La muerte de Fidel Castro

Quizás lo más chocante después de la esperada muerte de Fidel Castro a los 90 años son las reacciones de los distintos dirigentes políticos, empezando por los nuestros. Manifestaciones como las hechas a través de twitter por el Presidente Mariano Rajoy reconociendo que era una “figura histórica”, lo que es indudable, no ayudan mucho.

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Figuras históricas también lo fueron Hitler, Stalin o, por acercarnos a su zona geográfica tan pródiga en autocrátas y caudillos de todo tipo y condición, el dictador Rafael Leónidas Trujillo (al que Vargas Llosa dedicó su impresionante libro “La fiesta del chivo”). Porque lo cierto es que con independencia de cuales fueran sus intenciones y de lo corrupto que fuera el gobierno al que derrocó Castro en su día, lo cierto es que los hechos cantan, y lo que había y sigue habiendo en Cuba es una dictadura.  Y es que el dato de que una dictadura sea de izquierdas o de derechas suele ser de poco interés para los que la padecen, aunque sin duda puede dar lugar a que personas que viven cómodamente en libertad en democracias occidentales avanzadas se lancen a interesantes disquisiciones intelectuales sobre el valor las primeras.

Curiosamente, en este caso parece coincidir la declaración de Mariano Rajoy (“calado histórico”) con la de Pablo Iglesias (“referente de la dignidad”), aunque este matiza con la referencia a las sombras. Sería interesante que alguien propusiera el lunes un minuto de silencio a ver qué interesantes desproporciones se producían. tuitiglesiasVéase también el artículo homenaje de Alberto Garzón a Fidel Castro en el diario.es.

En alguna ocasión el propio Fidel Castro dijo que la Historia le absolvería. Sinceramente los editores de HD no lo tenemos tan claro. No porque no sea importante la defensa de los débiles y de los oprimidos; nosotros creemos sinceramente en la importancia de las causas justas. Pero también creemos que el fin no justifica los medios y que las dictaduras no son nunca la mejor forma de garantizar los derechos de nadie; lo que sucede siempre es que acaban oprimiendo a los disidentes, procedan de donde procedan. La de Castro no ha sido diferente de las otras. Si no nos creen, aquí tienen la web de Human Rigths Wacht con los datos sobre la represión llevada a cabo por Fidel Castro en Cuba.

En cuanto a la situación de la sanidad y la educación, los grandes logros del Régimen, lo cierto es que la Universidad de la Habana, la principal del país, está en el número 1741 del ranking mundial según esta web Pero sin duda los avances más importantes se han dado sobre todo en la educación primaria y secundaria. De hecho los organismos internacionales reconocen que Cuba está por encima de los países de su ámbito geográfico (Caribe y América Latina) en varios indicadores educativos, como puede comprobarse en este informe de la UNESCO. 

En cuanto a la atención médica los que hemos visitado en la isla solemos llevar la maleta llena de medicinas que no son fáciles de conseguir allí.  Incluso cuando involuntariamente tuvimos que visitar algún hospital (y eso que los extranjeros tienen tratamiento “vip”) nos quedamos impresionados por la falta de medios materiales y por lo destartaladas de las instalaciones. Eso sí, en esas condiciones resulta todavía más impresionante el buen hacer y el buen humor de los médicos cubanos. Pero para que nos digan que solo tenemos una evidencia anecdótica puede consultarse este reportaje de la BBC sobre la situación de los hospitales cubanos. de más recordar que los paraísos que se abandonan en balsa a riesgo de perder la vida resultan muy sospechosos.

Por último, con respecto a la situación económica de Cuba, nada mejor que leer a Jesús Fernández Villaverde, Patrono de la Fundación Hay Derecho, en NeG. Aquí lo explica perfectamente.

Pero, en realidad, como decíamos al principio nuestro análisis no es “resultadista”. La cuestión no es si la educación funcionaba, si la sanidad es buena o mala o si la renta per tuitsanchezcápita es alta o baja. Claro que eso ayuda a vivir mejor pero, aunque esos datos fueran los mejores del mundo, sin libertad para decidir, para elegir y para equivocarse, el ciudadano seguiría siendo un menor de edad, incapaz de dirigir su vida y a expensas de la Superioridad. Sin libertad, esas riquezas acaban sabiendo a poco. Pero es que encima no creemos que esos resultados sean demasiado buenos, porque confiamos firmemente en la relación entre libertad y prosperidad. En este sentido, estamos más de acuerdo con el tuit de Pedro Sánchez

Pero lo que es claro es que acaba una época. Un abrazo al pueblo cubano en su marcha hacia la libertad y la democracia.

Ojalá que los cubanos alcancen pronto la justicia y también la libertad. Porque si algo nos demuestra la Historia es que suelen ser inseparables.