El CGPJ ¿Está cambiando la postura de las asociaciones judiciales? El caso de Jueces para la Democracia

El pasado día veinte de junio, el diario digital “La Nueva España”, publicaba esta noticia  en donde, entre otras cosas, informaba a sus lectores que la asociación “Jueces para la democracia”, en una “votación histórica, precedido de un debate histórico”, se mostraba reacia a que los políticos eligieran a 12 Vocales del Consejo General del Poder Judicial (en adelante CGPJ.)
Como bien conoce el lector, el artículo 122.3 dela Constitución Española sanciona que el CGPJ estará integrado por el Presidente del Tribunal Supremo, que lo presidirá, y por veinte miembros. Nuestra Carta Magna precisa que de estos veinte, cuatro lo serán a propuesta del Senado, cuatro a propuesta del Congreso de los Diputados, y doce en los términos previstos por una Ley Orgánica. Hasta 1985, fueron los jueces los que eligieron a esos 12 miembros; no obstante, a partir de aquel año cambiaron las tornas, y fueron los políticos quienes se reservaron la facultad de elegir también a esos otros 12 Vocales del CGPJ, asegurándose de esa manera un evidente control sobre el órgano de gobierno de jueces y magistrados, que no olvidemos, es el encargado de nombrar a los magistrados de las más altas instancias judiciales. Baste recordar para comprender el calado de la reforma dela LOPJ de 1.985, la famosa frase atribuida a Alfonso Guerra “Montesquieau ha muerto”. Ustedes mismos.
Repasemos el mapa de la Carrera Judicial, en lo que a asociaciones y asociados se refiere. Según publicó en un tuit la asociación Jueces para la Democracia en respuesta a una magistrada que forma parte de la Sala de lo Social de un Tribunal Superior de Justicia, a fecha 1 de julio de 2.013, sobre un total de 5.234 jueces y magistrados, la APM contaría con 1.253 asociados, la Asociación Francisco de Vitoria con 631, Jueces para la Democracia con 514 y Foro Judicial Independiente 303. Por tanto, hasta hace no mucho, se encuentran asociados 2.701 jueces y magistrados, no estándolo 2.533.
Pues bien, con semejante panorama, han sido los magistrados asociados ala Asociación Profesiona lMagistratura (APM), y Jueces para la Democracia (JpD), los más beneficiados con la política de nombramientos, siendo el más claro ejemplo de aquella distribución, la pertenencia a dichas asociaciones de la mayoría de los Vocales del CGPJ. Veamos qué dicen los estatutos de una y otra asociación, que como decimos son las que principalmente se han beneficiado de ese reparto de cargos (o “reparto de cromos”, según terminología de algunos de sus asociados, según podrán comprobar más adelante.)
La APM, que formalmente defiende que esos 12 Vocales sean elegidos por miembros del Carrera Judicial, pero que ha sido la única asociación que le ha seguido el juego al Ministro de Justicia presentando una lista de candidatos tras la última reforma (las otras tres asociaciones se negaron en rotundo, aunque hubo asociados de JpD y AFV que a título particular se presentaron por su cuenta. No así de FJI), sanciona en el artículo 3º. Punto 6º de sus Estatutos, que tiene como finalidad “promover candidatos para el nombramiento de cargos, de acuerdo con lo establecido en la legislación aplicable al respecto.” Por su parte, JpD en el artículo 2º H) de sus Estatutos, recoge que “Son fines de la Asociación asegurar la composición representativa y plural del Consejo General del Poder Judicial y en todos los órganos de gobierno del Poder Judicial, y reivindicar el ejercicio autónomo del Poder Ejecutivo de sus funciones constitucionales y su sujeción al control parlamentario.”
Centrándonos en la asociación JpD, probablemente haya llamado la atención del lector, que la misma tiene como finalidad la de asegurar una composición representativa y plural del CGPJ. Ahora bien, ¿Qué se entiende por composición representativa y plural? ¿Acaso que tiene qué haber un equilibrio en sus miembros de Vocales conservadores y progresistas? ¿No debería de no importar dicha cuestión cuando hablamos del CGPJ? Si realmente fuera importante la existencia en el CGPJ de una composición representativa y plural, ¿por qué no exigió el constituyente ese reparto cuando se refirió a los 12 Vocales en el artículo 122.3 CE? En cualquier caso,… ¿cómo se conseguiría llegar a una composición representativa y plural del CGPJ?
Parece evidente, o eso entiende quien esto suscribe, que esa composición representativa sólo puede lograrse garantizando que todos los Vocales sean elegidos por los partidos políticos, toda vez que nadie asegura que si esos 12 Vocales son elegidos por jueces y magistrados, podamos encontrarnos con un CGPJ que no responda a las expectativas de ser un órgano “representativo y plural”, tal y como parece concebirse en los estatutos de la asociación.  Si tenemos en cuenta que JpD es la única de las cuatro asociaciones que se proclama “progresista” (Así puede leerse en su propia biografía en twitter), no debe extrañar a nadie que pese a contar con un número de asociados equivalente al 10% de miembros de la Carrera Judicial, los integrantes de la misma, hayan resultado nombrados para desempeñar funciones de especial responsabilidad. El mejor ejemplo de ello es la información publicada por el diario El País el día 13/02/2010 en su edición digital, y firmado por el periodista José Yoldi, en el que explicaba cómo una Vocal del CGPJ de la referida asociación, tras un Informe crítico de su asociación con la nueva política de nombramientos del CGPJ, se jactaba “de colocar en 18 cargos judiciales a miembros de su asociación.”  Si pueden, consulten el enlace que no tiene desperdicio.
