Verdades y mentiras de la lista falciani

Una cosa es la lista Falciani y otra, muy distinta, la utilización partidista o periodística que se hace de ella. Cuando un nombre aparece en la lista, el individuo queda ya estigmatizado y obligado a dar explicaciones sobre si su actividad financiera o su relación con la entidad bancaria HSBC se ha ajustado a la legalidad. Es decir, el mero hecho de aparecer en la lista implica una presunción de culpabilidad. Esto es algo que el Sr. Falciani y las autoridades tributarias que han utilizado, a veces de forma ilegítima, esa lista con fines recaudatorios, hubiesen debido tener en cuenta. Es probable que determinadas personas puedan solicitar responsabilidades por ello.

Cuando a esto se le añade la difusión periodística, el daño que puede producir, de no ser ciertos los datos, o incluso por el mero hecho de salir publicitado, puede llegar a ser inmenso. El diario El Confidencial viene ofreciendo por entregas una serie de nombres con el mensaje explícito que se trata de defraudadores, por tener, o haber tenido, cuentas fuera de España. Pueden dar las explicaciones que quieran, pero el mero hecho de salir en la lista, junto a verdaderos defraudadores o incluso delincuentes, provoca un daño irreparable.

Mi nombre ha salido publicado por ese diario y, al día siguiente, publicitado por ABC. Es cierto que El Confidencial ha publicado una nota aclaratoria mía –incompleta- que en nada palia el daño producido. El diario ABC, como era de esperar, se negó a aclarar nada. Este es el periodismo que ahora se estila en algunos medios. La noticia fue amplificada por la Cuatro y por la Sexta, especialmente en el programa El Intermedio.

¿Y qué se puede hacer cuando te encuentras en medio de una situación así? Desgraciadamente, nada. Si demandas judicialmente, lo más probable es que las acciones judiciales, al tratarse de personas públicas como es mi caso, no prosperen. En cualquier caso, dependerá de la “suerte” con el juez o magistrados que te toquen para enjuiciar los hechos. Si se trata de jueces o magistrados honestos es probable que, si además son diligentes, se miren el asunto y juzguen con cordura. Pero también es muy probable que el juez sea partidista, o que las carreras de los magistrados dependan de políticos que miraran con lupa lo que hicieron o dejaron de hacer, a quien han favorecido y a quien no. Esta es la justicia “ad hominem” que en tantas ocasiones se imparte ahora en España.

La única solución es dedicarle tiempo y paciencia, en sitios como “¿Hay Derecho?”, para hacer pedagogía y explicar lo evidente. Y esto es lo que voy a intentar hacer a continuación. Se refiere El Confidencial a la aparición de mi nombre en la lista Falciani por una cuenta que, según una información filtrada, mantuve entre los años 1992 y 1994 en el banco HSBC. La noticia viene aderezada con referencias al caso Gürtel del que he escrito en varias ocasiones, por un lado; y a Guillermo Luca de Tena, del que fui abogado, por otro, que al parecer tenía una cuenta en ese banco. La consecuencia que extrae el lector es obvia. Pero los hechos no son como se dan en la noticia.

Así, resulta que nunca he tenido abierta cuenta alguna en el banco HSBC. Sí la tuve, en cambio, en National Republic Bank of New York, sucursal de Ginebra, que fue vendido por su propietario Edmond Safra –al que conocí- a HSBC en 1999 cuando yo ya no tenía relación alguna con esa entidad. Abrí esa cuenta para poder percibir unos honorarios profesionales, 30.000 €, (cinco millones de pesetas al cambio), derivados de mi actividad profesional como abogado hace 23 años. Dichos emolumentos fueron traídos y declarados oportunamente en España. ¿Dónde está la ilegalidad?

También debo aclarar que, al contrario de lo que se afirma en El Confidencial, yo no he sido nunca abogado de Luis Bárcenas. En las actuaciones derivadas del caso Gürtel intenté colaborar con mi partido entonces, el PP, por petición expresa de su presidente, y hoy presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al que siempre aconsejé trasparencia y colaboración con la justicia. ¿Qué tiene que ver esto con la lista Falciani?

