero que tengáis buenas ventas!

  2. Páradox
    Páradox Dice:

    Un libro imprescindible para entender nuestra crisis y para buscar las salidas. Lo tengo, y la lectura engancha.
    Aunque parezca una perogrullada, recomiendo mucho empezar por el excelente capítulo 1: ¿Qué ha pasado?
    Y he visto que lleva en el top 100 x 6 días, desde que se anunció, incluso desde antes de salir a la venta. Un éxito.

  3. Paloma
    Paloma Dice:

    Nuestros mejores deseos para los editores de tan interesante blog, por su esfuerzo y dedicación.
    ¡Mucho éxito con el libro! ¡Y con las ventas!

  4. Paloma
    Paloma Dice:

    Nuestros mejores deseos para los editores de tan interesante blog, por su esfuerzo y dedicación.
    ¡Mucho éxito con el libro! ¡Y con las ventas!

  5. Jose Antonio
    Jose Antonio Dice:

    He aquí mi crítica del libro:
    “Porque se ha hecho de noche sin que lleguen los bárbaros
    y algunos que han venido de la frontera
    van diciendo que ya no existen bárbaros.
    Y ahora, ¿qué será de nosotros sin bárbaros?
    Esta gente eran de algún modo una solución.
    Konstantin Kavafis”,
    ESPERANDO A LOS BÁRBAROS.
    ¿Hay derecho? no es un libro de Derecho, sino un libro sobre Derecho. No está destinado a los profesionales del Derecho, sino a un público ilustrado, conocedor del sistema legal español y que pueda apreciar la crítica, a veces ácida, que este libro realiza sobre la situación actual del Estado de Derecho en España.
    ¿Qué es lo que ha llevado a cuatro cualificados profesionales a calificar a las élites de España como “extractivas”? este concepto fue popularizado por los economistas Daron Cemoglu y James A. Robinson en su obra “Why Nations Fail: The Origins of Power, Prosperity, and Poverty”. Se refiere a un comportamiento egoísta de las élites, incapaces de superar las barreras de su propia codicia y que ahoga las posibilidades de crecimiento de una economía y conduce a la inestabilidad económica a largo plazo. Pero el libro usa otra palabra para referirse a las élites, más demoledora si cabe: la casta, termino incorrecto pero que hizo fortuna desde que en Italia se publicase en 2007 la obra con ese nombre por título de Sergio Rizo y Gian Antonio Stella. Y es incorrecto porque en un sistema de castas no hay una sola casta, sino varias. Y la posición social de cada persona queda fijada desde su nacimiento en función de la casta de sus padres y no se puede modificar, como en la América colonial española: el que nacía mestizo, mestizo moría, y ese origen étnico determinaba su estatus social durante toda su vida.
    Más allá de estos términos, la obra de estos cuatro juristas propone una tesis inquietante: el Estado de derecho en España es formal, guarda las formas, las guarda pero debajo de esas formas hay un deterioro de las normas y de las instituciones que degradan el Estado de derecho hasta hacerlo poco reconocible.

  6. Jose Antonio
    Jose Antonio Dice:

    (continuación)
    Para empezar, las propias normas, el Derecho, nuestro Ordenamiento jurídico, se ha hiperdesarrollado, existe una hiperlexia, un exceso de normas que caen desde los 17 Parlamentos autonómicos y de las Cortes Generales, que hacen difícil la correcta aplicación de las normas…por unas instituciones, la Administración y el Poder Judicial, que a su vez presentan problemas de funcionamiento. El libro hace un repaso de los tres poderes clásicos para describir por qué ni están tan separados ni funcionan tan bien como deberían según la Constitución.
    Una Administración en la que el control de su actividad económica está a cargo de funcionarios de la propia Administración, haciendo hincapié en un fenómeno ya descrito por expertos en Hacienda Pública: se puede facilitar la promoción de los interventores más dóciles (el “jurista complaciente”) y se puede dificultar la carrera de los más “díscolos” que incomoden al gestor político. A cualquier gestor político, porque la obra guarda una exquisita neutralidad partidista.
    El mayor reproche, empero, se lo merecen los llamados nacionalismos periféricos que, si han roto la lealtad al pacto constitucional, ha sido no por un giro en sus líneas de actuación, sino, como le ocurre al escorpión que acaba matando a la rana que lo ayuda a cruzar el río, “está en su naturaleza”.
    La obra aporta soluciones en el mundo del Derecho, como la resolución extrajudicial de los litigios, y termina con una brillante exposición – real o inventada, pero que si non é vera é ben trovata – , de cómo fue expoliada una Caja de Ahorros de provincias. Al final, la obra ofrece dos escenarios para una España futura. En uno, la corrupción ha sido erradicada, en el otro, la corrupción se ha apoderado del sistema, ya es “sistema”. Lo que los autores no sabían, no lo sabía nadie, es que desde la publicación del libro la sociedad española iba a asistir atónita a la irrupción de más y más graves casos de corrupción, honorables corrupciones, bancarias corrupciones, impropias de la democracia ateniense, corrupciones y malas actuaciones béticas, púnicas y médicas. Tampoco sabían que, junto a las dos alternativas que dibujaban los autores para una España futura, iba a surgir una tercera opción, movida por la indignación ciudadana.