Pues bien, cuando pensábamos que la elección de los 12 Vocales del CGPJ por las Cortes, constituía un axioma innegociable para los compañeros de Jueces para la Democracia, nos hemos encontrado de golpe y porrazo con un comunicado que a muchos nos ha dejado gratamente sorprendidos, y que constituye un rayo de esperanza, toda vez que nadie debe obviar que la postura que en este asunto adopte JpD, puede resultar trascendental, salvo claro está, que imite a la APM. Es decir, que sostenga que esté a favor de que los 12 Vocales sean elegidos por los jueces, pero le haga el juego a Gobierno y oposición, y presente una lista con candidatos. Ya puestos, personalmente prefiero a quienes son consecuentes con aquello que defienden.
En cualquier caso, hemos de ser prudentes sobre la postura que finalmente adopten los compañeros de Jueces para la Democracia. Digo esto por la evolución de sus comunicados al respecto, que a mí al menos, me generan alguna duda. Veamos:
1.- INFORME DE FECHA 07/03/13: Propuesta de JpD en relación con el sistema de elección de Vocales. Punto 3º: “El sistema de elección de los vocales guarda relación con la función del órgano para el que son elegidos. El CGPJ no es un órgano representativo de los Jueces, como lo son las Asociaciones Judiciales, ni es un órgano de autogobierno, es un órgano constitucional que debe desarrollar la política en materia de Justicia como instrumento para garantizar la independencia del Poder Judicial. El sistema de elección parlamentaria hasta ahora seguido ha patentizado el riesgo de transmitir al órgano de gobierno de los jueces las dinámicas parlamentarias de nuestro país, cada vez más radicalizadas y más alejadas del respeto al pluralismo como valor y a la transacción como método; pero el sistema de elección directa por los Jueces supone también un riesgo de corporativismo que traslade a la sociedad una visión de casta cada vez más alejada de la realidad y los problemas de los ciudadanos.
Jueces para la Democracia es consciente de los riesgos de uno y otro sistema y dado que el sistema propuesto en el Proyecto es el de elección mixta, consideramos que debe mejorarse, que el Parlamento debe evitar la tentación de los criterios partidistas, que ha sido en gran medida la causa de falta de credibilidad de la institución, y seguir un verdadero sistema evaluativo de los perfiles de los candidatos.
Se propone la introducción en el art. 578.1 de un último inciso “previa evaluación de los candidatos, en sesión pública”.
2.- DEBATE DE FECHA 19/06/14: En una votación de 29 votos a favor y 27 en contra, según se recogió en el medio de comunicación “La Nueva España”, los miembros que votaron en el marco del 29º Congreso Anual de la Asociación celebrado en Oviedo, acordaron que los 12 Vocales de procedencia judicial que conforman el CGPJ, sean elegidos por los propios jueces.
3.- CORREO ELECTRÓNICO DE LA ASOCIACIÓN ENVIADO EN FECHA 25/06/14: Probablemente a raíz del debate surgido en el seno de la Carrera Judicial a la vista de la información publicada en la edición digital de “La Nueva España”, la asociación remitió el siguiente comunicado: “JPD ya se manifestó totalmente en contra de la modificación de la LOPJ que ha vaciado de competencias el CGPJ y ha fijado un sistema estructural y de funcionamiento totalmente contrario a la norma constitucional que establece la formación de un órgano colegiado de 20 miembros. En estas condiciones legales, dado que 8 vocales del CGPJ son directamente elegidos por el Parlamento, estimamos que los 12 vocales de procedencia judicial de dicho órgano cuya función esencial es proteger la independencia judicial, deben ser directamente elegidos por los jueces.”
Puede inferirse de este último correo que, de no haberse llevado a cabo la reforma de la LOPJ, JpD quizá no hubiese concluido en su Congreso de Oviedo, que los 12 Vocales debieran de ser elegidos por los jueces. Quizá. Puede ocurrir incluso, que si en la próxima legislatura quienes gobiernan vuelven a diseñar un CGPJ con un funcionamiento y competencias similares a las que tenía el CGPJ antes de la reforma, JpD se muestre conforme con que la designación de los 12 Vocales se efectúe por el Parlamento. Pero personalmente, creo que algo ha cambiado “ahí dentro” cuando por vez primera se ha pedido que los 12 Vocales de procedencia judicial sean elegidos por los propios jueces.
Conozco a compañeros de JpD que han participado en iniciativas que exigen dar voz a los jueces en la elección de los 12 Vocales, y creo firmemente que una división de poderes fuerte, no es compatible que con el hecho de que quienes potencialmente pueden ser juzgados por sus excesos como detentadores de poder público, sean quienes determinen en un 100% la composición del órgano de gobierno de jueces y Tribunales. No soy el único. Recuerden que el partido que alcanzó la mayoría absoluta, -probablemente conocedor de la falta de credibilidad de la Justicia-, en el apartado de su programa que llevaba la rúbrica “Una democracia ejemplar”, en el ordinal número 11, prometió exactamente lo contrario de lo que ha hecho. Por eso ahora, cuando algunos miembros del CGPJ se jactan de haber obtenido la confianza de gran parte de las Cámaras, lamentamos que esos mismos Vocales omitan que la mayor parte de quienes les han designado, han hecho lo contrario de lo que prometieron en aras de una Justicia más independiente.
Desde la Plataforma Cívica por la Independencia Judicial, de la que formo parte, consideramos VITAL que una parte del CGPJ, conforme al espíritu de la Constitución, sea elegida por jueces y magistrados. Y no por un interés corporativo, sino porque entendemos que es la mejor manera de fortalecer el principio de división de poderes, imprescindible baluarte del Estado de Derecho.
Que se haya abierto el debate al respecto en JpD, o si ya existía aquél, que se haya adoptado dicha decisión en el seno de la asociación, por las razones explicadas, supone para algunos de nosotros una muy buena noticia. Estaremos atentos.

