Entradas de] Daniel Iborra Fort

Reflexiones sobre el “fracaso del Proceso” en Hay Derecho

13 Marzo, 2017 en 09:52 Creo que es un momento oportuno para que el independentismo haga una autocrítica y aproveche esta ocasión para hacer una regeneración interna sustituyendo a las personas que tanto daño le han hecho. Hay que partir de la base que el movimiento prometió a la población que Cataluña sería como Dinamarca o Austria después del proceso, que son países que están en los primeros lugares en cuanto a transparencia, ausencia de corrupción, eficiencia en la gestión pública y en el sistema económico y en respeto a los derechos y libertades de los ciudadanos y al cumplimiento de las leyes. Es muy importante que el independentismo, además de los corruptos, incompetentes y despilfarradores de los que nos hemos venido ocupando anteriormente, se libere de los políticos que sueñan en un régimen sin libertades para los ciudadanos que no opinan como ellos. Hay que recordarles que el autobús de la independencia, según nos han prometido, tiene su destino en Copenhague, no en Caracas, en La Habana o en otra capital de un estado totalitario. 14 Marzo, 2017 en 11:38 En un artículo publicado en El País ayer 13 de marzo, “Cuidado con desear el fin de Europa. Podemos […]

¿Por qué es tan difícil encontrar a un experto que nos adivine el tipo de interés futuro?

En 1999, en un artículo que publiqué en  EXPANSIÓN, incluí una conversación con un cliente que me preguntó sobre el  interés que  tendríamos en el futuro. Y le contesté que el tipo de interés es una variable derivada de  datos que se irán forjando y que actualmente no existen. Dependía de la  calidad de la gestión pública y sus resultados económicos: inflación, solvencia externa, equilibrio en las finanzas públicas y en el comercio exterior, competitividad del sector productivo….Y se lo acompañé de varios ejemplos de cómo personajes e instituciones de reconocida competencia no supieron adivinar el tipo de interés de un período muy corto de tiempo. En estos días que he tenido tiempo para ello, he podido recuperar la documentación que utilicé en el artículo anteriormente referido. El ejemplo era muy reciente respecto al año de su publicación, 1999. En abril de 1995 los tipos de interés a largo plazo estaban por encima del 12%. A los dos años habían descendido por debajo de la mitad. Lo que demuestra que todos los que emitieron títulos de deuda a largo plazo del sector público, del sector financiero y grandes empresas no tenían ni idea de que el tipo de interés bajaría […]

Utopía y progreso de los pueblos

“La bondad del carnicero no es sincera, ni la del cervecero, ni tan siquiera la del panadero, de quienes esperamos que cubran nuestras necesidades, puesto que ellos lo hacen por puro interés personal” . Adam Smith. La Riqueza de la Naciones Conviene, previamente, recordar la importancia de la Economía en la vida de los pueblos. La producción de un país es determinante para su nivel de vida y con él su nivel cultural y educativo y hasta la calidad de su sistema político. Un país que descuida su producción está condenando a sus habitantes a un futuro decadente, con el consiguiente peligro para su estabilidad social y política interna e incluso para su independencia nacional. El éxito de los productos de las empresas nacionales en los mercados es la única simiente que hará brotar nuevos puestos de trabajo en sus economías y la calidad de la formación de sus trabajadores la que evitará que estos pasen a manos exteriores, en  un mundo cada vez mas globalizado y con espacios geográficos mas abiertos para la libre circulación de bienes y de personas. El crecimiento de la producción y del empleo se afianzará  en todos los sectores si los gobernantes mejoran las […]

En el 10º aniversario del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, 2006/2016: el 15-m y la crisis

En la última reunión del Circulo de Economía en Sitges, Pablo Iglesias dijo que el éxito de Podemos era una consecuencia del fracaso de la política económica anterior. Y creo que tiene razón, vamos a explicar qué tipo de gestión nos llevó a la gran crisis y lo que hay que hacer para no repetirla. Cuando iniciamos el camino hacia la unidad de mercado ya destacamos los riesgos de este proceso. Era como cuando uno se plantea presentarse a unas duras oposiciones o participar en una competición de élite, ya sabe lo que debe hacer y lo que le va a pasar si no tiene una preparación suficiente. Al unificar el tipo de cambio con los países que mejor competitividad ofrecían y a la vez, eliminar las barreras arancelarias y técnicas que permitían controlar la circulación de bienes, era vital reforzar la maquinaria productiva nacional para no destrozar nuestro futuro. Si no mejorábamos la calidad y conteníamos los precios de la producción, cada vez tendríamos más dificultades para mantener las ventas en un mercado cada vez más globalizado. Para ello, el programa era claro e inevitable. Había que dar preferencia  a la economía como motor, no solo de la  renta […]

En el 10º aniversario del pinchazo de la burbuja inmobiliaria (2006-2016) 1ª parte

