El techo de cristal está blindado

No está mal que los políticos quieran acercarse a la realidad, sobre todo ahora, con la crisis brutal en la que estamos sumergidos, y reúnan a los empresarios más importantes del país para que aporten claridad, ideas, soluciones, opiniones… Mi percepción sin embargo es otra, ¿nos representan? ¿Cuántas mujeres forman parte de ese elitista grupo de elegidos empresarios? Creo que una, Petra Mateos de Hispasat, aparte de la ministra Salgado, que no es empresaria sino política ¿Cuántos hombres? convocados 43 ¿es plural y representativa una reunión como esta en la que la mitad de la población simplemente no existe?|

La verdad es que en las 44 principales empresas españolas no hay ninguna mujer en el vértice del poder, poquitas en los órganos de dirección, véase consejos de administración, y muy poquitas entre los altos directivos que conforman los organigramas.

Siento constatar que, a pesar de las recomendaciones del Informe Conthe (2006), donde se indica que en el caso de que una organización cuente con un número escaso o nulo de consejeras, deberá explicar los motivos y las iniciativas implantadas para evitar esta situación, intentando apoyar la incorporación del colectivo femenino, la evolución hacia esta incorporación está siendo francamente lenta.

¿Habrá quizás que analizar los motivos para contar con un número escaso o nulo de mujeres? Veamos lo que las distintas compañías cotizadas declaran en sus informes anuales de gobierno corporativo. La pregunta, para quien tenga interés y paciencia, es la B.1.27 del Informe Anual de Gobierno Corporativo de las Sociedades Anónimas Cotizadas y se publica cada ejercicio, debiendo las empresas contestar a ella, por lo tanto, cada año:

Tomamos como ejemplo una de las compañías más cumplidoras y vemos lo que declara en 2007, 2008 y 2009:

2007

Actualmente en la composición del Consejo no hay ninguna Consejera, si bien, tanto el Consejo de Administración, como la Comisión de Nombramientos y Retribuciones tiene el firme propósito de actuar en dicha materia de acuerdo con las Recomendaciones que se contienen en el Código Unificado de Buen Gobierno y en las disposiciones legales vigentes, tanto en su texto, como en su espíritu.

2008

Actualmente en la composición del Consejo no hay ninguna Consejera, si bien, tanto el Consejo de Administración, como la Comisión de Nombramientos y Retribuciones tiene el firme propósito de actuar en dicha materia de acuerdo con las Recomendaciones que se contienen en el Código Unificado de Buen Gobierno y en las disposiciones legales vigentes, tanto en su texto, como en su espíritu.

2009

Cuenta actualmente con dos consejeras que fueron designadas en 2009.

Esta sociedad ha considerado cumplida la recomendación ya que dos mujeres han sido incluidas en su Consejo, claro que habría que saber que su Consejo cuenta con 15 miembros y dos sobre 15 supone un escaso 13%.

En general las compañías consideran cumplida la recomendación en cuanto tienen una consejera. Por ejemplo, otra compañía declara en 2009:

El Consejo de Administración cuenta entre sus miembros con una Consejera (¡qué alivio!). Reglamento del Consejo, en su artículo XX  establece que los procesos de selección de candidatos no adolecerán de sesgos implícitos que obstaculicen la selección de Consejeros en razón de circunstancias personales. Efectivamente podemos estar de acuerdo en que ser mujer es una circunstancia personal. ¿Puede ser un obstáculo y hay que tomar medidas contra ello?

También hay organizaciones que, sin ningún reparo, simplemente no tiene ninguna mujer en sus consejos y declaran cosas como esta:

Conforme a lo dispuesto en el artículo X del Reglamento del Consejo, las propuestas de nombramientos o reelección de Consejeros que formule el Consejo recaerá en personas de reconocido prestigio que posean la experiencia y los conocimientos profesionales adecuados para el ejercicio de sus funciones y que asuman un compromiso de dedicación suficiente para el desempeño de las tareas de aquél.

Podemos inocentemente deducir que no han encontrado mujeres de reconocido prestigio, con experiencia y conocimientos profesionales adecuados y que sean capaces de asumir un compromiso de dedicación…!Estamos buenos!

Si analizamos las últimas estadísticas a las que se tiene fácil acceso, por ser todos los datos de las empresas cotizadas completamente públicos, asistimos a titulares muy optimistas como “Se duplica el número de mujeres consejeras en las empresas del IBEX-35”, claro que también el titular puede ser sesgado, si había una y ahora hay dos, ya se ha producido la duplicidad. Los datos indican que durante 2010 se ha llegado a las 53 consejeras, mientras que el número de consejeros es de 502. Por lo tanto el porcentaje de consejeras está en un 10% del total.

No sé cuál es la solución pero intuyo que un cierto respaldo legislativo ayudaría a acelerar el proceso de incorporación de las mujeres que por supuesto tienen experiencia y conocimientos profesionales adecuados y asumen compromiso y dedicación. Un sistema no de recomendaciones sino de obligaciones con sanciones, como el que existe en Noruega donde las consejeras representan el 45% de los miembros de los consejos.

Muy lejos de aquí, en Australia, ha surgido una gran polémica con el portavoz del tesoro – Joe Hockey – porque se ha declarado en favor de una cuota femenina obligatoria del 30% en los consejos de Administración y su argumento es sencillo; ha habido tiempo más que suficiente de recomendaciones, 10 años, y no se ha conseguido más que un 11% de representación en las 200 Top Listed Companies, las cuotas son el último argumento, pero ha llegado el momento de utilizarlo. 

Y como dice literalmente “I just don’t understand how you can claim that as a director of a company, all wisdom and knowledge lies in the hands of men only” es decir: “No puedo entender como se puede alegar, como consejero de una compañía, que toda la sabiduría y el conocimiento recae únicamente en los hombres”.

28 comentarios
  1. Lorena Moreno
    Lorena Moreno Dice:

    Ya podían haber convocado a la ex presidenta de Banesto, así la mujer tenía apoyo femenino.
    Por cierto, esas 44 personas representaban su propia empresa y sus propios intereses, ninguno de ellos defendía-representaba a un ciudadano ni de lejos. Más que ZP reunirse con los 44 para proponer medidas y ver cómo salir de la crisis los 44 se reunieron con ZP para explicarle en que línea tiene que seguir, a mi modo de verlo claro.
    En plan teatro: -Buenos días Sr. ZP, somos el lado bancario, -Buenos días ¿vuestras propuestas-medidas cuáles son?, -Nuestras medidas las siguientes; bajo el lema de “restructuración” cerraremos sucursales , para facilitar a los clientes el pago de sus préstamos ofreceremos más carencia (¡¡Bien, nos hemos quitado morosidad y les subiremos los tipos!!!), para que el cliente no tenga casa que pagar le ofreceremos firmar una dación en pago de deudas (¡¡Bien, “tunearemos” los valores de tasación y los dejaremos con un préstamo personal a pagar en comodísimos plazos!!!), para que los ladrillos no aparezcan en los balances nos hemos creado inmobiliarias, otro CIF, sociedad unipersonal y de único socio el banco, un chollo. Al rato el sector de la construcción salta de manera protestante e indignado; mire presidente, la verdad, aquí cada uno barre para adentró, unos le suben el precio a la luz, otros al gas, otros a la factura del teléfono, otros a los yogures y los otros suben los tipos, aquí cada uno recauda conforme puede, los únicos jodidos somos nosotros que competimos con la inmobiliaria del banco, pero si pudiéramos seriamos como ellos.
    (El teatro no es para frivolizar el tema, es para reír un poco, al menos)

    ¿Nos representan o no nos representan?, pues eso…toda una representación…

  2. robespierre
    robespierre Dice:

    Totalmente de acuerdo con Lorena, menuda representación. Y ademas apoyando el banquero jefe que no haya debate sobre la sucesión y tranquilizando a Zapatero sobre lo bien que lo está haciendo. Para ser un ex lider de oprimidos t débiles no está mal. Lo que está cada vez más claro es quien está pagando la factura de la crisis que no son precisamente los que se hacen las fotos con ZP. Y enlazando con el tema del post esta claro que ZP lo que no se atreve es con esos señores para pasar de tímidas recomendaciones para que pongan mujeres en sus consejos de administración. Eso sí, a la ciudadanía en general nos brean con chorradas varias sobre la igualdad de género y nos obligan a hablar de todos y todas, ciudadanos y cuudadanas, abogados y abogadas y lindezas por el estilo.