Referente a Guillermo Luca de Tena,  del que como también se dice en la noticia que fui abogado, eso sí es cierto. Fui su abogado y, sobre todo, amigo a lo largo de más de treinta años. Creo que su honestidad, que le llevó a situaciones patrimoniales muy difíciles para salvar ABC, está fuera de duda. A él, que murió hace años, si se le relaciona con una cuenta en el HSBC, pero no se menciona, o se hace muy de pasada, que regularizó esa situación anómala. Ni se investiga sobre el origen de esos fondos que, por lo que yo conozco, procedía de su padre, Juan Ignacio Luca de Tena, que lo llevó a Suiza al caer la Monarquía en 1931.

Y puestos a aclarar, quiero que sepan los lectores de ¿Hay Derecho? que he hecho mis declaraciones de Renta cada año, incluyendo los honorarios que por imperativo de clientes internacionales me han sido abonados en otros países. Y a mis declaraciones me remito. Por último, puedo afirmar que siempre que se ha solicitado, por el Congreso de los Diputados, partidos políticos, jueces o fiscalía anticorrupción, mi colaboración en determinadas investigaciones escandalosas de corrupción, o para cualquier tema, he prestado mi desinteresada ayuda y lo seguiré haciendo.

Se atribuye al almirante Méndez Núñez esa frase que procuro tener como divisa: “Más vale honra sin barcos, que barcos sin honra”. Como consecuencia de ello a veces he salido hecho añicos del empeño.

19 comentarios
  1. Escotero
    Escotero Dice:

    Ante todo, lamentar la situación periodística imperante en nuestro país. Aquello de que “que la realidad no te estropee un buen titular”. En segundo lugar, lamentar la situación de la Justicia en España que causa, en muchos casos, la indefensión ante las trapacerías de nuestros días.
    Agradezco sus explicaciones públicas, sin embargo, también le agradecería se extendiera un poco en lo referente a: “incluyendo los honorarios que por imperativo de clientes internacionales me han sido abonados en otros países”.
    No pertenezco al mundo de las asesorías jurídicas y/o económicas, mucho menos de las internacionales, quizá por ello no se me ocurren razones que puedan tener clientes internacionales para plantear dificultades a la hora de efectuar el pago en cuentas radicadas en España, 8-o

    • Jorge Trias Sagnier
      Jorge Trias Sagnier Dice:

      En 1992, hace 23 años no se solían hacer hojas de encargo profesionales ni el modo de pago de honorarios. Finalizado el asunto, si no había mediado provisión de fondos, cobrábamos como podíamos y los clientes, solucionado el asunto, pagaban como le daba la gana. Yo me he encontrado a lo largo de más de 40 años de vida profesional, y sigo en activo, con las más variopintas situaciones, algunas cómicas, otras tristes, que un día contaré. Gracias por su comentario

  2. Antonio
    Antonio Dice:

    La máquina de triturar carne ya se ha puesto en marcha. Cuando yo hacía la carrera de Derecho, estudiaba en los manuales que la presunción de inocencia debía desplegar sus efectos no solamente en el ámbito penal, sino que se trataba de un principio que, por su importancia en una sociedad democrática, debía tenerse en cuenta en todos los ámbitos de la vida de los ciudadanos. Pues bien, hoy basta con poner cualquier tertulia de radio o de televisión para escuchar a los todólogos de guardia pontificar que hay conductas que merecen ser castigadas por el tribunal de la opinión pública y a la vista de todo el mundo para mayor ejemplaridad (la llamada “pena de telediario”). Eso sí, siempre que el presunto sea de los adversarios, porque como sea de mi cuerda, resulta muy socorrido acudir a los “errores de tipo ético” y gilieufemismos similares…

