Toca modernizar el Reglamento del Congreso

Muchos de ustedes habrán caído en la cuenta de lo anacrónico de algunas de las cosas que ocurren en el Congreso, ahora que se ha convertido (y yo que me alegro) en el foco permanente del cuarto poder, que de cuarto nada, dicho sea de paso, pónganlo más arriba.

Raudos vuelan las cámaras, los micrófonos, teléfonos y grabadoras, detrás de los diputados que, papel en mano, tienen que imprimir, firmar, cuando no recabar también la firma del Portavoz de su Grupo, y desplazarse hasta el Registro del Congreso para presentar la iniciativa política del día y que estampen en su copia el sello mojado en tinta de “REGISTRADO”.

Es decir, que en la época de las nuevas (ya no tanto) tecnologías, en la que puedes mantener una videoconferencia en tiempo real y conjunta con personas a miles de kilómetros entre sí y cerrar negocios millonarios, o puedes pagar impuestos a través de internet, ver las notas de tu hijo o los resultados de una prueba médica, resulta que un diputado no puede pedir por email o en un registro virtual, por ejemplo, la comparecencia en el Congreso de un miembro del Gobierno.

Eso, por no hablar de lo duro que resulta para un ciudadano de a pie los debates parlamentarios, faltos de agilidad, con intervenciones largas, encorsetados, sin posibilidad de interacción entre diputados. Cada cual se dedica a hablar de su libro. Para saber hasta qué punto  es duro, solo tienen que ver cómo algunos diputados se pasan las sesiones leyendo el periódico o jugando al Frozen Free Fall, como fue el caso de Celia Villalobos.

Se trata de un sistema del siglo pasado; el Reglamento del Congreso de 1982. En la pasada legislatura se empezó a tratar su reforma pero, tras sucesivas reuniones de la ponencia, quedó en punto muerto. Muchas veces a golpe de escándalo, la Mesa ha aprobado resoluciones para introducir cambios, como el que determinó la publicación de los viajes de sus señorías. Estas resoluciones son pequeños textos normativos, con sus correspondientes artículos, que interpretan ciertos partes del Reglamento, o suplen la no regulación de alguna otra cuestión.

Los siguientes puntos podrían ser algunos de los que se trataran, en mi opinión, en el debate sobre la Reforma del Reglamento que de forma inminente se iniciará en el Congreso.

-La aplicación de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) al ámbito parlamentario, no solo a nivel de funcionamiento interno, sino también por su enorme trascendencia para la potencial mejora de la participación ciudadana en los asuntos públicos y su implicación en los procesos de toma de decisiones políticas. Sirva como ejemplo el sistema de e-petitions del Parlamento de Reino Unido.

A este respecto cabría modificar el artículo 49 del Reglamento, de tal forma que la Comisión de Peticiones deje de ser una especie de buzón de reclamaciones y permita que quienes se dirijan a ella puedan comparecer en el Parlamento, así como que esta comisión pueda emitir informes sobre peticiones presentadas, pudiendo desarrollarse iniciativas sobre las mismas.

-Prohibir el “préstamo” de diputados entre grupos políticos para cumplir con los requisitos que marca el artículo 23 del Reglamento para formar grupo parlamentario. Esta práctica, aunque permitida tradicionalmente por la Mesa y sobre la que no se ha pronunciado en contra la jurisprudencia, cada vez es más definida como fraude de ley por miembros relevantes de la doctrina jurídica. En contrapartida podría estudiarse reducir los porcentajes de votos válidos y/o número de diputados exigidos para la constitución de los grupos parlamentarios.

-Endurecimiento de la regulación de las incompatibilidades de los diputados para ejercer otras actividades más allá del Parlamento. El artículo 17.2 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) establece que “el mandato de diputados y senadores será incompatible con el desempeño, por sí o mediante sustitución, de cualquier otro puesto, profesión o actividad, públicos o privados, por cuenta propia o ajena, retribuidos mediante sueldo, salario, arancel, honorarios o cualquier otra forma”. La excepción a esta regla de dedicación absoluta son “la producción y creación literaria, científica, artística o técnica” y la “administración del patrimonio personal o familiar”. Una vez que los diputados declaran sus actividades al tomar posesión, es la Comisión del Estatuto de los Diputados quien decide si las mismas son compatibles o no con su labor.

En la práctica, la regla de dedicación exclusiva ha sido más bien la excepción, y la excesiva flexibilidad de la Comisión a la hora de autorizar a los diputados la realización de actividades ajenas a las parlamentarias, junto con la falta de mecanismos de control y de sanciones para los incumplidores, ha dado lugar a casos tan escandalosos como los provocados recientemente por Gómez de la Serna.

-Establecimiento de un código de conducta en el Estatuto del Diputado, regulado en el  Título I del Reglamento, en el que, entre otras previsiones, se incluya la prohibición de que los diputados acepten regalos, viajes, u otros posibles beneficios, y se regulen los conflictos de intereses. Debe obligarse además, quizás con formularios más completos, a indicar con más detalle los intereses, bienes y derechos que los diputados deben hacer públicos.