  3. Jo.ma
    Jo.ma Dice:

    Sra. de la Peña, le puedo asegurar, como lector del blog, y como hombre que desde niño se ha criado única y exclusivamente con mujeres, que he tenido que sufrir la carencia de recursos en mi propia familia precisamente, porque al ser mujeres las personas que han conseguido sacarme adelante desde que soy pequeño, no encontraban trabajo, cuando no era por la excusa A era por culpa de la excusa B, y ahora que encima de ser mujeres, divorciadas, y con responsabilidades a su cargo ( aunque yo y mis hermanos ya somos demasiado mayores e independientes como para entrar en el concepto de ‘ a esta no la cogemos porque los hijos son una carga de cara a su rendimiento en el trabajo ) no puedo estar de acuerdo con una medida que yo tacho, no de progresión de la sociedad, sino de una medida populista más propia de un lobby hembrista ( que no reclama igualdad, sino tener la posibilidad de erigirse como lo ha hecho el hombre y excluirle, en ‘recompensa’ a tantos siglos de denigrante trato ), así que como lector, y como hombre criado por mujeres, le digo que a mí no me preocupa en lo personal, y no es relevante, que en la llevanza de las grandes empresas, la mujer constituya ni un núcleo reducido de la misma, ni un ‘producto o concepto exótico’, y por un motivo tan sencillo, como que no tendrá que pasar muchos años más para ver como las mujeres de hoy en día, brillantes y muy preparadas, copan ellas el mercado laboral, y por tanto sean ellas las que promocionen. Y quedar, quedarán reductos de rancio machismo aún mucho después de que dichas señoras hagan relevante y brillante el trabajo de representar en lo más alto a todas esas mujeres, que como las de mi familia, nunca tuvieron acceso ni siquiera a los puestos más básicos.
    Y sin entrar a valorar la competencia de ese porcentaje minoritario de mujeres, también le digo que para mí no es una cuestión de sexos, no es una cuestión de obligar legislativamente a guardar un porcentaje, es una cuestión que se refiere a ‘ el que vale vale’, y ahí es donde quiero yo llegar, el sexo de dicha persona, para mí es indiferente.
    Es decir, si todas las que valen, y lo valdrán, son mujeres, pues que para ellas sean los cargos de responsabilidad, pero si lo que valen todos son hombres, pues que así sea también.

  4. jj
    jj Dice:

    Carmen Alborch: “la igualdad real se habrá conseguido cuando la mediocridad de las mujeres en puestos de relieve esté tan extendida y pase tan inadvertida como la de los hombres”. Esa frase de la ex ministra, no mía, tiene un realismo que pone los pelos de punta. Ella seguro que aspiraba a más, pero describía el estado real de la sociedad. Junto a hombres y mujeres de grandísima valía, que deben estar precisamente por eso, por su valía, el trasfondo general de esta sociedad aspira a igualarnos a todos por abajo. No por la excelencia, ni por el principio aristocrático, sino justo por lo contrario.

  5. Fénix de los Ingenuos
    Fénix de los Ingenuos Dice:

    La autora del post pone el dedo en la llaga. Esperar a que el tiempo arregle por si solo esta situación no sólo sería injusto, sino, sobre todo, inutil. La selección la hacen los hombres y ellos no tienen un prejuicio machista directo (reconocen que las mujeres pueden ser tan inteligentes o más que ellos) sino indirecto (presumen que tienen menos disponibilidad para dedicársela a su empresa) y… con cierto fundamento: no tienen más que mirar a sus mujeres, obligadas a compatibilizar su trabajo fuera de casa con el de la familia para garantizárles a ellos la disponibilidad que una empresa del Ibex merece. ¿Cuántos mujeres -pensarán- están dispuestas a dedicarles ese tiempo y cuantas contarán con maridos que carguen con todo el trabajo familiar? Luego las cosas no son así, o no lo son de manera sustancial (aprovechar el tiempo no es sinónimo de pernoctar en la oficina) pero contra este tipo de prejuicios(casi de tradiciones culturales), que pesan tanto en la selección, no sólo de las consejeras, sino del exigente paso anterior de los altos directivos, sólo pueden funcionar las cuotas. Cuando la realidad demuestre su falsedad desaparecerán, como pasa siempre con los prejuicios, pero no antes, claro.

  6. Lorena Moreno
    Lorena Moreno Dice:

    Lo curioso, es que yo no creo en la igualdad ni la quiero. Todo es igualdad, igualdad, igualdad… y más igualdad. ¿Igualdad donde?, ¿Pero es que somos iguales?. Cuando vea a mi señor padre embarazado creeré que podemos ser iguales, mientras tanto no. No podemos ser iguales porque sencillamente desde que nacemos somos distintos, por tanto, no entiendo la palabra “igualdad”. A ver si empezamos a luchar por el respeto mutuo y la aceptación de nuestras diferencias, por ejemplo. Ahh!! Que se me olvidaba, un brindis porque este país consiga tener más y mejor conciliada la vida laborar y la familiar. Tanto para hombres como para mujeres.Que esa es otra.

  7. Almudena de la peña
    Almudena de la peña Dice:

    Estimado Jo.Ma, puedo entender su punto de vista en un mundo equilibrado y con oportunidades para todos. El problema es cuando la dinámica del sistema establece imposibilidades para que las personas validas, como las mujeres de su familia tengan todas las posibilidades que tienen los demás. Entiendo que el propio sistema tiene que, de entrada, aportar medidas reales, depues será innecesario.

  8. Almudena de la peña
    Almudena de la peña Dice:

    Estimado Jo.ma, estoy en principio de acuerdo con usted pero cuando la sociedad haya perfeccionado ya los sistemas y se haya implantado una dinámica que admita que el talento se conozca por encima del genero. antes de eso creo que hay que dar una ayuda, sobre todo cuando vemos que la evolución es excesivamente lenta.

  9. Savigny
    Savigny Dice:

    Con todo el respeto del mundo, no alcanzo a comprender cómo desde una postura medianamente intelectual, se puede defender la cuota femenina. Si yo fuera mujer, creo (sólo creo, pues nunca lo sabré) que me resultaría humillante que se impusiera un porcentaje determinado de presencias femeninas en los órganos de dirección de las empresas. Como si las mujeres no pudieran llegar por sí solas a lo más alto. En mi opinión, ahí está la clave del asunto. Muchas mujeres que quieren y pueden, llegan a lo más alto; y seguro que hay muchos casos de mujeres que lo intentan, pero no llegan a lo más alto; e incluso en varios de esos casos, su fracaso en el intento se debe a su condición de mujer (en otros casos, que parece que se olvidan, tal vez la mujer no consiga su objetivo por cuestiones totalmente ajenas a su condición sexual). Pero es que la mayoría de las mujeres ni siquiera lo intentan, o tal vez lo intentan pero pretendiendo salvaguardar una esfera personal que no es compatible con la entrega (tiempo, esfuerzo, etc.) que exige el desempeño de un cargo directivo, y que tal vez algunos hombres (no es mi caso, desde luego) sí están dispuestos a sacrificar. Por cierto, al igual que otro de los comentaristas de este post, mi educación fue eminentemente femenina, y la considero muy exitosa por cierto. Por tanto, podré estar equivocado en mi juicio, pero lo que es seguro es que carezco de prejuicios contra las mujeres. Me gustaría aprovechar este foro, que cuenta con analistas muy agudos, y además todos ellos desde una perspectiva jurídica, para intentar averiguar por qué tantas mujeres inteligentes reducen esta pelea a algo tan incierto, fácil y reduccionista como “es que como soy mujer no me dejan”.
    Y por cierto, suscribo 100% la intervención de Lorena Moreno, ¿”POR QUÉ IGUALDAD? ¿ES QUE SOMOS IGUALES?” No puedo estar más de acuerdo.