  3. Jesús Casas
    Jesús Casas Dice:

    Como conozco personalmente al autor de este post, no me pronunciaré sobre su caso, sino sobre la cuestión que plantea, aunque creo que lo jugoso va a ser el comentario del Sr. Oquendo. Cuando un medio publica cualquier noticia, que no necesariamente tiene que ser cierta, se expande como la tinta no sólo en otros medios, sino en las redes sociales. La mejor expresión gráfica de esto es la escena de la película “Doubt” (basada en una obra de teatro de JP Shanley) en la que el el Padre Flynn explica a la hermana Aloysius qué sucede con las plumas de una almohada cuando son lanzadas el viento. O “La Caza” de Vintenberg, que explica la misma idea: una vez perpetrada la difamación, ya no tiene remedio. ¿Son rigurosos investigadores los periodistas que escriben noticias?¿Son los medios de comunicación inocentes y neutrales depositarios del “cuarto poder”? No y no. ¿Es el sistema judicial eficaz y reparador? No. Por tanto, en los casos de personas difamadas se produce una injuria irreparable y no neutra: a uno le pueden señalar, no hablar, no contratar o hasta insultar o agredir. La masa rugiente (que la falta de atención a la educación ha creado y rematado con el destrozo de las clases medias) tiene hambre voraz y quiere cabezas para saciarse. Y quiere cabezas determinadas: no la de Messi o Neymar, ni la de Monedero (qué apellido tan bien traído, por cierto) que están indultados por la grey “a priori”, sino la de cualquiera que no se avenga a mancharse en el barro. Se trata, al final, de esto que vengo diciendo: algunos se han dado un festín y se han roto platos. Los tenemos que pagar los que ni estuvimos en la fiesta ni hemos roto ninguno, así que nos tiene que dar susto o muerte, Falciani, Montoro, Piketty o Monedero, para no hablar de Gestha. No sea que a alguno le vaya a dar pánico que venga otro 1931 y estén pensando en reorganizar legalmente su patrimonio fuera para exiliarse cuando la melancolía no sea suficiente. 720, “exit tax”. Quieren (necesitan) nuestros ahorros y se los están quedando. Degradación del honor civil por escrito y con publicidad por si acaso alguien tiene dudas que se ande con ojito.

    • O,Farrill
      O,Farrill Dice:

      Coincidiendo con su comentario me gustaría saber porqué se incluye a Monedero. Hasta ahora, lo que parece haber hecho, es lo que hacen todos: buscar la forma menos gravosa de cumplir con Hacienda ¿o no? Las “complementarias” y “paralelas” están al orden del día. Lo que ocurre es que, como Vd. mismo señala, unos son de “los nuestros” y otros “los contrarios” y ya se sabe…. La objetividad al juzgar conductas ajenas es el principio de la Justicia y, desde luego, no parece estar de moda. Un saludo.

  4. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Si lo pensamos bien es un poco bochornosa nuestra actitud ciudadana. Ayer Salvador Sostres, en El Mundo, decía, con innegable razón, que lo peor de la lista de Falciani es no estar en ella.

    Con qué facilidad caemos en la manipulación de los instintos. ¿A quién le importa fisgar en vidas ajenas? Pues a juzgar por la programación televisiva a la mayoría de la población.

    Hace años que di aquí un dato real que define a nuestra sociedad pretenciosa. El 90% del PayPerView en TV de pago es Porno y Fútbol al 50%.

    Ante este estado de cosas la actitud que nos lleva a la melancolía es la redentora porque alguien con sentido práctico reconocería lo que es bien sabido: Hay países para ganar dinero, Países para gastarlo y Países para Guardarlo.
    Y rara vez coinciden. Es una pena pero así es.

    La culpa no es de quien vota con los pies. Es de quien produce el entorno que les obliga a hacerlo.