11 comentarios
  1. Luisa
    Luisa Dice:

    Es conveniente que, en éste como en otros debates, se prescinda de expresiones cliché como “progresista”. Estas etiquetas cumplen una función evitadora del razonamiento, pues parece que, con llevar ese marchamo (“progresista” -que, por cierto, muchas veces es “progresante”), uno está exento de explicar por qué eso que propone sirve para avanzar, mejorar, progresar…
    En un principio pudo considerarse que iba en la buena dirección que los vocales del CGPJ fueran elegidos por los parlamentarios, representantes de la soberanía popular. Pero, como tantas cosas en la vida, la práctica no ha acompañado a la teoría, y al final lo que en verdad necesitamos son jueces independientes del poder político, pues una función esencial de la judicatura es controlar los desmanes y abusos de los otros poderes.
    Con la elección parlamentaria hemos tenido vocales condenados por prevaricación o cohecho, como Estivill o Liaño, y nombramientos judiciales sectarios basados sólo en la orientación política del juez (que, por cierto, no debería tener ninguna), y no en su prestigio y trayectoria profesionales.
    Por tanto, creo que el cambio de criterio está bien fundamentado.

    • ENNECERUS
      ENNECERUS Dice:

      Gómez de Liaño fue condenado por un Tribunal que sobre variar la unánime jurisprudencia anterior sobre el delito de prevaricación, no era imparcial, lo que motivó que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Sentencia de 22 de junio de 2008 condenara a España por violación del art. 6,1 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales.
      Comentario a la sentencia de Enrique Gimbernat:
      http://reggio.wordpress.com/2008/08/04/todavia-hay-jueces-en-estrasburgo-de-enrique-gimbernat-en-el-mundo/
      Dicho lo cual, prefiero mil veces el corporativismo a la politización. Y el sistema actual ya es delirante, con consejeros del Joder Judicial (en celebérrima errata legal atribuida a Alfonso Guerra) en evidentísimo y fralgarnet conflicto de intereses campando a sus anchas.