  10. elisadelanuez
    elisadelanuez Dice:

    De acuerdo con Lorena, no somos iguales, las mujeres tenemos los hijos y por eso necesitamos las cuotas, porque con la misma capacidad no tenemos la misma disponibilidad. La explicación más sesuda está en el artículo que escribimos Rodrigo y yo hace unos años para la revista Claves, y como no ha cambiado nada en 4 años lo vuelvo a linkar por si alguien tiene curiosidad.

    https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=explorer&chrome=true&srcid=0Bz-1Adnm5XcnZmUxZjA2ZmYtNmI0ZS00NTU2LWI0NTMtYWE0YjE1Nzk4Njk4&hl=en

    la cita de Carmen Alborch es muy pertinente, cuando haya señoras inútiles como señores inútiles en puestos directivos habremos alcanzado la igualdad…:-) Bromas aparte, no me siento en absoluto humillada por entender que sin cuotas las mujeres por brillantes, trabajadoras y ambiciosas que seamos no vamos a llegar a lo más alto. Todavía me acuerdo de una entrevista de trabajo con un headhunter de no hace muchos años donde me pidió nombres de compañeros varones con mi perfil…vamos, que a la empresa les gustaba mi perfil pero en tío. Como lamentablemente no estaba dispuesta a cambiar de sexo para conseguir un puesto de trabajo, por estupendo que fuera, les dí los nombres. Ah, y otra anécodta aunque ya parece de abuelita: la cara de sorpresa de mis compañeros varones al enterarse de que no me llovían las ofertas de trabajo nada más aprobar la oposición pese a que no se me había dado mal del todo…o incluso cuando decidí dejar la Administración. En fín, así son las cosas. El que no quiera verlas, debe de vivir en otro planeta.

  11. Lorena Moreno
    Lorena Moreno Dice:

    Ya puestos y como sugerencia, propongamos el cambio de nombre del Ministerio, mas que Ministerio de Igualdad lo podíamos llamar “Ministerio del Respeto Mutuo”, o algo así. Sería más real. Se admiten sugerencias sobre el nombre (no estoy inspirada ahora). Respeto reciproco es lo que este país necesita y a caudales. Ahora que caigo en el detalle, Ministerio de Economía y no hay dinero, Ministerio de Igualdad y no somos iguales, Ministerio de justicia…¡¡¡Y qué Justicia tenemos!!!. Estamos que nos salimos. Gracias a todos por los comentarios de “de acuerdo…”

  12. José Manuel Sánchez Tapia
    José Manuel Sánchez Tapia Dice:

    Enhorabuena por el post Almudena. Yo también he crecido rodeado de mujeres. Son mujeres las personas que más quiero y admiro y este tema me interesa muchísimo, hasta el punto de que el post que estoy escribiendo ahora mismo está muy conectado con el tuyo. Prácticamente en todo estoy de acuerdo contigo, pero como ya comenté en el post que colgaron Elisa y Rodrigo, la política de cuotas no me convence en absoluto. Compartimos el destino, pero tengo mis dudas acerca del camino a elegir (aunque las cuotas pudieran ser la autopista). Creo que es fundamental la educación, especialmente la recibida en casa. Este es un camino lento pero eficaz. A los que así nos han educado no tenemos duda alguna de que hombres y mujeres somos “iguales”. La diferencia física, biológica o genética, para lo que aquí nos ocupa, me parece “casi” irrelevante.

  13. Trompeta
    Trompeta Dice:

    Oiga, no vi empresarios altos y delgados. ¿Cuándo pondran una cuota para gente como yo? Me discriminan en los aviones, al pasar cada puerta, en las camas de los hoteles, en los taxis y en los buses, los lavabos se quedan bajos y me doy con la ducha en la cabeza.

    ¿Cuándo pondrán un número mínimo de personas altas en los consejos de administración? Mi caché son 120mil euros, y por las tardes no voy porque juego al baloncesto, que es muy importante para mi.

    SI! CUOTAS PARA TODOS!

  14. M. Oquendo
    M. Oquendo Dice:

    Más que el punto de vista racional sobre este emotivo asunto voy a contar un poco cómo lo veo a estas alturas de mi vida desde posiciones que hace 40 años eran bastante diferentes, parecidas a las de la señora de La Nuez, Elisa.
    Mis abuelas y mi madre fueron mujeres independientes. De las abuelas, una de ellas fue mujer notoria que no voy a citar y mi madre dirigió su fábrica hasta dos meses antes de morir a los 55 años. Probablemente de tanto vivir al borde del abismo. Mis hermanos y yo estudiamos en internados. Es decir, salimos de casa a entre los ocho y once años para no volver más que en vacaciones.
    Cuando nos fuimos casando es curioso que, pese a tener buenos recuerdos de los coles (las chicas no, ellas siguen hablando regulín de sus monjas), ninguno hemos tenido ni querido vidas parecidas.
    Nuestras esposas, universitarias y alguna con su Ph.D, nunca han trabajado para terceros después de casarse aunque sí en las pequeñas empresas familiares a tiempo parcial. Creo que nuestros hijos lo han agradecido mucho. O eso espero, porque también ha habido discusiones y dudas por este asunto que a veces se hace tremendamente frustrante para una mujer que ve su vida consumida en hijos que se van yendo, en un cuidado de una casa que rara vez tiene aprecio social, y a veces unos maridos, también ellos consumidos en preocupaciones, que no siempre lo aprecian o lo agradecen.
    Tenemos hijas (y nueras) con perfiles bastante parecidos a las señoras que aquí escriben y por eso estoy acostumbrado a escuchar estos argumentos.
    Últimamente hay uno nuevo que se escucha a la mayor (psiquiatra) y as veces la segunda (magistrada): “Nos habéis estafado con eso de que la mujer tiene que vivir como un hombre, nosotras lo que queremos es vivir como vivieron nuestras madres”.
    No se si lo dicen de corazón, pero vaya si lo dicen y sus hijos, definitivamente, lo aplauden.
    Es decir, no sé si hay una posición “perfecta” en un mundo que es duro. No fácil y cómodo. Es difícil, pero la felicidad o se lleva dentro y tratamos de repartirla con cariño o no se lleva.
    Que Dios reparta suerte y ayuda mutua que buena falta hace para sacar una familia adelante.

  15. Fernando Gomá
    Fernando Gomá Dice:

    Tema muy interesante y de muchísima complejidad el de la igualdad entre hombres y mujeres y su tratamiento legal, es un acierto, Almudena, traerlo por primera vez al Blog. Seguro que aparecerá en el futuro porque tiene muchos aspectos diferentes, todos ellos opinables y en los que se mezclan la razón y las emociones, y puede verse en los comentarios esa mezcla y esa diversidad de posturas. En mi opinión, la existencia de cuotas obligatorias de mujeres tiene una base muy discutible si hablamos de empresa privada. No estoy seguro de que se pueda imponer a empresas particulares criterios de selección de personal: se juegan su dinero y ellos sabrán a quién eligen, es su negocio. Me parecen correctos los incentivos, las ventajas, etc, pero no las imposiciones, no por ineficaces sino porque a mi entender vulneran la autonomía de las empresas privadas. El comentario que hace Joe Hockey es obviamente correcto, pero se le podría responder, con cierta razón, que el Estado no puede inmiscuirse en la organización interna de las empresas. El ejemplo que pone la autora respecto de los empresarios que se reúnen con Zapatero no me acaba de convencer por esa razón. De cualquier modo, aquí hay mucha tela que postear y que comentar, y sin duda lo haremos.

  16. Triboniano
    Triboniano Dice:

    Fernando, creo que estás muy equivocado, afortunadamente, por cierto. ¿Que el Estado no puede inmiscuirse en la organización interna de las empresas? ¿Que no puede imponer criterios de selección de personal? Vamos a hacer una prueba, la próxima vez que quieras contratar a alguien en tu notaría pon un anuncio en el periódico diciendo que quieres un auxiliar, pero que sea hombre, porque no te interesa que se quede embarazada y te deje colgado cuatro meses. Prueba, a ver qué pasa. El Estado no solo puede, lo que no plantea ninguna duda juriídica, sino que a veces debe. El tema es si debe hacerlo o no en este caso. Pero si se considera que socialmente es tan interesante como el caso de la embarazada, ¿por qué no?

    • Almudena de la peña
      Almudena de la peña Dice:

      Estimado Jo.ma, estoy en principio de acuerdo con usted pero cuando la sociedad haya perfeccionado ya los sistemas y se haya implantado una dinámica que admita que el talento se conozca por encima del genero. antes de eso creo que hay que dar una ayuda, sobre todo cuando vemos que la evolución es excesivamente lenta.