    Esto de Falciani me recuerda la historia de un buen amigo barcelonés, pintor de cierto renombre –y precios para figurar en la “lista”–, que tiene su taller en un pueblo de Gerona y cuando apaga las luces para irse a dormir siempre ve moverse los visillos de la casa del carnicero al otro lado de la calle. Alguien está interesado en los avatares del pintor y tal como está la cosa no sabremos nunca si es el carnicero o la carnicera. Pero alguien es.

    Hace unas semanas Isabel Pantoja entró a cumplir pena, Bárcenas salió de la cautelar. La calle ya los ha llevado a los altares de la memoria. No pasa nada. Es nuestra mejor tradición. En Azpeitia se sacan fotos y les bailan el Aurresku. ( https://www.youtube.com/watch?v=7IS9RGvmeWg ) en muchos lugares de España gobiernan.

    Un espectáculo, señores. Nos guste o no, nuestros gustos nos delatan.

  5. Marcos
    Marcos Dice:

    1.- Totalmente de acuerdo con la crítica del Sr. Trías al lamentable tratamiento periodístico de la lista y los daños, irreparables, que para muchas personas puede haber causado.

    2.- Simplemente decir al Sr. Trías,con el mayor de los respetos, que no parece muy adecuado que, por un lado critique la generalización no contrastada de la información periodística tildando a todos de defraudadores y que, por otro lado, vierta una opinón tan general y pesimista sobre los jueces, dejando caer que es probable que la mayoría de ellos sigan criterios políticos. Simplemente creo que no ha sido acertado.

  6. Marcos
    Marcos Dice:

    1.- Totalmente de acuerdo con la crítica del Sr. Trías al lamentable tratamiento periodístico de la lista y los daños, irreparables, que para muchas personas puede haber causado.

    2.- Simplemente decir al Sr. Trías,con el mayor de los respetos, que no parece muy adecuado que, por un lado critique la generalización no contrastada de la información periodística tildando a todos de defraudadores y que, por otro lado, vierta una opinón tan general y pesimista sobre los jueces, dejando caer que es probable que la mayoría de ellos sigan criterios políticos. Simplemente creo que no ha sido acertado.

  7. KC
    KC Dice:

    Otra cosa interesante que podríamos extraer de todo el tema Falciani es lo alejada que está la teoría liberal/socialista clásica de su práctica y poder observar como en España el liberalismo/socialismo clásico se ha ido pervirtiendo a una escuadrilla de ladrones y delincuentes de primera mano a los que poco importa ya el buen funcionamiento de un sistema. El cinismo de unos señores hablando de antisistema sobre otros, cuando estos primeros han vivido de todo tipo de manipulaciones, maniqueísmos, acciones tramposas y damesydaretes es sencillamente acongojante (y tener que ver a algunos en los medios da una sensación entre pena y asco que produce algo así entre arritmias, retortijones y arcadas). También causa cierta sensación extraña tener que leer todo tipo de lloros de gente que ha vivido realmente bien gracias a todo tipo de acciones que no tienen que ver con la objetividad de los mercados, sino con las más burdas de sus manipulaciones, sea aquí o allí (mientras por detrás iban lanzando proclamas dogmáticas de cómo debían hacerse las cosas). Y es que ese es el gran problema de España, al igual que Italia, Grecia o Portugal: el sistema funciona perfectamente, podría hacerlo mucho mejor, pero cuando dejas que diferentes sagas de delincuentes, que por alguna razón creen ser tocados por alguna varita (esto la Psicología empieza a explicarlo muy bien), maneje los hilos de un Estado, lo que acaba por suceder es que a la bicicleta, que podría funcionar muy bien si se hiciera de ella un uso correcto, acabe por salírsele la cadena porque algunos imbéciles se empeñan en pedalear al revés.
    Dicho esto, mi comentario no tiene nada que ver con esta entrada, ni su autor, sino con lo que también se desprende de la forma de actuar de según qué camaleones a raíz de experiencia vital (como si a mí la lista Falciani me fuera a contar algo nuevo, oiga). La lista Falciani es un punto minúsculo en todos estos procederes que posiblemente lleven funcionando más de un siglo.

