Como una tránsfuga del PSOE colabora con el PP en el engaño de Brunete

España es un país invadido por la corrupción política. Ayer pude vivirlo directamente en el Pleno del Ayuntamiento de Brunete. Había sido convocado a propuesta de UPyD —y sólo con el apoyo de IU—, para solicitar que se abriera una comisión de investigación sobre el intento de compra por parte del alcalde, Borja Gutiérrez (PP), a la concejala de UPyD. Con el apoyo cómplice de la tránsfuga del PSOE, Silvana Batistelli, el PP consiguió frenarla.
 
El Pleno estaba lleno. El alcalde, al que se veía con nervios contenidos —seguramente, porque su partido acababa de exculparle de cualquier responsabilidad—, dio la palabra al portavoz de UPyD para que explicara su propuesta. Mientras éste hablaba, la clá que se había llevado el alcalde empezó a llamarle “imbécil” y a lanzar otros improperios contra la concejala que había denunciado la corrupción. Entre tanto, el alcalde se permitía sonrisitas y gracietas, como si de lo que se estaba hablando —una investigación sobre comportamiento corrupto— no tuviera importancia, como si no fuera con él.
 
Cuando el concejal de UPyD terminó su exposición, tomó la palabra la concejala tránsfuga del PSOE, a la que en todo el pleno no dejaron de temblarle las manos: expulsada hace unas semanas de su grupo, llevaba ya unos meses votando a favor de las iniciativas del Partido Popular o absteniéndose, para permitir que salieran adelante. Battistelli justificó su conducta afirmando que lo hacía por el “interés del pueblo”. En esta ocasión, además, había hecho varias propuestas para la comisión plenamente coincidentes con la estrategia del PP, que pretendía cuestionar el comportamiento de los concejales de UPyD que han denunciado el intento de corrupción.
 
Tras esta intervención, participaron los portavoces de IU y del PSOE,  para mostrar su apoyo a la creación de la comisión de investigación. Luego vino el PP. Su portavoz –que, obviamente, anunció el rechazo a la investigación- defendió a su alcalde, atacó a quienes habían denunciado la corrupción y trato de confundir, reduciendo el asunto a un tema de denuncias cruzadas; como si la denuncia por un intento de corrupción –apoyada en ocho horas de grabaciones que todo el país ha podido escuchar- fuera igual al intento del alcalde -pillado con las manos en la masa- de defenderse, negando las evidencias.
 
Todo parecía ya claro, pero faltaba un último detalle, que remató la escena berlanguiana: la consumación de la farsa del PP y su acompañante, la concejala tránsfuga del PSOE —unos hechos que ya debería estar investigando la fiscalía anticorrupción—. El alcalde arrancó asegurando que la propuesta de UPyD no era democrática, sino “totalitaria”. Y que no se había negociado con él el contenido de la comisión de investigación. Un absurdo más. Primero, porque la propuesta se había enviado a todos los grupos del Ayuntamiento con muchos días de antelación y todos habían tenido ocasión de proponer cambios, como de hecho hicieron el PSOE y Battistelli —a las órdenes del PP—, pero no directamente el PP. Segundo, porque lo suyo es que quien va a ser  investigado por corrupción no fije el objeto de lo que ha de ser investigado. Con todo, lo concejales de la oposición dieron a Gutiérrez la oportunidad de mencionar allí mismo los cambios que considerara necesarios, para introducirlos en el momento. Sorpresa: se negó. Tenía ya definida su estrategia, que consistía en aprobar una comisión de investigación, pero sin objeto que investigar: algo así como hacer un cocido sin garbanzos o un pan sin trigo.
 
Se consumó la farsa, para lo cual, el PP contó con el apoyo de la exconcejala socialista —aplaudida a rabiar por la clá del PP—, a la que el alcalde llegó a indicar de viva voz cómo debía votar, para que no se equivocase y se ajustara a la estrategia previamente pactada. Ya tenía lo que quería. Podía anunciar que había una comisión de investigación —viva la regeneración, viva la transparencia—, aunque sea una pantomima: una comisión vacía, nula de pleno derecho por carecer de objeto, que no podrá investigar sobre nada. Eso sí: un titular con el que poder seguir engañando a la gente. Más aplausos cerrados de sus fans, que Telemadrid compró, ya que tras el Pleno sólo recogió declaraciones del alcalde.
 
Esta forma soez de engañar y manipular a la ciudadanía sólo es posible porque en España los principales dirigentes amparan la corrupción. Un mal que está pudriendo nuestras instituciones y que a afecta directamente a la sociedad. Hay que preguntarse por qué Esperanza Aguirre e Ignacio González han defendido al alcalde ‘presuntamente’ corrupto de Brunete, por qué permiten que las huestes del PP le aplaudan y le apoyen —y hasta le jaleen—, por qué atacan y desprestigian a quienes denuncian la corrupción. Yo no tengo dudas sobre ese porqué: se han beneficiado durante años de la corrupción impune y de la forma en la que ha corroído la sociedad y ahora ni quieren ni pueden parar el enorme engranaje.
 