    • M. Oquendo
      M. Oquendo Dice:

      Más que el punto de vista racional sobre este emotivo asunto voy a contar un poco cómo lo veo a estas alturas de mi vida desde posiciones que hace 40 años eran bastante diferentes, parecidas a las de la señora de La Nuez, Elisa.
      Mis abuelas y mi madre fueron mujeres independientes. De las abuelas, una de ellas fue mujer notoria que no voy a citar y mi madre dirigió su fábrica hasta dos meses antes de morir a los 55 años. Probablemente de tanto vivir al borde del abismo. Mis hermanos y yo estudiamos en internados. Es decir, salimos de casa a entre los ocho y once años para no volver más que en vacaciones.
      Cuando nos fuimos casando es curioso que, pese a tener buenos recuerdos de los coles (las chicas no, ellas siguen hablando regulín de sus monjas), ninguno hemos tenido ni querido vidas parecidas.
      Nuestras esposas, universitarias y alguna con su Ph.D, nunca han trabajado para terceros después de casarse aunque sí en las pequeñas empresas familiares a tiempo parcial. Creo que nuestros hijos lo han agradecido mucho. O eso espero, porque también ha habido discusiones y dudas por este asunto que a veces se hace tremendamente frustrante para una mujer que ve su vida consumida en hijos que se van yendo, en un cuidado de una casa que rara vez tiene aprecio social, y a veces unos maridos, también ellos consumidos en preocupaciones, que no siempre lo aprecian o lo agradecen.
      Tenemos hijas (y nueras) con perfiles bastante parecidos a las señoras que aquí escriben y por eso estoy acostumbrado a escuchar estos argumentos.
      Últimamente hay uno nuevo que se escucha a la mayor (psiquiatra) y as veces la segunda (magistrada): “Nos habéis estafado con eso de que la mujer tiene que vivir como un hombre, nosotras lo que queremos es vivir como vivieron nuestras madres”.
      No se si lo dicen de corazón, pero vaya si lo dicen y sus hijos, definitivamente, lo aplauden.
      Es decir, no sé si hay una posición “perfecta” en un mundo que es duro. No fácil y cómodo. Es difícil, pero la felicidad o se lleva dentro y tratamos de repartirla con cariño o no se lleva.
      Que Dios reparta suerte y ayuda mutua que buena falta hace para sacar una familia adelante.

  17. Fernando Gomá
    Fernando Gomá Dice:

    Triboniano, en mi comentario me refería básicamente al sistema obligatorio de cuotas en los órganos directivos de empresas privadas. En cuanto a la prueba que planteas respecto de la oficina, de hecho el Estado no me impone ni cuotas ni criterios de selección a la hora de contratar, puedo hacerlo libremente. Ahora por ejemplo la mayor parte de mis empleados son mujeres.

  18. María P.E.
    María P.E. Dice:

    Lo más importante es la educación social tanto para el presente como sobre todo para el futuro, las normas son importantes pero mucho más la educación. Un pueblo educado necesita menos normas. La no discriminación de ningún tipo, el respeto a los demás sean quienes sean, la falta o al menos la disminución de los prejuicios sobre “el otro”. Educación es para mí la palabra clave. Y desde luego sistemas de compatibilizar trabajo y familia, horarios racionales y terminar con la cultura de que el que se queda el último es el que más trabaja, tan arraigada en España, por cierto, y sé de lo que hablo, por desgracia.

    • robespierre
      robespierre Dice:

      Totalmente de acuerdo con Lorena, menuda representación. Y ademas apoyando el banquero jefe que no haya debate sobre la sucesión y tranquilizando a Zapatero sobre lo bien que lo está haciendo. Para ser un ex lider de oprimidos t débiles no está mal. Lo que está cada vez más claro es quien está pagando la factura de la crisis que no son precisamente los que se hacen las fotos con ZP. Y enlazando con el tema del post esta claro que ZP lo que no se atreve es con esos señores para pasar de tímidas recomendaciones para que pongan mujeres en sus consejos de administración. Eso sí, a la ciudadanía en general nos brean con chorradas varias sobre la igualdad de género y nos obligan a hablar de todos y todas, ciudadanos y cuudadanas, abogados y abogadas y lindezas por el estilo.

    • Jo.ma
      Jo.ma Dice:

      Sra. de la Peña, le puedo asegurar, como lector del blog, y como hombre que desde niño se ha criado única y exclusivamente con mujeres, que he tenido que sufrir la carencia de recursos en mi propia familia precisamente, porque al ser mujeres las personas que han conseguido sacarme adelante desde que soy pequeño, no encontraban trabajo, cuando no era por la excusa A era por culpa de la excusa B, y ahora que encima de ser mujeres, divorciadas, y con responsabilidades a su cargo ( aunque yo y mis hermanos ya somos demasiado mayores e independientes como para entrar en el concepto de ‘ a esta no la cogemos porque los hijos son una carga de cara a su rendimiento en el trabajo ) no puedo estar de acuerdo con una medida que yo tacho, no de progresión de la sociedad, sino de una medida populista más propia de un lobby hembrista ( que no reclama igualdad, sino tener la posibilidad de erigirse como lo ha hecho el hombre y excluirle, en ‘recompensa’ a tantos siglos de denigrante trato ), así que como lector, y como hombre criado por mujeres, le digo que a mí no me preocupa en lo personal, y no es relevante, que en la llevanza de las grandes empresas, la mujer constituya ni un núcleo reducido de la misma, ni un ‘producto o concepto exótico’, y por un motivo tan sencillo, como que no tendrá que pasar muchos años más para ver como las mujeres de hoy en día, brillantes y muy preparadas, copan ellas el mercado laboral, y por tanto sean ellas las que promocionen. Y quedar, quedarán reductos de rancio machismo aún mucho después de que dichas señoras hagan relevante y brillante el trabajo de representar en lo más alto a todas esas mujeres, que como las de mi familia, nunca tuvieron acceso ni siquiera a los puestos más básicos.
      Y sin entrar a valorar la competencia de ese porcentaje minoritario de mujeres, también le digo que para mí no es una cuestión de sexos, no es una cuestión de obligar legislativamente a guardar un porcentaje, es una cuestión que se refiere a ‘ el que vale vale’, y ahí es donde quiero yo llegar, el sexo de dicha persona, para mí es indiferente.
      Es decir, si todas las que valen, y lo valdrán, son mujeres, pues que para ellas sean los cargos de responsabilidad, pero si lo que valen todos son hombres, pues que así sea también.

    • Savigny
      Savigny Dice:

      Con todo el respeto del mundo, no alcanzo a comprender cómo desde una postura medianamente intelectual, se puede defender la cuota femenina. Si yo fuera mujer, creo (sólo creo, pues nunca lo sabré) que me resultaría humillante que se impusiera un porcentaje determinado de presencias femeninas en los órganos de dirección de las empresas. Como si las mujeres no pudieran llegar por sí solas a lo más alto. En mi opinión, ahí está la clave del asunto. Muchas mujeres que quieren y pueden, llegan a lo más alto; y seguro que hay muchos casos de mujeres que lo intentan, pero no llegan a lo más alto; e incluso en varios de esos casos, su fracaso en el intento se debe a su condición de mujer (en otros casos, que parece que se olvidan, tal vez la mujer no consiga su objetivo por cuestiones totalmente ajenas a su condición sexual). Pero es que la mayoría de las mujeres ni siquiera lo intentan, o tal vez lo intentan pero pretendiendo salvaguardar una esfera personal que no es compatible con la entrega (tiempo, esfuerzo, etc.) que exige el desempeño de un cargo directivo, y que tal vez algunos hombres (no es mi caso, desde luego) sí están dispuestos a sacrificar. Por cierto, al igual que otro de los comentaristas de este post, mi educación fue eminentemente femenina, y la considero muy exitosa por cierto. Por tanto, podré estar equivocado en mi juicio, pero lo que es seguro es que carezco de prejuicios contra las mujeres. Me gustaría aprovechar este foro, que cuenta con analistas muy agudos, y además todos ellos desde una perspectiva jurídica, para intentar averiguar por qué tantas mujeres inteligentes reducen esta pelea a algo tan incierto, fácil y reduccionista como “es que como soy mujer no me dejan”.
      Y por cierto, suscribo 100% la intervención de Lorena Moreno, ¿”POR QUÉ IGUALDAD? ¿ES QUE SOMOS IGUALES?” No puedo estar más de acuerdo.