    • de Lege Ferenda
      de Lege Ferenda Dice:

      Estimado KC, añadiría algo a su reflexión: Por su shechos los conoceremos. Lo primero que hizo el tipejo, tras robar los datos personales de decenas de miles de personas, ¡¡FUE MONTAR UN PARTIDO POLÍTICO!! (el de la “X”, que abogaba por la transparencia -no es de coña- y que ahora se deja querer por los Podemitas).

  8. KC
    KC Dice:

    Otra cosa interesante que podríamos extraer de todo el tema Falciani es lo alejada que está la teoría liberal/socialista clásica de su práctica y poder observar como en España el liberalismo/socialismo clásico se ha ido pervirtiendo a una escuadrilla de ladrones y delincuentes de primera mano a los que poco importa ya el buen funcionamiento de un sistema. El cinismo de unos señores hablando de antisistema sobre otros, cuando estos primeros han vivido de todo tipo de manipulaciones, maniqueísmos, acciones tramposas y damesydaretes es sencillamente acongojante (y tener que ver a algunos en los medios da una sensación entre pena y asco que produce algo así entre arritmias, retortijones y arcadas). También causa cierta sensación extraña tener que leer todo tipo de lloros de gente que ha vivido realmente bien gracias a todo tipo de acciones que no tienen que ver con la objetividad de los mercados, sino con las más burdas de sus manipulaciones, sea aquí o allí (mientras por detrás iban lanzando proclamas dogmáticas de cómo debían hacerse las cosas). Y es que ese es el gran problema de España, al igual que Italia, Grecia o Portugal: el sistema funciona perfectamente, podría hacerlo mucho mejor, pero cuando dejas que diferentes sagas de delincuentes, que por alguna razón creen ser tocados por alguna varita (esto la Psicología empieza a explicarlo muy bien), maneje los hilos de un Estado, lo que acaba por suceder es que a la bicicleta, que podría funcionar muy bien si se hiciera de ella un uso correcto, acabe por salírsele la cadena porque algunos imbéciles se empeñan en pedalear al revés.
    Dicho esto, mi comentario no tiene nada que ver con esta entrada, ni su autor, sino con lo que también se desprende de la forma de actuar de según qué camaleones a raíz de experiencia vital (como si a mí la lista Falciani me fuera a contar algo nuevo, oiga). La lista Falciani es un punto minúsculo en todos estos procederes que posiblemente lleven funcionando más de un siglo.

  9. de Lege Ferenda
    de Lege Ferenda Dice:

    Estimado compañero, estamos es un tiempo en el que ya no merece la pena ejercitar el derecho de rectificación. Por breve que sea el plazo entre la publicación de la “falacia” y su rectificación, la noticia habrá muerto, consumida y excretada. La rectificación lo único que aportará será más carnaza.
    Ayer, personalmente, viví una situación que nunca habría creído posible.
    Presentamos una Querella en el Tribunal Supremo contra la Ex-Ministra de Sanidad, Ana Mato, la ex-Presidenta de la Agencia Española del Medicamento, Pilar Farjas, la Directora de la misma Agencia, el representante legal de la farmacéutica Gilead, así como contra la propia mercantil Gilead. Nadie más (por el momento).
    La noticia salió en todos los medios. Pero todos ellos dieron una noticia falsa. Supongo que la que les interesaba. ¡Que la verdad no impida una buena noticia!.
    No cuentan -todos- que la querella lo fue contra el actual Ministro de Sanidad y contra los Consejeros de la CIPM (Consejeros autonómicos de Sanidad). Mienten todos. ¿Y? Y nada. Solo mienten. Todos.
    La Querella se puede ver en el enlace de mi Nick. Los medios también pueden leerla y conocer la verdad. Pero no, no interesa.
    En fin, es la realidad. No tenemos Derecho a Información veraz, sino que tenemos la obligación de tragarnos los sapos que para nosotros establezcan los titulares del derecho a mentirnos a gran escala.
    Saludos.