-Controlar la asistencia de los diputados a las sesiones del Pleno y de las comisiones de las que forman parte, a semejanza de lo que ocurre en parlamento de otros países europeos de nuestro entorno como la Asamblea Nacional francesa o el Bundestag alemán, exigiéndose justificación de las ausencias e imponiendo sanciones en el caso de que éstas se realicen de forma reiterada y sin justificación. Sería recomendable, en este sentido, establecer criterios para medir la productividad de cada diputado, publicándose periódicamente informes sobre su actividad y rankings que sirvan como elementos de valoración.

-Publicación de las nóminas mensuales de los diputados en la página web del Congreso, junto con su agenda parlamentaria, que a su vez recoja información sobre los particulares, empresas o colectivos con los que se reúne, los viajes que realizan y el coste de los mismos. Actualmente solo se publica cada tres meses el importe global de los desplazamientos, sin desglosarlos por parlamentarios ni partidos, que el Congreso paga a los diputados sin que estos tengan que justificar el motivo.

-Regulación de lobbies o representantes de intereses, y la creación de un registro de los mismos.

-Para reforzar la función de control al Gobierno, se podría establecer que las preguntas al Presidente o a los ministros pudieran realizarse sin necesidad de notificación previa, permitiéndose de esta forma que los debates sean más espontáneos, no una sucesión de monólogos previsibles, de mayor actualidad y oportunidad política. Para ganar dinamización en los debates, podría permitirse la fijación de posiciones o aclaraciones al finalizar las intervenciones.

Por otra parte, podría facilitarse, reduciendo los requisitos actuales, la comparecencia del Presidente del Gobierno, que debería celebrarse al menos una vez cada periodo de sesiones, así como la creación de comisiones de investigación. Con respecto a esta última, cabe proponer la reforma del artículo 52 del Reglamento de tal forma que si la Mesa de la Comisión considerara que alguno de los comparecientes podría haber incurrido en el delito contemplado en el artículo 502.3 del Código Penal, dará traslado al Ministerio Fiscal para el ejercicio de las acciones que correspondan.

– Curiosamente los periodos ordinarios de sesiones se fijan en el Reglamento de septiembre a diciembre y de febrero a junio, dejándose por el camino enero, julio y agosto, meses en los que solo se podrán realizar sesiones extraordinarias. El artículo 61.1 debería ser modificado para reducir estos meses sin actividad. También se tendría que modificar el 62.1 para habilitar los lunes como día ordinario de trabajo, que por otra razón que desconozco se excluye expresamente dentro de los días de la semana en el que se pueden celebrar sesiones.

4 comentarios
  1. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Estando de acuerdo con la mayoría de lo sugerido por Elisa me gustaría detenerme en el punto de la automatización de procesos documentales hoy manuales para el caso del Registro o el de comunicaciones de la Ciudadanía.

    La automatización ya ha llegado a procesos creativos complejos y siempre lo hace tras la captura previa de los procesos banales. Estos proporcionan las reglas de Inferencia, los motores de IA, que luego permiten sustituir por encima.

    Por lo tanto esperamos ver pronto la sustitución de los Diputados –por sus Ipads– igual que sucede en otros ámbitos mucho más creativos y complejos. Producto este ya disponible en el mercado.

    Va saliendo a la luz que la destrucción de empleos debida a las TICs ya es más importante en los segmentos de Alta y muy Alta Cualificación.

    El futuro en este sentido ya es pasado. Está tan ahí que ya se comienza a llevar el "Indentificador-Receptor, Transmisor" incorporado como nos cuenta un popular tabloide.

    http://www.dailymail.co.uk/news/article-2934241/Swedish-company-implants-microchips-staff.html

    No hay mucho en nuestro porvenir cibernético que no tenga unos 50 años de edad conceptual, a veces más. Lo un día imaginado ya vino para quedarse y está marcando ritmos.

    Y nosotros hemos de tener en cuenta que lo que se transfiere a dichas tecnologías deja de ser Privado, Confidencial o Secreto y se convierte necesariamente en una información a…………….

    1. Disposición de Terceros.
    2. Para Siempre.
    3. Manipulable por Terceros. Es decir, susceptible de alteraciones, también retroactivas, y sin garantías verdaderas de Autenticidad.
    4. Sin certeza de que lo ha hecho o alterado su supuesto autor.

    Todo ello en un mundo en el que hace tiempo que está operativo y a disposición de grandes instituciones el Software necesario para activar nuestra infraestructura tecnológica privada cuando creemos que está apagada. Y las "Back Doors" ya no son dominio de un puñadito de expertos.

    Los procesos manuales, –a veces solo es la diferencia entre firmar en una pantalla o hacerlo en un papel–, están casi muertos…………..pero no del todo.