    • elisadelanuez
      elisadelanuez Dice:

      De acuerdo con Lorena, no somos iguales, las mujeres tenemos los hijos y por eso necesitamos las cuotas, porque con la misma capacidad no tenemos la misma disponibilidad. La explicación más sesuda está en el artículo que escribimos Rodrigo y yo hace unos años para la revista Claves, y como no ha cambiado nada en 4 años lo vuelvo a linkar por si alguien tiene curiosidad.

      https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=explorer&chrome=true&srcid=0Bz-1Adnm5XcnZmUxZjA2ZmYtNmI0ZS00NTU2LWI0NTMtYWE0YjE1Nzk4Njk4&hl=en

      la cita de Carmen Alborch es muy pertinente, cuando haya señoras inútiles como señores inútiles en puestos directivos habremos alcanzado la igualdad…:-) Bromas aparte, no me siento en absoluto humillada por entender que sin cuotas las mujeres por brillantes, trabajadoras y ambiciosas que seamos no vamos a llegar a lo más alto. Todavía me acuerdo de una entrevista de trabajo con un headhunter de no hace muchos años donde me pidió nombres de compañeros varones con mi perfil…vamos, que a la empresa les gustaba mi perfil pero en tío. Como lamentablemente no estaba dispuesta a cambiar de sexo para conseguir un puesto de trabajo, por estupendo que fuera, les dí los nombres. Ah, y otra anécodta aunque ya parece de abuelita: la cara de sorpresa de mis compañeros varones al enterarse de que no me llovían las ofertas de trabajo nada más aprobar la oposición pese a que no se me había dado mal del todo…o incluso cuando decidí dejar la Administración. En fín, así son las cosas. El que no quiera verlas, debe de vivir en otro planeta.

      • Lorena Moreno
        Lorena Moreno Dice:

        Ya puestos y como sugerencia, propongamos el cambio de nombre del Ministerio, mas que Ministerio de Igualdad lo podíamos llamar “Ministerio del Respeto Mutuo”, o algo así. Sería más real. Se admiten sugerencias sobre el nombre (no estoy inspirada ahora). Respeto reciproco es lo que este país necesita y a caudales. Ahora que caigo en el detalle, Ministerio de Economía y no hay dinero, Ministerio de Igualdad y no somos iguales, Ministerio de justicia…¡¡¡Y qué Justicia tenemos!!!. Estamos que nos salimos. Gracias a todos por los comentarios de “de acuerdo…”

      • José Manuel Sánchez Tapia
        José Manuel Sánchez Tapia Dice:

        Enhorabuena por el post Almudena. Yo también he crecido rodeado de mujeres. Son mujeres las personas que más quiero y admiro y este tema me interesa muchísimo, hasta el punto de que el post que estoy escribiendo ahora mismo está muy conectado con el tuyo. Prácticamente en todo estoy de acuerdo contigo, pero como ya comenté en el post que colgaron Elisa y Rodrigo, la política de cuotas no me convence en absoluto. Compartimos el destino, pero tengo mis dudas acerca del camino a elegir (aunque las cuotas pudieran ser la autopista). Creo que es fundamental la educación, especialmente la recibida en casa. Este es un camino lento pero eficaz. A los que así nos han educado no tenemos duda alguna de que hombres y mujeres somos “iguales”. La diferencia física, biológica o genética, para lo que aquí nos ocupa, me parece “casi” irrelevante.

      • Trompeta
        Trompeta Dice:

        Oiga, no vi empresarios altos y delgados. ¿Cuándo pondran una cuota para gente como yo? Me discriminan en los aviones, al pasar cada puerta, en las camas de los hoteles, en los taxis y en los buses, los lavabos se quedan bajos y me doy con la ducha en la cabeza.

        ¿Cuándo pondrán un número mínimo de personas altas en los consejos de administración? Mi caché son 120mil euros, y por las tardes no voy porque juego al baloncesto, que es muy importante para mi.

        SI! CUOTAS PARA TODOS!

    • Fernando Gomá
      Fernando Gomá Dice:

      Tema muy interesante y de muchísima complejidad el de la igualdad entre hombres y mujeres y su tratamiento legal, es un acierto, Almudena, traerlo por primera vez al Blog. Seguro que aparecerá en el futuro porque tiene muchos aspectos diferentes, todos ellos opinables y en los que se mezclan la razón y las emociones, y puede verse en los comentarios esa mezcla y esa diversidad de posturas. En mi opinión, la existencia de cuotas obligatorias de mujeres tiene una base muy discutible si hablamos de empresa privada. No estoy seguro de que se pueda imponer a empresas particulares criterios de selección de personal: se juegan su dinero y ellos sabrán a quién eligen, es su negocio. Me parecen correctos los incentivos, las ventajas, etc, pero no las imposiciones, no por ineficaces sino porque a mi entender vulneran la autonomía de las empresas privadas. El comentario que hace Joe Hockey es obviamente correcto, pero se le podría responder, con cierta razón, que el Estado no puede inmiscuirse en la organización interna de las empresas. El ejemplo que pone la autora respecto de los empresarios que se reúnen con Zapatero no me acaba de convencer por esa razón. De cualquier modo, aquí hay mucha tela que postear y que comentar, y sin duda lo haremos.

  19. elisadelanuez
    elisadelanuez Dice:

    Como dicen varios comentaristas sin duda la educación es esencial. Pero como ya llevamos varias décadas educando igual a hombres y mujeres, y todavía llevan más décadas otros países y la cosa no parece que haya cambiado mucho en cuanto al número de mujeres que ocupan puestos directivos aunque ya sean mayoría las mujeres con titulaciones universitarias o incluso mayoría en determinadas profesiones el sistema de cuotas puede ser como dice Jose Manuel una autopista que nos lleve en pocos años al objetivo final. Porque de la otra manera a lo mejor nos quedan 50 o 100 años, que son muchos tanto para las mujeres indivudalmente consideradas como, sobre todo, para la sociedad en su conjunto. Por otro lado no se trata de reinventar la rueda, sino de poner en práctica lo que se ha hecho en otros países y que ha funcionado. En cuanto a lo que dice María P.E. lo conozco de primerísima mano. Es una competencia desleal entre los que tienen que salir corriendo para ocuparse de sus familias y los que pueden merodear por los pasillos a altas horas de la noche porque alguien se ocupa de su familia. También es cierto que los jefes hombres (la inmensa mayoría) son muy sensibles a estos sistemas, mientras que las mujeres solemos tener bastante más claro que el quedarse hasta muy tarde no es ni mucho menos sinónimo de eficacia. Más bien al ocntrario.

    • Lorena Moreno
      Lorena Moreno Dice:

      Ya podían haber convocado a la ex presidenta de Banesto, así la mujer tenía apoyo femenino.
      Por cierto, esas 44 personas representaban su propia empresa y sus propios intereses, ninguno de ellos defendía-representaba a un ciudadano ni de lejos. Más que ZP reunirse con los 44 para proponer medidas y ver cómo salir de la crisis los 44 se reunieron con ZP para explicarle en que línea tiene que seguir, a mi modo de verlo claro.
      En plan teatro: -Buenos días Sr. ZP, somos el lado bancario, -Buenos días ¿vuestras propuestas-medidas cuáles son?, -Nuestras medidas las siguientes; bajo el lema de “restructuración” cerraremos sucursales , para facilitar a los clientes el pago de sus préstamos ofreceremos más carencia (¡¡Bien, nos hemos quitado morosidad y les subiremos los tipos!!!), para que el cliente no tenga casa que pagar le ofreceremos firmar una dación en pago de deudas (¡¡Bien, “tunearemos” los valores de tasación y los dejaremos con un préstamo personal a pagar en comodísimos plazos!!!), para que los ladrillos no aparezcan en los balances nos hemos creado inmobiliarias, otro CIF, sociedad unipersonal y de único socio el banco, un chollo. Al rato el sector de la construcción salta de manera protestante e indignado; mire presidente, la verdad, aquí cada uno barre para adentró, unos le suben el precio a la luz, otros al gas, otros a la factura del teléfono, otros a los yogures y los otros suben los tipos, aquí cada uno recauda conforme puede, los únicos jodidos somos nosotros que competimos con la inmobiliaria del banco, pero si pudiéramos seriamos como ellos.
      (El teatro no es para frivolizar el tema, es para reír un poco, al menos)

      ¿Nos representan o no nos representan?, pues eso…toda una representación…

    • jj
      jj Dice:

      Carmen Alborch: “la igualdad real se habrá conseguido cuando la mediocridad de las mujeres en puestos de relieve esté tan extendida y pase tan inadvertida como la de los hombres”. Esa frase de la ex ministra, no mía, tiene un realismo que pone los pelos de punta. Ella seguro que aspiraba a más, pero describía el estado real de la sociedad. Junto a hombres y mujeres de grandísima valía, que deben estar precisamente por eso, por su valía, el trasfondo general de esta sociedad aspira a igualarnos a todos por abajo. No por la excelencia, ni por el principio aristocrático, sino justo por lo contrario.