  2. de Lege Ferenda
    de Lege Ferenda Dice:

    Muchas gracias por su post. Y por su honestidad.
    Hay un detalle de importancia sobre JpD: Su implicación en Movimientos Sociales, que debería ser transparente y explicada a la sociedad. Al igual que sus relaciones con la Fundación CEPS o con Constitucionalistas para la Democracia, su apéndice.
    De nuevodoy las graciasal autor; ahora por su honestidad.

    • Luisa
      Luisa Dice:

      Es conveniente que, en éste como en otros debates, se prescinda de expresiones cliché como “progresista”. Estas etiquetas cumplen una función evitadora del razonamiento, pues parece que, con llevar ese marchamo (“progresista” -que, por cierto, muchas veces es “progresante”), uno está exento de explicar por qué eso que propone sirve para avanzar, mejorar, progresar…

      En un principio pudo considerarse que iba en la buena dirección que los vocales del CGPJ fueran elegidos por los parlamentarios, representantes de la soberanía popular. Pero, como tantas cosas en la vida, la práctica no ha acompañado a la teoría, y al final lo que en verdad necesitamos son jueces independientes del poder político, pues una función esencial de la judicatura es controlar los desmanes y abusos de los otros poderes.

      Con la elección parlamentaria hemos tenido vocales condenados por prevaricación o cohecho, como Estivill o Liaño, y nombramientos judiciales sectarios basados sólo en la orientación política del juez (que, por cierto, no debería tener ninguna), y no en su prestigio y trayectoria profesionales.

      Por tanto, creo que el cambio de criterio está bien fundamentado.

    • ENNECERUS
      ENNECERUS Dice:

      Gómez de Liaño fue condenado por un Tribunal que sobre variar la unánime jurisprudencia anterior sobre el delito de prevaricación, no era imparcial, lo que motivó que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Sentencia de 22 de junio de 2008 condenara a España por violación del art. 6,1 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales.

      Comentario a la sentencia de Enrique Gimbernat:

      http://reggio.wordpress.com/2008/08/04/todavia-hay-jueces-en-estrasburgo-de-enrique-gimbernat-en-el-mundo/

      Dicho lo cual, prefiero mil veces el corporativismo a la politización. Y el sistema actual ya es delirante, con consejeros del Joder Judicial (en celebérrima errata legal atribuida a Alfonso Guerra) en evidentísimo y fralgarnet conflicto de intereses campando a sus anchas.

    • de Lege Ferenda
      de Lege Ferenda Dice:

      Muchas gracias por su post. Y por su honestidad.

      Hay un detalle de importancia sobre JpD: Su implicación en Movimientos Sociales, que debería ser transparente y explicada a la sociedad. Al igual que sus relaciones con la Fundación CEPS o con Constitucionalistas para la Democracia, su apéndice.

      De nuevodoy las graciasal autor; ahora por su honestidad.

  3. Juan Montero García-Andrade
    Juan Montero García-Andrade Dice:

    Gracias por sus comentarios. El asunto es de gran importancia. Ojalá la opinión pública, poco a poco, siga insistiendo sobre el particular.
    Muy agradecido a los editores del blog, que manteniéndolo vivo, permiten que muchos juristas y ciudadanos con inquietudes, nos encontremos por aquí. Un cordial saludo.

  4. Paloma
    Paloma Dice:

    En su momento el TConst alertó de que la elección parlamentaria de vocales no llevaría a una búsqueda honesta de los mejores candidatos, sino que se convertiría en un reparto de cuotas. La “lógica de los partidos”, en expresión literal de aquella sentencia (que a regañadientes desestimó el recurso), se trasladó al CGPJ. La realidad, pues, ha confirmado los peores presagios. Lo cual demuestra que, en política, todo lo malo que pueda temerse acabará por cumplirse; a menos que se pongan controles efectivos para evitar la deriva. Los puestos se repartieron entre los partidos en proporción a los escaños, de modo que cada partido tenía derecho a sentar a un número proporcional de consejeros. Era lo que se temía y es justo lo que ocurrió. En aquella sentencia la elección parlamentaria fue convalidada (haciendo de tripas corazón) por el TConst en cuanto a su legitimidad de origen, pero ha muerto (y hasta la asociación que en su momento lo apoyó termina por admitirlo) por su completa ilegitimidad de ejercicio.