En estas condiciones, hay que tener mucho valor para denunciar la corrupción; hacerlo tiene casi siempre un coste muy alto. Ahora, si permitimos que ganen, si a personas como el alcalde de Brunete se les permite seguir en política, si Esperanza Aguirre sigue sin pagar por haberse apoyado durante años en personajes turbios y corruptos… Si esto sigue así, nuestro país terminará mal. Pero no va a ser. Estoy seguro que hay una parte de la sociedad que va a reaccionar. Nos va el futuro en ello.
 
 
 
 
 

5 comentarios
  1. De Lege Ferenda
    De Lege Ferenda Dice:

    Alabo su optimismo.
    Pero, en realidad, es simplismo.
    En Brunete, la mayoría social es “fan” del PP.
    A esos ciudadanos, les da igual como ganen “los suyos”, lo importante es que ganen.
    Hooligans.
    Veremos que pasa en las municipales.
    Hace unas semanas, durante la pantomima que elevó al tal Sánchez a los altares del corrupto P$OE, me enteré de que los hooligans -o militantes- del P$OE en todo el estado, no llegan ni a 200.000. Y de esos, a saber cuantos estaban muertos (sí, en el P$OE el voto de los difuntos gana elecciones “internas”.
    Aquí está el verdadero cáncer. En una ciudadanía más atenta a la telebasura y el futbol que a su futuro y al de sus hijos.
    Esto no se arregla manifestándose. Al final las manifestaciones se convierten en enfrentamientos de los Hunos con los Hotros.
    Esa es la “Democracia de Partidos”, verdadero mal que nos sangra el alma.
    Se exige democracia interna a las asociaciones; se exige una apertura a las incorporaciones de asociados; en realidad, se facilita la infiltración de canallas en los movimientos sociales.
    Pero en los Partidos en que se basa el fraude democrático del constituyente, todo vale.
    En fin, estamos en agosto, no se olviden de leer los diarios oficiales.
    Gracias por el post.

  2. Stravrogin Iglesias
    Stravrogin Iglesias Dice:

    Esto es un caso más. Eso es lo más triste que se puede decir. Y lo de triste no es una forma de hablar, es el resultado de una continua degradación.
    A día de hoy los únicos partidos/plataformas que no despiertan mi repulsa y que tampoco parecen moverse en los extremos “idealistas” o “absurdos” son UPYD y Ciudadanos. No sé si ellos serán como los demás, lo que parece más claro es que les queda un amplio, largo y duro camino por recorrer para poder acceder a una mayoría que permita cambiar el estado de cosas actuales de “este país”. Desde la forma de Estado, las instituciones clave, hasta la corrupción o la percepción del ciudadano de la forma correcta de hacer política y concebir un país, todo parece una tarea de titanes. El camino ojalá fuera sólo largo y duro; me temo que también es imposible. Se necesitan entre 9 y 10 millones de votos para poder “hacer algo” en el parlamento, y los partidos anteriores apenas llegarán a 1.3-1.4…
    ¿Qué hacer?

  3. O,Farrill
    O,Farrill Dice:

    El transfugismo es una figura que demuestra el “carajal político” en que nos movemos donde, por una parte, el elegido lo es PORQUE UN PARTIDO LO HA METIDO EN SUS LISTAS, NO POR MERITOS PROPIOS que quedarían inéditos en el sistema electoral que tenemos. Por eso, si nos atenemos a la aplicación de las normas y reglamentos como única forma “seguridad jurídica” nos encontramos ante la contradicción de que el escaño es personal, cuando en realidad es consecuencia del reparto partidario. En un sistema dominado por los partidos (o sus cúpulas) y un sistema electoral hecho a su medida, nadie puede arrogarse moralmente ser elegido por el pueblo o en representación del pueblo; en todo caso en representación de su partido y, en ese caso, ¿porqué no reducimos la representación parlamentaria a los portavoces de cada formación? Porque eso es la realidad del sistema parlamentario que tenemos.

    • de Lege Ferenda
      de Lege Ferenda Dice:

      Porque la apariencia lo es todo; para la mayoría. Y es la mayoría acrítica a la que afecta medularmente la tan traída “Disonancia Cognitiva”.
      Desgraciadamente.
      No veo posible cambiar desde dentro del sistema.
      El verdadero cambio es interior. Y ese cambio se hace posible tras tocar fondo.
      … será que aún no lo hemos tocado …

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