    • Fénix de los Ingenuos
      Fénix de los Ingenuos Dice:

      La autora del post pone el dedo en la llaga. Esperar a que el tiempo arregle por si solo esta situación no sólo sería injusto, sino, sobre todo, inutil. La selección la hacen los hombres y ellos no tienen un prejuicio machista directo (reconocen que las mujeres pueden ser tan inteligentes o más que ellos) sino indirecto (presumen que tienen menos disponibilidad para dedicársela a su empresa) y… con cierto fundamento: no tienen más que mirar a sus mujeres, obligadas a compatibilizar su trabajo fuera de casa con el de la familia para garantizárles a ellos la disponibilidad que una empresa del Ibex merece. ¿Cuántos mujeres -pensarán- están dispuestas a dedicarles ese tiempo y cuantas contarán con maridos que carguen con todo el trabajo familiar? Luego las cosas no son así, o no lo son de manera sustancial (aprovechar el tiempo no es sinónimo de pernoctar en la oficina) pero contra este tipo de prejuicios(casi de tradiciones culturales), que pesan tanto en la selección, no sólo de las consejeras, sino del exigente paso anterior de los altos directivos, sólo pueden funcionar las cuotas. Cuando la realidad demuestre su falsedad desaparecerán, como pasa siempre con los prejuicios, pero no antes, claro.

    • Lorena Moreno
      Lorena Moreno Dice:

      Lo curioso, es que yo no creo en la igualdad ni la quiero. Todo es igualdad, igualdad, igualdad… y más igualdad. ¿Igualdad donde?, ¿Pero es que somos iguales?. Cuando vea a mi señor padre embarazado creeré que podemos ser iguales, mientras tanto no. No podemos ser iguales porque sencillamente desde que nacemos somos distintos, por tanto, no entiendo la palabra “igualdad”. A ver si empezamos a luchar por el respeto mutuo y la aceptación de nuestras diferencias, por ejemplo. Ahh!! Que se me olvidaba, un brindis porque este país consiga tener más y mejor conciliada la vida laborar y la familiar. Tanto para hombres como para mujeres.Que esa es otra.

    • Almudena de la peña
      Almudena de la peña Dice:

      Estimado Jo.Ma, puedo entender su punto de vista en un mundo equilibrado y con oportunidades para todos. El problema es cuando la dinámica del sistema establece imposibilidades para que las personas validas, como las mujeres de su familia tengan todas las posibilidades que tienen los demás. Entiendo que el propio sistema tiene que, de entrada, aportar medidas reales, depues será innecesario.

    • Triboniano
      Triboniano Dice:

      Fernando, creo que estás muy equivocado, afortunadamente, por cierto. ¿Que el Estado no puede inmiscuirse en la organización interna de las empresas? ¿Que no puede imponer criterios de selección de personal? Vamos a hacer una prueba, la próxima vez que quieras contratar a alguien en tu notaría pon un anuncio en el periódico diciendo que quieres un auxiliar, pero que sea hombre, porque no te interesa que se quede embarazada y te deje colgado cuatro meses. Prueba, a ver qué pasa. El Estado no solo puede, lo que no plantea ninguna duda juriídica, sino que a veces debe. El tema es si debe hacerlo o no en este caso. Pero si se considera que socialmente es tan interesante como el caso de la embarazada, ¿por qué no?

    • Fernando Gomá
      Fernando Gomá Dice:

      Triboniano, en mi comentario me refería básicamente al sistema obligatorio de cuotas en los órganos directivos de empresas privadas. En cuanto a la prueba que planteas respecto de la oficina, de hecho el Estado no me impone ni cuotas ni criterios de selección a la hora de contratar, puedo hacerlo libremente. Ahora por ejemplo la mayor parte de mis empleados son mujeres.

  20. María P.E.
    María P.E. Dice:

    Lo más importante es la educación social tanto para el presente como sobre todo para el futuro, las normas son importantes pero mucho más la educación. Un pueblo educado necesita menos normas. La no discriminación de ningún tipo, el respeto a los demás sean quienes sean, la falta o al menos la disminución de los prejuicios sobre “el otro”. Educación es para mí la palabra clave. Y desde luego sistemas de compatibilizar trabajo y familia, horarios racionales y terminar con la cultura de que el que se queda el último es el que más trabaja, tan arraigada en España, por cierto, y sé de lo que hablo, por desgracia.

  21. elisadelanuez
    elisadelanuez Dice:

    Como dicen varios comentaristas sin duda la educación es esencial. Pero como ya llevamos varias décadas educando igual a hombres y mujeres, y todavía llevan más décadas otros países y la cosa no parece que haya cambiado mucho en cuanto al número de mujeres que ocupan puestos directivos aunque ya sean mayoría las mujeres con titulaciones universitarias o incluso mayoría en determinadas profesiones el sistema de cuotas puede ser como dice Jose Manuel una autopista que nos lleve en pocos años al objetivo final. Porque de la otra manera a lo mejor nos quedan 50 o 100 años, que son muchos tanto para las mujeres indivudalmente consideradas como, sobre todo, para la sociedad en su conjunto. Por otro lado no se trata de reinventar la rueda, sino de poner en práctica lo que se ha hecho en otros países y que ha funcionado. En cuanto a lo que dice María P.E. lo conozco de primerísima mano. Es una competencia desleal entre los que tienen que salir corriendo para ocuparse de sus familias y los que pueden merodear por los pasillos a altas horas de la noche porque alguien se ocupa de su familia. También es cierto que los jefes hombres (la inmensa mayoría) son muy sensibles a estos sistemas, mientras que las mujeres solemos tener bastante más claro que el quedarse hasta muy tarde no es ni mucho menos sinónimo de eficacia. Más bien al ocntrario.

  22. jj
    jj Dice:

    Me ha parecido lamentable lo que cuenta Elisa de un head hunter que quería su perfil pero en hombre. Porque si parecía que alguien se libraba de la situación de discriminación eran las mujeres de los altos cuerpos de funcionarios… De todos modos, al margen de las condiciones que debe o debería garantizar el estado para que todo el mundo pueda desarrolarse en igualdad de oprtunidades, deberíamos todos pensar qué queremos nosotros hacer con nuestra vida. Hace 20 años mucha gente en España, hombres y mujeres, querían ser Mario Conde… Mi abuela, que no había estudiado, decía: torres más altas han caído y me recitaba la letra de un tango.. (y tú, que eres más estirado que tejido de fiambrera, quiera Dios que no te cache la mala racha fulera que, si no, como un alambre te voy a ver arrollar…). Y cayó… Pero aunque no hubiera caído, ¿por qué la sociedad tomó como modelo a ese señor o a otros muchos ejemplos parecidos de hombres y mujeres supuestamente exitosos…? Todo esto viene a cuento de lo que dicen el Sr. Gomá y el Sr. Oquendo de que en el tema de post se mezcla la razón con lo emotivo… Y, a su vez, cabe preguntarse: ¿y en qué tema no se mezcla? En casi todo… Ya lo explicó Zubiri con eso de la inteligencia sentiente, sentimiento afectante y voluntad tendente… El Estado que cumpla su papel, pero nosotros aprendamos a elegir lo que nos conviene más..

  23. jj
    jj Dice:

    Me ha parecido lamentable lo que cuenta Elisa de un head hunter que quería su perfil pero en hombre. Porque si parecía que alguien se libraba de la situación de discriminación eran las mujeres de los altos cuerpos de funcionarios… De todos modos, al margen de las condiciones que debe o debería garantizar el estado para que todo el mundo pueda desarrolarse en igualdad de oprtunidades, deberíamos todos pensar qué queremos nosotros hacer con nuestra vida. Hace 20 años mucha gente en España, hombres y mujeres, querían ser Mario Conde… Mi abuela, que no había estudiado, decía: torres más altas han caído y me recitaba la letra de un tango.. (y tú, que eres más estirado que tejido de fiambrera, quiera Dios que no te cache la mala racha fulera que, si no, como un alambre te voy a ver arrollar…). Y cayó… Pero aunque no hubiera caído, ¿por qué la sociedad tomó como modelo a ese señor o a otros muchos ejemplos parecidos de hombres y mujeres supuestamente exitosos…? Todo esto viene a cuento de lo que dicen el Sr. Gomá y el Sr. Oquendo de que en el tema de post se mezcla la razón con lo emotivo… Y, a su vez, cabe preguntarse: ¿y en qué tema no se mezcla? En casi todo… Ya lo explicó Zubiri con eso de la inteligencia sentiente, sentimiento afectante y voluntad tendente… El Estado que cumpla su papel, pero nosotros aprendamos a elegir lo que nos conviene más..