  10. de Lege Ferenda
    de Lege Ferenda Dice:

    Estimado compañero, estamos es un tiempo en el que ya no merece la pena ejercitar el derecho de rectificación. Por breve que sea el plazo entre la publicación de la “falacia” y su rectificación, la noticia habrá muerto, consumida y excretada. La rectificación lo único que aportará será más carnaza.
    Ayer, personalmente, viví una situación que nunca habría creído posible.
    Presentamos una Querella en el Tribunal Supremo contra la Ex-Ministra de Sanidad, Ana Mato, la ex-Presidenta de la Agencia Española del Medicamento, Pilar Farjas, la Directora de la misma Agencia, el representante legal de la farmacéutica Gilead, así como contra la propia mercantil Gilead. Nadie más (por el momento).
    La noticia salió en todos los medios. Pero todos ellos dieron una noticia falsa. Supongo que la que les interesaba. ¡Que la verdad no impida una buena noticia!.
    No cuentan -todos- que la querella lo fue contra el actual Ministro de Sanidad y contra los Consejeros de la CIPM (Consejeros autonómicos de Sanidad). Mienten todos. ¿Y? Y nada. Solo mienten. Todos.
    La Querella se puede ver en el enlace de mi Nick. Los medios también pueden leerla y conocer la verdad. Pero no, no interesa.
    En fin, es la realidad. No tenemos Derecho a Información veraz, sino que tenemos la obligación de tragarnos los sapos que para nosotros establezcan los titulares del derecho a mentirnos a gran escala.
    Saludos.

    • Marcos
      Marcos Dice:

      Gracias a usted. Sólo era una observación con el mayor de los respetos. Como le decía estoy totalmente de acuerdo con su artículo y creo que ha sido valiente en escribirlo. Un saludo

  11. Nathan Jessep
    Nathan Jessep Dice:

    Vaya por delante, que en ningún caso dudo de la honorabilidad del autor de este artículo (de la cual ya ha dado numerosas pruebas) ni de que se encuentre al corriente de sus responsabilidades tributarias.

    Sin embargo, respecto de nuestra enorme capacidad de escándalo frente a que se hayan publicado estas informaciones tras haber sido robadas, creo que su publicación y la indignación tienen una razón de ser, más allá del mero “morbo” que se comentaba en un artículo anterior.

    Como ciudadano, no creo que haya necesidad de convertir esta lista en un eje de discusión o de presunción de posibles, porque entiendo que nuestro Gobierno hace todo lo posible para perseguir a los defraudadores, sean del tamaño que sean y dispone de los medios de control fiscal para poder llevar a cabo su actividad tributaria con el rigor necesario.

    Sin embargo, todos sabemos que esto no es así. La amnistía fiscal, la existencia de “cartas recomendatorias de regularización”, la existencia de paraísos fiscales o las estructuras fiscales que permiten llevarse los beneficios fuera de España logrando la menor tributación. Estas medidas (entre otras, y a mayor o menor escala) por parte del Gobierno, y otras instituciones públicas, impiden que la actividad tributaria se lleve correctamente.

    En consecuencia, no me parece de recibo la actitud de algunas de las personas que aparecen en esta lista diciendo “su publicación obedece únicamente al morbo, ya que yo ya tengo mis asuntos en regla con la AEAT tal y como tiene que ser”, cuando todos sabemos que el “como tiene que ser” es de enorme dudabilidad.

    Si las instituciones son incapaces de llevar a cabo sus funciones, tarde o temprano, parte de la ciudadanía (incluso en forma de medios de comunicación) esgrimirá las pocas armas que tiene para hacer lo que esté en su mano.

    Igual que el granjero sureño que cree que tiene derecho a armarse y a disparar al trespassor porque la policía/Estado/Gobierno no le protege lo suficiente, no me resulta del todo incomprensible el ciudadano que se cree con derecho a conocer la situación económica de “potenciales defraudadores” y, en su caso, a vilipendiarlos y a prejuzgarles.