  5. Jesús Casas
    Jesús Casas Dice:

    Este post me pone lis pelos de punta. Todos Uds. dan por hecho que es sensato que los jueces puedan asociarse, tener intereses corporativos o asociativos o que se organicen en un “poder”. Pero no. La independencia judicial es una condicion moral y de personalidad de cada juez, en cada día de su vida desde el que voluntariamente asume la carga de la toga hasta que la cuelga, en cada proceso, en cada providencia, auto y sentencia. Si le faltan la independencia y la imparcialidad, no puede ser juez. Para semejante cosa se requiere una fortitudo animi y una serenidad que ni está al alcance de cualquiera. La independencia del “poder judicial” es un predercho de todos y cada uno de los ciudadanos, sin la cual, sencillamente, ni hay democracia sustancial. Vuelvo a remitirme a Melquiadaes Alvarez. La Justicia no es un servicio público y Uds. no pueden organizarse como funcionarios. Ser juez es otra cosa. Uds. Juzgan y hacen ejecutar lo juzgado, nada menos, dicen y hacen justicia en cada caso. No me creo nada de ninguna de sus asociaciones, mientras no se disuelvan. Estos señores dicen aíra esto porque les interesa y lo dejarán de decir cuando tengan mayoria parlamentaria (otra vez) los que les nombran tras el correspondiente cabildeo. Si piensan eso, es simplem que dimitan mañana los vocales del CGPJ de esa asociación y no admitan más nombramientos políticos. Como escarpias me ponen todos Uds. los pelos, ya digo. Voy a acabar por pensar que incluso su Plataforma, que daba algo de esperanza, a pesar de que algunos de sus promotores tampoco hicieron nada definitivo para cambiar la LOPJ cuando pudieron influir para ello, gestiona intereses de clase y no los de los ciudadanos bajo el imperio del Derecho.

    • juez
      juez Dice:

      Efectivamente, Sr. Casas, la Justicia no es un servicio público, aunque participe de algunos elementos que caracterizan el mismo, ni los jueces son meros funcionarios públicos, aunque su función también tiene connotaciones propias de la función pública, e igualmente conforme con que la independencia e imparcialidad del juez son presupuestos necesarios para “hacer justicia”, en definitiva, para que las personas puedan tener un juicio justo, que es de lo que se trata. Es un pre derecho de las personas, como bien dice. El problema es que el Poder Judicial, en este país, como en muchos, no está configurado como un verdadero poder, si fuera así, tendría plena autonomía para su gestión, con todo lo que ello implica : medios y presupuesto propios para cumplir con su función, sin tener que pedir. Por eso, los miembros del Poder legislativo y Ejecutivo no tienen asociaciones, ya que no las necesitan. Si otros son los que dan los medios, les imponen las condiciones de trabajo, etc.. es lógico que puedan defenderse de ello.
      El CGPJ es una pieza clave para que las condiciones en que los jueces desarrollen sus funciones sean propicias para resolver y juzgar con independencia e imparcialidad. Por eso es importante quien elige a sus miembros, entre otras cosas.
      Y, a propósito del corporativismo y elección del CGPJ por los jueces (en la proporción que toca) y la elección de los presidentes de los Tribunales por los propios jueces que lo componen (en relación con la reforma de la LOPJ que se pretende): se acaba de publicar el Reglamento de funcionamiento del Tribunal Europeo de la Función Pública, en el que se establece que sean los propios jueces quienes elijan a sus presidentes. No es nada anómalo, es lo normal, para preservar de injerencias ajenas y la apariencia de independencia e imparcialidad. http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=OJ:JOL_2014_206_R_0001&from=ES
      Aprovecho para facilitar al autor del post., por su valentía y claridad.

    • Di Pietro
      Di Pietro Dice:

      Me alegro de la postura de JpD, más vale tarde que nunca. Y la unión hace la fuerza. La verdad es que esta asociación no es de mis preferidas, reconozco su valentía en ocasiones, pero debería ser más rigurosa, menos sectaria y en ocasiones es excesivamente política. Tampoco me convence la APM, donde en los últimos años lo único que se ve es una actitud silente, servil y cobarde debido a la cual se está quedando sola en todas sus actuaciones. Incluso en ocasiones sus asociados le están dando la espalda pues últimamente no se sabe si defiende los intereses del PP o los de sus asociados y jueces en general. Soy consciente de la importancia de que la judicatura comunique, explique, y el miedo que algunos tienen a esto. El poder siempre ha querido que los jueces estén calladitos y atados y bien atados. Palo y zanahoria, como dijo el Presidente Lesmes. Que hoy por hoy son un blanco fácil y débil, se dice que el problema es de la Justicia y eso de que “se acata pero no se comparte”, aunque luego en muchas ocasiones todo venga por una mala técnica legislativa, por falta de medios o por multitud de palos en las ruedas. Vaya a ser que resulte que contesten estos listillos y nos dejen con las vergüenzas al aire.
      Sobre la opinión del Sr. Jesús Casas, muy de acuerdo con “juez”. Recuerdo nuestro debate en la huelga de jueces. La verdad, me sorprende ya que justificó la última huelga de jueces como defensa, y aunque esté en desacuerdo en general con ese derecho a huelga o a asociación, llamó incluso a salir a la calle a sus señorías con las togas puestas como en Egipto, algo que puede considerarse más radical.
      En su momento le plantee una pregunta, y no recibí contestación. Desde entonces la situación no ha ido a mejor, sino que no hace más que empeorar y el peligro de perder la poca independencia judicial que resta es bastante tangible con las reformas que se pretenden de la LOPJ, la 4/2014 ya aprobada.
      La pregunta era, ¿qué medidas adoptar? ¿Qué medidas le queda a la Justicia para su defensa frente a otros poderes? ¿De verdad cree usted una manifestación de togas sería más efectiva que una huelga o una protesta y declaraciones de las asociaciones? ¿Y no sería muy dudosa su legalidad?
      http://hayderecho.com/2013/02/19/jornada-de-huelga-convocada-por-asociaciones-de-jueces-y-fiscales/
      Un saludo

      • Juan Montero García-Andrade
        Juan Montero García-Andrade Dice:

        Gracias por sus comentarios. El asunto es de gran importancia. Ojalá la opinión pública, poco a poco, siga insistiendo sobre el particular.

        Muy agradecido a los editores del blog, que manteniéndolo vivo, permiten que muchos juristas y ciudadanos con inquietudes, nos encontremos por aquí. Un cordial saludo.

      • Paloma
        Paloma Dice:

        En su momento el TConst alertó de que la elección parlamentaria de vocales no llevaría a una búsqueda honesta de los mejores candidatos, sino que se convertiría en un reparto de cuotas. La “lógica de los partidos”, en expresión literal de aquella sentencia (que a regañadientes desestimó el recurso), se trasladó al CGPJ. La realidad, pues, ha confirmado los peores presagios. Lo cual demuestra que, en política, todo lo malo que pueda temerse acabará por cumplirse; a menos que se pongan controles efectivos para evitar la deriva. Los puestos se repartieron entre los partidos en proporción a los escaños, de modo que cada partido tenía derecho a sentar a un número proporcional de consejeros. Era lo que se temía y es justo lo que ocurrió. En aquella sentencia la elección parlamentaria fue convalidada (haciendo de tripas corazón) por el TConst en cuanto a su legitimidad de origen, pero ha muerto (y hasta la asociación que en su momento lo apoyó termina por admitirlo) por su completa ilegitimidad de ejercicio.

      • Jesús Casas
        Jesús Casas Dice:

        Este post me pone lis pelos de punta. Todos Uds. dan por hecho que es sensato que los jueces puedan asociarse, tener intereses corporativos o asociativos o que se organicen en un “poder”. Pero no. La independencia judicial es una condicion moral y de personalidad de cada juez, en cada día de su vida desde el que voluntariamente asume la carga de la toga hasta que la cuelga, en cada proceso, en cada providencia, auto y sentencia. Si le faltan la independencia y la imparcialidad, no puede ser juez. Para semejante cosa se requiere una fortitudo animi y una serenidad que ni está al alcance de cualquiera. La independencia del “poder judicial” es un predercho de todos y cada uno de los ciudadanos, sin la cual, sencillamente, ni hay democracia sustancial. Vuelvo a remitirme a Melquiadaes Alvarez. La Justicia no es un servicio público y Uds. no pueden organizarse como funcionarios. Ser juez es otra cosa. Uds. Juzgan y hacen ejecutar lo juzgado, nada menos, dicen y hacen justicia en cada caso. No me creo nada de ninguna de sus asociaciones, mientras no se disuelvan. Estos señores dicen aíra esto porque les interesa y lo dejarán de decir cuando tengan mayoria parlamentaria (otra vez) los que les nombran tras el correspondiente cabildeo. Si piensan eso, es simplem que dimitan mañana los vocales del CGPJ de esa asociación y no admitan más nombramientos políticos. Como escarpias me ponen todos Uds. los pelos, ya digo. Voy a acabar por pensar que incluso su Plataforma, que daba algo de esperanza, a pesar de que algunos de sus promotores tampoco hicieron nada definitivo para cambiar la LOPJ cuando pudieron influir para ello, gestiona intereses de clase y no los de los ciudadanos bajo el imperio del Derecho.