  24. jj
    jj Dice:

    Trompeta, esa idea de valer por lo que se es, y no por lo que se hace, la tenía Ortega de las mujeres. Él pensaba (han pasado 80-90 años!!!) que ellas valen por su ser y estar… mientras que los hombres valen por lo que hacen. Esas ideas hoy serían muy complicadas de defender. Os dejo un enlace con un resumen sobre el debate entre Ortega y Victoria Ocampo sobre ese tema.

    http://www.cyberhumanitatis.uchile.cl/CDA/texto_simple2/0,1255,SCID%253D3538%2526ISID%253D258,00.html

  25. Almudena de la Peña
    Almudena de la Peña Dice:

    Estimado Trompeta, tiene usted razón, en los consejos de Administración de las empresas cotizadas, la representación se ostenta por lo que se es y no por lo que se hace. Como dice el código: “Los Consejeros tienen que reflejar la diversidad de conocimientos, de género y de experiencia precisa para desempeñar sus funciones con eficacia, objetividad e independencia”. Y sus funciones, es decir lo que hacen, es aconsejar desde la propia experiencia. De ahí el interés de que la experiencia abarque el máximo de representación. No estamos hablando de empresas familiares o de sociedades que no coticen y por lo tanto no se someten a las leyes del mercado de capitales.

  26. Trompeta
    Trompeta Dice:

    Si es las cuotas encima les vienen bien! Ud y yo SI que sabemos como hay que hacer las cosas, y no esos accionistas que se creen los dueños.

  27. robespierre
    robespierre Dice:

    Menos mal que a esos pobres accionistas que se creen los dueños ya les dejan claro sus Consejos de Administración quien manda de verdad en sus empresas…que son los mismos que mandan a los curritos que rellenan con tanta voluntad los cuestionarios de los que habla la Sra de la Peña en su post.

  28. jj
    jj Dice:

    Trompeta, esa idea de valer por lo que se es, y no por lo que se hace, la tenía Ortega de las mujeres. Él pensaba (han pasado 80-90 años!!!) que ellas valen por su ser y estar… mientras que los hombres valen por lo que hacen. Esas ideas hoy serían muy complicadas de defender. Os dejo un enlace con un resumen sobre el debate entre Ortega y Victoria Ocampo sobre ese tema.

    http://www.cyberhumanitatis.uchile.cl/CDA/texto_simple2/0,1255,SCID%253D3538%2526ISID%253D258,00.html

  29. Almudena de la Peña
    Almudena de la Peña Dice:

    Estimado Trompeta, tiene usted razón, en los consejos de Administración de las empresas cotizadas, la representación se ostenta por lo que se es y no por lo que se hace. Como dice el código: “Los Consejeros tienen que reflejar la diversidad de conocimientos, de género y de experiencia precisa para desempeñar sus funciones con eficacia, objetividad e independencia”. Y sus funciones, es decir lo que hacen, es aconsejar desde la propia experiencia. De ahí el interés de que la experiencia abarque el máximo de representación. No estamos hablando de empresas familiares o de sociedades que no coticen y por lo tanto no se someten a las leyes del mercado de capitales.

  30. Trompeta
    Trompeta Dice:

    Si es las cuotas encima les vienen bien! Ud y yo SI que sabemos como hay que hacer las cosas, y no esos accionistas que se creen los dueños.

  31. robespierre
    robespierre Dice:

    Menos mal que a esos pobres accionistas que se creen los dueños ya les dejan claro sus Consejos de Administración quien manda de verdad en sus empresas…que son los mismos que mandan a los curritos que rellenan con tanta voluntad los cuestionarios de los que habla la Sra de la Peña en su post.

  32. Asi no
    Asi no Dice:

    1. Creo que el cambio de rol de la mujer en el s. XX ha sido uno de los mayores avances de la Humanidad (entre otras cosas, se ha pasado de discutir si tenían alma o inteligencia a que sean más del 50% de la población universitaria).
    2. No creo en las “cuotas de genero” para directivos. Creo en la igualdad de oportunidades (incluyendo medidas para apoyar a las madres de nuestros hijos a desarrollar su potencial), pero no creo que la situación “ideal” de un consejo de administración sea que haya un 50% de hombres y mujeres, o un 50% de blancos y negros, o un diecisieavo de cada CCAA o…
    3. Creo que el Gobierno y los defensores de las cuotas confunden la “representatividad” que buscan esas cuotas con el desempeño de las funciones. Es más “representativo” del total de la población un gobierno con ministros sin titulación alguna, o sin experiencia profesional, pero eso es muy posiblemente incompatible con la exigencia real de esos altos cargos de gestión, que inciden significativamente sobre la vida de las personas.
    4. Puestos a poner cuotas, sería mucho más lógico que las aplicara la Administración que a iniciativas privadas. Esta entrada en el blog debería venir claramente precedida de un análisis de cual es la situación en la Administración. Y de hacer algo, debería ser en los dos sentidos (cuotas para enfermeros, para secretarios de organismos públicos, profesores de infantil, personal en los juzgados…). Me parece un sinsentido que el Estado prescriba esas cosas sin cumplirlas, y sin embargo promueva ese tipo de injerencias en negocios particulares.
    5. Las cuotas de 50% o 40% parten de la falacia de que como aproximadamente la mitad de la población son mujeres, deberían ocupar la mitad de puestos. Aparte de que no creo en esas soluciones, hay que tener en cuenta que, según el INE, de 19’5 millones de mujeres mayores de 16 años, solo 10 millones buscan empleo (lo tengan o no), mientras que de 18 millones de hombres, 13 millones buscan empleo – y además, más del 75% del empleo temporal es femenino. Hay pues, mucha más población activa masculina (la condena del hombre al trabajo, que para bastantes mujeres por suerte es opcional – ahora va a ser una suerte tener que trabajar sí o sí toda la vida, en vez de que alguien lo haga por uno).
    6. Luego está el tema de la orientación profesional. En los países occidentales, en las ingenierías solo hay entre un 10%-20% de mujeres – cuando luego muchos directivos son ingenieros con máster. Por cierto, en los MBAs de los que se estudian al acabar la carrera (antes de casarse o de los posibles niños) solo hay sobre un 30% de mujeres, cuando también suele ser un requisito para acceder a cargos directivos. ¿De quién es la “culpa”? ¿Deben dar a las mujeres el 50% de los sitios en los consejos de administración, pese a que ocupen un porcentaje claramente inferior al de los hombres en la población activa, y estén infrarrepresentadas en los típicos perfiles directivos?
    7. Desde luego que hay que ayudar a las mujeres que quieran tener una carrera profesional a que puedan hacerlo, aun siendo madres. Pero habrá que valorarlas por su perfil, su rendimiento y su dedicación. Progresar requiere sacrificios, y es una decisión vital. ¿O es que los hombres que trabajan 12, 14 horas no se sacrifican, hay que quitarle valor diciendo que lo hacen para huir de sus casas y que su esfuerzo no cuenta, y hay que equipararlos a mujeres que trabajen 6 u 8 horas?
    8. Sobre el hogar: hablamos de 1,4 hijos de media (frente a 4,5 hace 100 años), de casi un millón de empleadas domésticas para 13 millones de hogares, de enormes progresos en electrodomésticos, cocina preparada, posibilidades de contratar la limpieza, los arreglos de ropa, etc.… Las que aspiren a directivas de IBEX-35 tienen seguro una vida casera que no se parece nada a la de sus madres con 5 hijos, a lo mejor trabajando, y con mucho menos apoyo externo y comodidades sociales.
    9. Algunas serán por desgracia postergadas por ser mujeres, pero esa injusticia no se arregla adecuadamente postergando a hombres con el perfil, rendimiento y dedicación requeridos y dando su puesto a mujeres que no cumplan esos requisitos pero a las que hay que dar atajos para conseguir “representatividad” por sexo en esos consejos…
    10. No ayuda a este debate el extremismo de muchas medidas, como poner más pena por el mismo delito a un hombre, o dar por defecto la custodia (y la casa) a las mujeres en caso de divorcio, o la presunción totalmente favorable a ellas en caso de denuncia por violencia de género (un mal desde luego lamentable – pero que se manipula enormemente, cuando la tasa de femicidios en España es con mucho de las más bajas de la OCDE, como señalaba el otro día Rosa Montero en El País). Para conseguir votos, se intenta oponer a hombres y mujeres, dando a las segundas sensación constante de víctimas. Quedan cosas por hacer, pero la situación nunca ha sido mejor para las mujeres, ni ha habido pese a ello más mujeres insatisfechas. Ojalá deje de manipularse este tema, y veamos juntos cómo mejorar la situación de forma razonable para todos…
    P.D.: Lastima que el blog no permita poner puntos y aparte en los comentarios, quedan demasiado densos. También sería conveniente que hayan participado en un debate o quieran seguirlo pudieran recibir avisos si hay nuevas aportaciones.