    • Antonio
      Antonio Dice:

      De acuerdo con sus apreciaciones, Nathan Jessep, si exceptuamos el último párrafo, que me parece particularmente desafortunado.

  12. Nathan Jessep
    Nathan Jessep Dice:

    Vaya por delante, que en ningún caso dudo de la honorabilidad del autor de este artículo (de la cual ya ha dado numerosas pruebas) ni de que se encuentre al corriente de sus responsabilidades tributarias.

    Sin embargo, respecto de nuestra enorme capacidad de escándalo frente a que se hayan publicado estas informaciones tras haber sido robadas, creo que su publicación y la indignación tienen una razón de ser, más allá del mero “morbo” que se comentaba en un artículo anterior.

    Como ciudadano, no creo que haya necesidad de convertir esta lista en un eje de discusión o de presunción de posibles, porque entiendo que nuestro Gobierno hace todo lo posible para perseguir a los defraudadores, sean del tamaño que sean y dispone de los medios de control fiscal para poder llevar a cabo su actividad tributaria con el rigor necesario.

    Sin embargo, todos sabemos que esto no es así. La amnistía fiscal, la existencia de “cartas recomendatorias de regularización”, la existencia de paraísos fiscales o las estructuras fiscales que permiten llevarse los beneficios fuera de España logrando la menor tributación. Estas medidas (entre otras, y a mayor o menor escala) por parte del Gobierno, y otras instituciones públicas, impiden que la actividad tributaria se lleve correctamente.

    En consecuencia, no me parece de recibo la actitud de algunas de las personas que aparecen en esta lista diciendo “su publicación obedece únicamente al morbo, ya que yo ya tengo mis asuntos en regla con la AEAT tal y como tiene que ser”, cuando todos sabemos que el “como tiene que ser” es de enorme dudabilidad.

    Si las instituciones son incapaces de llevar a cabo sus funciones, tarde o temprano, parte de la ciudadanía (incluso en forma de medios de comunicación) esgrimirá las pocas armas que tiene para hacer lo que esté en su mano.

    Igual que el granjero sureño que cree que tiene derecho a armarse y a disparar al trespassor porque la policía/Estado/Gobierno no le protege lo suficiente, no me resulta del todo incomprensible el ciudadano que se cree con derecho a conocer la situación económica de “potenciales defraudadores” y, en su caso, a vilipendiarlos y a prejuzgarles.

  13. Klaus
    Klaus Dice:

    Lamento discrepar tanto.

    Me parece despreciable, directamente despreciable que un diputado, quien como tal debe velar por los intereses generales y representa a todos los españoles mantenga cualquier tipo de cuenta o depósito en una entidad suiza lejos de los intereses españoles y tan cerca de los propios.

    Es más, hago notar que, en el artículo, el autor no indica expresamente cuándo abrió la cuentas, hasta cuándo la mantuvo y cuándo declaró y regularizó la misma. No tiene por qué hacerlo, desde luego, pero entonces no aclara en absoluto lo que en mi opinión resulta despreciable.

    De hecho, habla de notas aclaratorias pero no aclara expresamente ninguno de los extremos que acabo de indicar.

    En mi caso no discuto la legalidad, sino la despreciabilidad de su acción hacia sus representados.

    Despreciable.

    • bloodykefka
      bloodykefka Dice:

      El problema es que hay muchos medios cuyas noticias están redactadas de tal modo que que parece que todo el que aparece en la cuenta incurre en una ilegalidad, y las personas, que muchas veces no solemos darle muchas vueltas a las cosas, nos da igual. Podíamos decir que “que importa que sea ilegal o inmoral, al fin y al cabo es malo”. Pues en este caso importa, porque estamos faltando a la verdad de la situación, pedimos soluciones que no son las acertadas y damos cancha a los políticos que se aprovechan de eso. Por eso artículos como este son necesarios. La realidad está en los matices.

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