    Veremos que en ocasiones siguen siendo los más adecuados y, sobre todo, que el actual sistema de Poder hace esfuerzos claros para que todo se transfiera a sus dominios que, en Europa, tampoco pertenecen al viejo Estado Nación.

    Una vez que algo ha sido puesto en forma TIC…………..ya es suyo.

    A lo mejor, piensan algunos, no hacemos bien con tanta entrega confiada.

    Por varias cosas: No hay Viceversa y, como no se cansan de recordarnos, No Son de Fiar.
    Demasiada Asimetría conduce a donde todos sabemos.

    El tiempo y el espacio son de goma y cuando ambos desaparecen es que estamos en un agujero negro.

    Personalmente me gustaría preservar un poquito de ambos y cuanto más me rodea Matrix, mas añoro el papel y el lento fluir del tiempo.

    Dicho sea en términos relativos. Es decir, sin exagerar.

    Buenos días

    • De Lege Ferenda
      De Lege Ferenda Dice:

      ¿Porque he de elegir entre la pastilla roja y la pastilla azul?
      Pues porque desaparecen las escalas de grises, las posiciones intermedias, el eclecticismo.
      Formato digital; verdadero o falso. Tu voluntad reducida a un bit.
      ¿Y nuestro Derecha a la Intimidad?
      Reducido a la nada.
      ¿Alguien disconforme? No en el Parlamento. Allí se discuten cosas serias: Se discute de poltronas.
      Quizás sea hora de tomar la iniciativa política, al menos en los asuntos que no interesan a nuestros Diputados, tales como el ejercicio de los Derechos Humanos y sus garantías.

  2. Colapso2015
    Colapso2015 Dice:

    Dado no hay sistema de elección, control y revocación del "congresista", no hay; no hay. Se eligen PARTIDOS, CORPORACIONES que se integrarán en el Estado, otra corporación.
    Quizá la única reforma realmente eficaz es llamarlo: "Palacio de Exposiciones".
    Pues ni el ciudadano, ni el pueblerino pinta nada en ese reparto hecho a medida del manejable hombre masa.

    Después sorprende que se "presten diputados"; abran los ojos es el sistema. Pura corrupción al expulsar, la ética (ciudadanos y "pueblerinos") del legislativo; lo que se conoce como sociedad civil (los que pagan el Estado).

    Los caballeros asaltadores 2.0

  3. O'Farrill
    O'Farrill Dice:

    Estimada Elisa: hace ya un tiempo se celebraban en el CEPC unas jornadas sobre "ciberpolitica" con algunos entusiastas de las tecnologías por la "libertad" que suponían. No tuve más remedio que intentar aclararles lo que son y significan en desempleo, pérdida de conocimiento y, sobre todo, CONTROL DE LAS PERSONAS. Un poco más tarde estallaba el escándalo del espionaje telefónico de EE.UU. a los gobernantes de otros países. A pesar de ello, con una sociedad absolutamente manipulada por su infantilismo (con 40 años todavía se juega con las maquinitas con que jugábamos a los 10 años), seguimos jaleando la "modernidad" como supuesto progreso cuando deberíamos quizás estar buscando un Renacimiento. No sé al final que ocurrirá (o ha ocurrido ya) con la aplicación informática a los casos judiciales donde, no lo olvidemos, se juega con la vida de las personas. Una cosa es que tengamos la sabiduría para manejar a las máquinas y otra que, por ignorancia y papanatismo, sean ellas las que nos manejen a nosotros. Ya lo están haciendo. ¿Porqué todas ellas emitan órdenes para su uso? ¿No será para acostumbrarnos a obedecer? Un saludo.

  4. O'Farrill
    O'Farrill Dice:

    Estimada Elisa: hace ya un tiempo se celebraban en el CEPC unas jornadas sobre "ciberpolitica" con algunos entusiastas de las tecnologías por la "libertad" que suponían. No tuve más remedio que intentar aclararles lo que son y significan en desempleo, pérdida de conocimiento y, sobre todo, CONTROL DE LAS PERSONAS. Un poco más tarde estallaba el escándalo del espionaje telefónico de EE.UU. a los gobernantes de otros países. A pesar de ello, con una sociedad absolutamente manipulada por su infantilismo (con 40 años todavía se juega con las maquinitas con que jugábamos a los 10 años), seguimos jaleando la "modernidad" como supuesto progreso cuando deberíamos quizás estar buscando un Renacimiento. No sé al final que ocurrirá (o ha ocurrido ya) con la aplicación informática a los casos judiciales donde, no lo olvidemos, se juega con la vida de las personas. Una cosa es que tengamos la sabiduría para manejar a las máquinas y otra que, por ignorancia y papanatismo, sean ellas las que nos manejen a nosotros. Ya lo están haciendo. ¿Porqué todas ellas emitan órdenes para su uso? ¿No será para acostumbrarnos a obedecer? Un saludo.

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