1- ¿QUIEN TUVO LA CULPA DE LA CRISIS? “Es muy importante que los ciudadanos tengan consuelo y reparación en las catástrofes sociales pero creo que es todavía más eficaz que los gestores públicos cuenten con preparación e inteligencia suficiente para que no se produzcan” La crisis puso en evidencia no sólo fallos del sistema legal de protección de la ciudadanía en las crisis económicas sino, también, graves defectos estructurales en el funcionamiento de nuestra sociedad: educación deficiente de los ciudadanos, especialmente en economía (como reiteradamente han puesto de manifiesto los informes sobre nuestro nivel educativo), la falta de independencia y de profesionalidad de buena parte de nuestros medios de información, la ausencia de responsabilidad y preparación técnica de gran parte de los dirigentes de las entidades financieras que finalmente acabarían desapareciendo, la falta de formación y compromiso social de dirigentes sociales, culturales y sindicales de gran resonancia pública y la gran incompetencia de la clase política dirigente. El problema es que, al no haber hecho una autocrítica sobre lo sucedido en la gran crisis económica nuestra y no corregir los fundamentos de la misma, sus efectos negativos fueron alargándose con las dañinas políticas económicas posteriores El cuadro “oficial de la […]

En el décimo aniversario del pinchazo de la burbuja inmobiliaria (2006-2016) 2ª parte

2- LA CRISIS FINANCIERA Y LA RUINA DE LAS CAJAS   La crisis económica nuestra procede de la deficiente gestión de nuestros dirigentes políticos y la financiera, básicamente, de la extensión de su control político sobre las Cajas. La crisis bancaria se centró preferentemente en las Cajas que de 45 quedaron reducidas a una cuarta parte. En la comisión creada en el Parlamento Catalán para investigar la gestión de las Cajas hubo 2 versiones: Para el exPresidente de CAIXA DE CATALUNYA, Narcis Serra “el gran responsable es la crisis y el paro de las empresas”. El diagnóstico se parece al que utilizó Fernandez Ordóñez , ante el juez Andreu atribuyendo el hundimiento de las Cajas a la recesión padecida por la economía española”, un hecho que nadie podía prever”. Pero, el Catedrático A. Serra Ramoneda, que fue Presidente de la misma CAIXA DE CATALUNYA (1984 al 2.005), dió otra: “Los principales responsables son los reguladores: El Gobierno, el Banco de España y la Generalitat que tenía competencias sobre las Cajas y que debía vigilar los Consejos de Administración.”. En su libro “Los errores de las Cajas” señaló los 4 grandes: 1) Mucho riesgo. Por ejemplo, créditos a promotores que no […]

Una propuesta para mejorar la calidad de nuestros dirigentes políticos

  En anteriores artículos,  hemos venido reiterando ideas que consideramos básicas: “ La competitividad del Estado dependerá de la relación entre el coste fiscal y la calidad del salario en especie    (servicios y prestaciones sociales) que proporciona a sus ciudadanos.    Un estado  ineficiente es el que descuida la calidad de su sistema productivo en todas sus bases ( educación, costes energéticos, sistemas de contratación laboral, promoción empresarial….) que es el fundamento de la riqueza nacional, del empleo y del sistema de protección social, el que se apropia de los recursos que tiene en administración, desviándolos a intereses partidistas y hasta personales y el que descuida la calidad  y los costos en la gestión de los servicios y prestaciones sociales.    Y para ello es esencial la competencia del gestor público, la calidad técnica de su equipo y la elaboración de un programa serio y solvente, dirigido al bien común y no a ganar las elecciones. Un Estado no puede ser eficiente si sus dirigentes no lo son.     De ahí que el problema del político no es lo que cobra sino el daño que hace a la sociedad cuando es un incompetente. La incompetencia histórica de nuestros dirigentes […]

¿Por qué nos quejamos de los políticos si los hemos escogido nosotros?

¿Por qué protestamos, ahora, de los aeropuertos sin aviones, las autopistas sin vehículos y tantas infraestructuras inútiles y no lo hicimos antes de su construcción, cuando aún estábamos a tiempo de evitarlo? ¿Por qué nos indignamos ante la falta de competencia de tantos dirigentes políticos si aceptamos su nombramiento para desempeñar funciones en las que no estaban capacitados, sin hacer ninguna crítica? ¿Por qué tienen que ser buenos gestores de lo público los que antes no lo demostraron en lo privado para lo que se habían preparado? ¿Por qué les confiamos la gestión de nuestros impuestos y no vigilamos su gasto? ¿Por qué continuamos confiando en los medios que solo  denuncian una parte de la tarta de la corrupción, la que les interesa? Lo que los contribuyentes queremos es  que desaparezca toda y que los impuestos se destinen a financiar servicios públicos y prestaciones sociales y no se pierdan en su utilización partidista y/o electoralista, y en desidia e incompetencia. ¿Por qué nos quejamos de la corrupción generalizada si permitimos a los políticos que ganaban las elecciones que se repartieran el Estado como un botín, como si estuviéramos en la Edad Media y no como en los países democráticos avanzados, en […]