  33. Asi no
    Asi no Dice:

    1. Creo que el cambio de rol de la mujer en el s. XX ha sido uno de los mayores avances de la Humanidad (entre otras cosas, se ha pasado de discutir si tenían alma o inteligencia a que sean más del 50% de la población universitaria).
    2. No creo en las “cuotas de genero” para directivos. Creo en la igualdad de oportunidades (incluyendo medidas para apoyar a las madres de nuestros hijos a desarrollar su potencial), pero no creo que la situación “ideal” de un consejo de administración sea que haya un 50% de hombres y mujeres, o un 50% de blancos y negros, o un diecisieavo de cada CCAA o…
    3. Creo que el Gobierno y los defensores de las cuotas confunden la “representatividad” que buscan esas cuotas con el desempeño de las funciones. Es más “representativo” del total de la población un gobierno con ministros sin titulación alguna, o sin experiencia profesional, pero eso es muy posiblemente incompatible con la exigencia real de esos altos cargos de gestión, que inciden significativamente sobre la vida de las personas.
    4. Puestos a poner cuotas, sería mucho más lógico que las aplicara la Administración que a iniciativas privadas. Esta entrada en el blog debería venir claramente precedida de un análisis de cual es la situación en la Administración. Y de hacer algo, debería ser en los dos sentidos (cuotas para enfermeros, para secretarios de organismos públicos, profesores de infantil, personal en los juzgados…). Me parece un sinsentido que el Estado prescriba esas cosas sin cumplirlas, y sin embargo promueva ese tipo de injerencias en negocios particulares.
    5. Las cuotas de 50% o 40% parten de la falacia de que como aproximadamente la mitad de la población son mujeres, deberían ocupar la mitad de puestos. Aparte de que no creo en esas soluciones, hay que tener en cuenta que, según el INE, de 19’5 millones de mujeres mayores de 16 años, solo 10 millones buscan empleo (lo tengan o no), mientras que de 18 millones de hombres, 13 millones buscan empleo – y además, más del 75% del empleo temporal es femenino. Hay pues, mucha más población activa masculina (la condena del hombre al trabajo, que para bastantes mujeres por suerte es opcional – ahora va a ser una suerte tener que trabajar sí o sí toda la vida, en vez de que alguien lo haga por uno).
    6. Luego está el tema de la orientación profesional. En los países occidentales, en las ingenierías solo hay entre un 10%-20% de mujeres – cuando luego muchos directivos son ingenieros con máster. Por cierto, en los MBAs de los que se estudian al acabar la carrera (antes de casarse o de los posibles niños) solo hay sobre un 30% de mujeres, cuando también suele ser un requisito para acceder a cargos directivos. ¿De quién es la “culpa”? ¿Deben dar a las mujeres el 50% de los sitios en los consejos de administración, pese a que ocupen un porcentaje claramente inferior al de los hombres en la población activa, y estén infrarrepresentadas en los típicos perfiles directivos?
    7. Desde luego que hay que ayudar a las mujeres que quieran tener una carrera profesional a que puedan hacerlo, aun siendo madres. Pero habrá que valorarlas por su perfil, su rendimiento y su dedicación. Progresar requiere sacrificios, y es una decisión vital. ¿O es que los hombres que trabajan 12, 14 horas no se sacrifican, hay que quitarle valor diciendo que lo hacen para huir de sus casas y que su esfuerzo no cuenta, y hay que equipararlos a mujeres que trabajen 6 u 8 horas?
    8. Sobre el hogar: hablamos de 1,4 hijos de media (frente a 4,5 hace 100 años), de casi un millón de empleadas domésticas para 13 millones de hogares, de enormes progresos en electrodomésticos, cocina preparada, posibilidades de contratar la limpieza, los arreglos de ropa, etc.… Las que aspiren a directivas de IBEX-35 tienen seguro una vida casera que no se parece nada a la de sus madres con 5 hijos, a lo mejor trabajando, y con mucho menos apoyo externo y comodidades sociales.
    9. Algunas serán por desgracia postergadas por ser mujeres, pero esa injusticia no se arregla adecuadamente postergando a hombres con el perfil, rendimiento y dedicación requeridos y dando su puesto a mujeres que no cumplan esos requisitos pero a las que hay que dar atajos para conseguir “representatividad” por sexo en esos consejos…
    10. No ayuda a este debate el extremismo de muchas medidas, como poner más pena por el mismo delito a un hombre, o dar por defecto la custodia (y la casa) a las mujeres en caso de divorcio, o la presunción totalmente favorable a ellas en caso de denuncia por violencia de género (un mal desde luego lamentable – pero que se manipula enormemente, cuando la tasa de femicidios en España es con mucho de las más bajas de la OCDE, como señalaba el otro día Rosa Montero en El País). Para conseguir votos, se intenta oponer a hombres y mujeres, dando a las segundas sensación constante de víctimas. Quedan cosas por hacer, pero la situación nunca ha sido mejor para las mujeres, ni ha habido pese a ello más mujeres insatisfechas. Ojalá deje de manipularse este tema, y veamos juntos cómo mejorar la situación de forma razonable para todos…
    P.D.: Lastima que el blog no permita poner puntos y aparte en los comentarios, quedan demasiado densos. También sería conveniente que hayan participado en un debate o quieran seguirlo pudieran recibir avisos si hay nuevas aportaciones.

  34. Spinoza
    Spinoza Dice:

    Nuestro complejo sistema social es fruto de siglos de evolución y adaptación, incluso biologica. La distribución de roles a que hemos llegado no es un capricho de ultima hora, sino que obedece a la concurrencia de múltiples causas y variables, en gran parte aun sin estudiar. Pretender cambiarlo de pronto según el ultimo criterio “políticamente correcto”, por legitimo que sea, a base de decretos de igualdad, es tan absurdo como tratar de convertir un motor de gasolina en diesel a base de martillazos.

    Creemos las condiciones y removamos los obstáculos para que las personas de mas valía, sin consideración a su sexo, puedan llegar a los mejores puestos, lo demás, si tiene que ser, vendrá por añadidura.

  35. Spinoza
    Spinoza Dice:

    Nuestro complejo sistema social es fruto de siglos de evolución y adaptación, incluso biologica. La distribución de roles a que hemos llegado no es un capricho de ultima hora, sino que obedece a la concurrencia de múltiples causas y variables, en gran parte aun sin estudiar. Pretender cambiarlo de pronto según el ultimo criterio “políticamente correcto”, por legitimo que sea, a base de decretos de igualdad, es tan absurdo como tratar de convertir un motor de gasolina en diesel a base de martillazos.

    Creemos las condiciones y removamos los obstáculos para que las personas de mas valía, sin consideración a su sexo, puedan llegar a los mejores puestos, lo demás, si tiene que ser, vendrá por añadidura.

  36. Juan cualquiera
    Juan cualquiera Dice:

    Doña Almudena: A los puestos de Dirección, se llega echándole agallas y con resultados. En ocasiones ni con eso, pues grupúsculos de diferentes tendencias en los que uno no está integrado por su idea de la libertad, harán imposible el acceso favoreciendo a medianías de muy distinto pelaje y escasa o nula competencia. Hay algo que debo decirle y es que si fuera mujer, me molestaría mucho que un tio viniese abogando por “mis derechos” Derechos que entiendo relativos y lacrimosos. La palestra está ahí y el que quiera o la que quiera que salte a batirse el cobre. Saludos.

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