      • juez
        juez Dice:

        Efectivamente, Sr. Casas, la Justicia no es un servicio público, aunque participe de algunos elementos que caracterizan el mismo, ni los jueces son meros funcionarios públicos, aunque su función también tiene connotaciones propias de la función pública, e igualmente conforme con que la independencia e imparcialidad del juez son presupuestos necesarios para “hacer justicia”, en definitiva, para que las personas puedan tener un juicio justo, que es de lo que se trata. Es un pre derecho de las personas, como bien dice. El problema es que el Poder Judicial, en este país, como en muchos, no está configurado como un verdadero poder, si fuera así, tendría plena autonomía para su gestión, con todo lo que ello implica : medios y presupuesto propios para cumplir con su función, sin tener que pedir. Por eso, los miembros del Poder legislativo y Ejecutivo no tienen asociaciones, ya que no las necesitan. Si otros son los que dan los medios, les imponen las condiciones de trabajo, etc.. es lógico que puedan defenderse de ello.
        El CGPJ es una pieza clave para que las condiciones en que los jueces desarrollen sus funciones sean propicias para resolver y juzgar con independencia e imparcialidad. Por eso es importante quien elige a sus miembros, entre otras cosas.
        Y, a propósito del corporativismo y elección del CGPJ por los jueces (en la proporción que toca) y la elección de los presidentes de los Tribunales por los propios jueces que lo componen (en relación con la reforma de la LOPJ que se pretende): se acaba de publicar el Reglamento de funcionamiento del Tribunal Europeo de la Función Pública, en el que se establece que sean los propios jueces quienes elijan a sus presidentes. No es nada anómalo, es lo normal, para preservar de injerencias ajenas y la apariencia de independencia e imparcialidad. http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=OJ:JOL_2014_206_R_0001&from=ES

        Aprovecho para facilitar al autor del post., por su valentía y claridad.

      • Pepe Serrano
        Pepe Serrano Dice:

        La separación de poderes es un principio esencial en un régimen democrático. El sistema actual de nombramiento de miembros del Tribunal Constitucional y del Consejo General,del Poder Judicial va en contra de los principios de un verdadero Estado de Derecho. Y creo que son los jueces los primeros que deben oponerse a este sistema, porque son los más interesados en su prestigio y porque tienen en sus manos tomar la iniciativa de no aceptar nombramientos hechos por los partidos, o por los poderes Ejecutivo y Legislativo. Así que ¡adelante, señores Jueces y Magistrados!

      • de Lege Ferenda
        de Lege Ferenda Dice:

        Fue sobre el año 1980. Se crean los TSJs. Sus primeros tres Magistrados -Sala de lo Civil y oenal, la que juzga aforados de la CC.AA; entre ellos, Jueces- fueronelegidos por los Parlamentos autonómicos; hay casos de vicepresidentes de Parlamentos que fueron nombrados Magistrados en aquellas primeras ternas.

        Nace roto; va a peor.

        En este caso, sea o no la Función ejercida por este Poder del Estado, Servicio Público, sabemos cuando se empezaron a torcer las cosas: inicialmente. Hay otros casos no tan claros. Por ejemplo, ¿cuando nuestro Derecho a la Libertad de Información se convirtió en el Derecho de otros a mantenernos desinformados?

        Exigimos a nuestros Jueces un valor fuera de lo habitual. ¿Tenemos derecho a hacerlo? Porque no olvidemos la premisa inicial: El Poder Político se ha establecido como jerarquía en las cúpulas de nuestro Poder Judicial. Desde esa atalaya, vigilan a nuestros Jueces. Premian y castigan.

        La pelota está en nuestro tejado; en el de los ciudadanos, que hemos de apoyar a nuestros jueces. A los nuestros, no a los que vigilan y controlan la independencia.,- y por ello, agreden la imparcialidad de la Función Judicial- de los Jueces de base.

        El Corporativismo es otra cosa. Aunque parezca gravitar sobre el mismo centro, gira de manera excéntrica. Problema distinto e igualmente importante.