  7. Jose Antonio
    Jose Antonio Dice:

    (Continuación)
    Daron Acemoglu y James A. Robinson señalan en su obra que el fracaso del movimiento “Ocuppy Wall Street” se debió a su rechazo a entrar en política, quizás porque en Estados Unidos entrar en política es caro, muy caro. El movimiento “Ocuppy Wall Street” se inspiraba en los indignados del 15-M de 2011 de Madrid que, a su vez, se inspiraba en la Revolución egipcia de ese mismo año. El 15-M tampoco había cristalizado en ninguna opción política hasta que…parte del resto de la historia es conocida y parte está aún por escribirse, esperemos, que, en cualquier caso, ocurra lo mejor para España.
    La obra, es, en fin, digna de ser leída con detenimiento, pero me temo que no llegará a ser un best-seller, como el libro del economista Leopoldo Abadía sobre la gran recesión de 2008. Sobre todo, porque no es una explicación de la crisis de la legalidad para dummies, ni reduce los problemas que plantea al mínimo para terminar diciendo que todo se soluciona volviendo a los valores familiares tradicionales. Tampoco me imagino a mi amigo Ignacio Gomá protagonizando anuncios de gasolina en la televisión. En todo caso, se ocupará de reescribir lo escrito ante los tiempos, tal vez difíciles, que están por venir. Mientras Atenas sufre, las costas del mar de Fenicia a las torres de Hércules asisten a varios conflictos médicos y púnicos, y el ágora está, atestada de ciudadanos, esperando. Entre el temor y la esperanza, muchos aguardan la llegada de los bárbaros.

    • Jose Antonio
      Jose Antonio Dice:

      He aquí mi crítica del libro:
      “Porque se ha hecho de noche sin que lleguen los bárbaros
      y algunos que han venido de la frontera
      van diciendo que ya no existen bárbaros.
      Y ahora, ¿qué será de nosotros sin bárbaros?
      Esta gente eran de algún modo una solución.
      Konstantin Kavafis”,
      ESPERANDO A LOS BÁRBAROS.

      ¿Hay derecho? no es un libro de Derecho, sino un libro sobre Derecho. No está destinado a los profesionales del Derecho, sino a un público ilustrado, conocedor del sistema legal español y que pueda apreciar la crítica, a veces ácida, que este libro realiza sobre la situación actual del Estado de Derecho en España.
      ¿Qué es lo que ha llevado a cuatro cualificados profesionales a calificar a las élites de España como “extractivas”? este concepto fue popularizado por los economistas Daron Cemoglu y James A. Robinson en su obra “Why Nations Fail: The Origins of Power, Prosperity, and Poverty”. Se refiere a un comportamiento egoísta de las élites, incapaces de superar las barreras de su propia codicia y que ahoga las posibilidades de crecimiento de una economía y conduce a la inestabilidad económica a largo plazo. Pero el libro usa otra palabra para referirse a las élites, más demoledora si cabe: la casta, termino incorrecto pero que hizo fortuna desde que en Italia se publicase en 2007 la obra con ese nombre por título de Sergio Rizo y Gian Antonio Stella. Y es incorrecto porque en un sistema de castas no hay una sola casta, sino varias. Y la posición social de cada persona queda fijada desde su nacimiento en función de la casta de sus padres y no se puede modificar, como en la América colonial española: el que nacía mestizo, mestizo moría, y ese origen étnico determinaba su estatus social durante toda su vida.
      Más allá de estos términos, la obra de estos cuatro juristas propone una tesis inquietante: el Estado de derecho en España es formal, guarda las formas, las guarda pero debajo de esas formas hay un deterioro de las normas y de las instituciones que degradan el Estado de derecho hasta hacerlo poco reconocible.