        Saludos

      • Di Pietro
        Di Pietro Dice:

        Me alegro de la postura de JpD, más vale tarde que nunca. Y la unión hace la fuerza. La verdad es que esta asociación no es de mis preferidas, reconozco su valentía en ocasiones, pero debería ser más rigurosa, menos sectaria y en ocasiones es excesivamente política. Tampoco me convence la APM, donde en los últimos años lo único que se ve es una actitud silente, servil y cobarde debido a la cual se está quedando sola en todas sus actuaciones. Incluso en ocasiones sus asociados le están dando la espalda pues últimamente no se sabe si defiende los intereses del PP o los de sus asociados y jueces en general. Soy consciente de la importancia de que la judicatura comunique, explique, y el miedo que algunos tienen a esto. El poder siempre ha querido que los jueces estén calladitos y atados y bien atados. Palo y zanahoria, como dijo el Presidente Lesmes. Que hoy por hoy son un blanco fácil y débil, se dice que el problema es de la Justicia y eso de que “se acata pero no se comparte”, aunque luego en muchas ocasiones todo venga por una mala técnica legislativa, por falta de medios o por multitud de palos en las ruedas. Vaya a ser que resulte que contesten estos listillos y nos dejen con las vergüenzas al aire.

        Sobre la opinión del Sr. Jesús Casas, muy de acuerdo con “juez”. Recuerdo nuestro debate en la huelga de jueces. La verdad, me sorprende ya que justificó la última huelga de jueces como defensa, y aunque esté en desacuerdo en general con ese derecho a huelga o a asociación, llamó incluso a salir a la calle a sus señorías con las togas puestas como en Egipto, algo que puede considerarse más radical.

        En su momento le plantee una pregunta, y no recibí contestación. Desde entonces la situación no ha ido a mejor, sino que no hace más que empeorar y el peligro de perder la poca independencia judicial que resta es bastante tangible con las reformas que se pretenden de la LOPJ, la 4/2014 ya aprobada.

        La pregunta era, ¿qué medidas adoptar? ¿Qué medidas le queda a la Justicia para su defensa frente a otros poderes? ¿De verdad cree usted una manifestación de togas sería más efectiva que una huelga o una protesta y declaraciones de las asociaciones? ¿Y no sería muy dudosa su legalidad?

        http://hayderecho.com/2013/02/19/jornada-de-huelga-convocada-por-asociaciones-de-jueces-y-fiscales/

        Un saludo

  6. Pepe Serrano
    Pepe Serrano Dice:

    La separación de poderes es un principio esencial en un régimen democrático. El sistema actual de nombramiento de miembros del Tribunal Constitucional y del Consejo General,del Poder Judicial va en contra de los principios de un verdadero Estado de Derecho. Y creo que son los jueces los primeros que deben oponerse a este sistema, porque son los más interesados en su prestigio y porque tienen en sus manos tomar la iniciativa de no aceptar nombramientos hechos por los partidos, o por los poderes Ejecutivo y Legislativo. Así que ¡adelante, señores Jueces y Magistrados!

  7. de Lege Ferenda
    de Lege Ferenda Dice:

    Fue sobre el año 1980. Se crean los TSJs. Sus primeros tres Magistrados -Sala de lo Civil y oenal, la que juzga aforados de la CC.AA; entre ellos, Jueces- fueronelegidos por los Parlamentos autonómicos; hay casos de vicepresidentes de Parlamentos que fueron nombrados Magistrados en aquellas primeras ternas.
    Nace roto; va a peor.
    En este caso, sea o no la Función ejercida por este Poder del Estado, Servicio Público, sabemos cuando se empezaron a torcer las cosas: inicialmente. Hay otros casos no tan claros. Por ejemplo, ¿cuando nuestro Derecho a la Libertad de Información se convirtió en el Derecho de otros a mantenernos desinformados?
    Exigimos a nuestros Jueces un valor fuera de lo habitual. ¿Tenemos derecho a hacerlo? Porque no olvidemos la premisa inicial: El Poder Político se ha establecido como jerarquía en las cúpulas de nuestro Poder Judicial. Desde esa atalaya, vigilan a nuestros Jueces. Premian y castigan.
    La pelota está en nuestro tejado; en el de los ciudadanos, que hemos de apoyar a nuestros jueces. A los nuestros, no a los que vigilan y controlan la independencia.,- y por ello, agreden la imparcialidad de la Función Judicial- de los Jueces de base.
    El Corporativismo es otra cosa. Aunque parezca gravitar sobre el mismo centro, gira de manera excéntrica. Problema distinto e igualmente importante.
    Saludos

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