    • Jose Antonio
      Jose Antonio Dice:

      (continuación)
      Para empezar, las propias normas, el Derecho, nuestro Ordenamiento jurídico, se ha hiperdesarrollado, existe una hiperlexia, un exceso de normas que caen desde los 17 Parlamentos autonómicos y de las Cortes Generales, que hacen difícil la correcta aplicación de las normas…por unas instituciones, la Administración y el Poder Judicial, que a su vez presentan problemas de funcionamiento. El libro hace un repaso de los tres poderes clásicos para describir por qué ni están tan separados ni funcionan tan bien como deberían según la Constitución.
      Una Administración en la que el control de su actividad económica está a cargo de funcionarios de la propia Administración, haciendo hincapié en un fenómeno ya descrito por expertos en Hacienda Pública: se puede facilitar la promoción de los interventores más dóciles (el “jurista complaciente”) y se puede dificultar la carrera de los más “díscolos” que incomoden al gestor político. A cualquier gestor político, porque la obra guarda una exquisita neutralidad partidista.
      El mayor reproche, empero, se lo merecen los llamados nacionalismos periféricos que, si han roto la lealtad al pacto constitucional, ha sido no por un giro en sus líneas de actuación, sino, como le ocurre al escorpión que acaba matando a la rana que lo ayuda a cruzar el río, “está en su naturaleza”.
      La obra aporta soluciones en el mundo del Derecho, como la resolución extrajudicial de los litigios, y termina con una brillante exposición – real o inventada, pero que si non é vera é ben trovata – , de cómo fue expoliada una Caja de Ahorros de provincias. Al final, la obra ofrece dos escenarios para una España futura. En uno, la corrupción ha sido erradicada, en el otro, la corrupción se ha apoderado del sistema, ya es “sistema”. Lo que los autores no sabían, no lo sabía nadie, es que desde la publicación del libro la sociedad española iba a asistir atónita a la irrupción de más y más graves casos de corrupción, honorables corrupciones, bancarias corrupciones, impropias de la democracia ateniense, corrupciones y malas actuaciones béticas, púnicas y médicas. Tampoco sabían que, junto a las dos alternativas que dibujaban los autores para una España futura, iba a surgir una tercera opción, movida por la indignación ciudadana.

    • Jose Antonio
      Jose Antonio Dice:

      (Continuación)
      Daron Acemoglu y James A. Robinson señalan en su obra que el fracaso del movimiento “Ocuppy Wall Street” se debió a su rechazo a entrar en política, quizás porque en Estados Unidos entrar en política es caro, muy caro. El movimiento “Ocuppy Wall Street” se inspiraba en los indignados del 15-M de 2011 de Madrid que, a su vez, se inspiraba en la Revolución egipcia de ese mismo año. El 15-M tampoco había cristalizado en ninguna opción política hasta que…parte del resto de la historia es conocida y parte está aún por escribirse, esperemos, que, en cualquier caso, ocurra lo mejor para España.
      La obra, es, en fin, digna de ser leída con detenimiento, pero me temo que no llegará a ser un best-seller, como el libro del economista Leopoldo Abadía sobre la gran recesión de 2008. Sobre todo, porque no es una explicación de la crisis de la legalidad para dummies, ni reduce los problemas que plantea al mínimo para terminar diciendo que todo se soluciona volviendo a los valores familiares tradicionales. Tampoco me imagino a mi amigo Ignacio Gomá protagonizando anuncios de gasolina en la televisión. En todo caso, se ocupará de reescribir lo escrito ante los tiempos, tal vez difíciles, que están por venir. Mientras Atenas sufre, las costas del mar de Fenicia a las torres de Hércules asisten a varios conflictos médicos y púnicos, y el ágora está, atestada de ciudadanos, esperando. Entre el temor y la esperanza, muchos aguardan la llegada de los bárbaros.

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