Anuncio de Jornada sobre Diagnóstico de la Situación de la Administración de Justicia en España y posibles soluciones

Os dejamos el link a una interesante jornada que el Colegio Notarial de Madrid, junto con las empresas KPMG e Iclaves ha organizado para la mañana del día 1 de diciembre en su sede de Juan de Mena 9 con el título “Diagnóstico de la situación de la Administración de Justicia en España y posibles solucones”.
Como saben nuestros lectores, la preocupación por la situación de la Administración de Justicia en España es una constante en este blog. En esta jornada lo que se pretende es la realización de un diagnóstico lo más certero y realista posible y el planteamiento de soluciones prácticas, apoyándose en el Plan de Modernización de la Administración de Justicia que ha sido puesto en marcha estos últimos años y en la introducción de las nuevas tecnologías, que, siendo un requisito necesario, no es sin embargo suficiente para conseguir una Administración de Justicia moderna y eficaz. Y nos jugamos mucho con ello.
Os animamos a todos, editores, colaboradores y lectores a acudir (la asistencia es gratuita) aunque dado que el aforo es limitado es conveniente confirmar la asistencia.

http://www.amiando.com/evento_justicia.html;jsessionid=F6ADB04BEE1F8CF86949F74FACE40E29.web03?page=608146

Comparativa de programas electorales (VII) Las propuestas fiscales de Izquierda Unida

Dedicamos el comentario de hoy al programa fiscal de IU (puede verse en el siguiente link).

Contiene un gran número de propuestas, muchas más que PSOE y PP. Tampoco faltan las propuestas ambiguas o genéricas como era de esperar.

Las propuestas se estructuran con arreglo a varios criterios.

Un primer criterio apela a una reforma fiscal justa que permita situar el empleo por encima de todo y atender al déficit público. Este criterio sistematiza las propuestas por tributos. Veamos.

IRPF: Aquí IU actúa en coherencia con su ideología de izquierdas demandando una mayor progresividad. Proponen que las rentas del ahorro se integren en la base general, tributando a la escala general, como lo hacen los salarios.  Aquí hago un inciso. Hay que tener cuidado con penalizar el ahorro, pues podría frenar la inversión privada y con ello el empleo, que se supone que es el objetivo que guía a la reforma.

Proseguimos. Se proponen dos tramos nuevos en IRPF, con elevación de tipos para rentas altas (superiores a 60.000 euros). También prometen trasladar las deducciones a nivel de cuota, en lugar de base, que siempre resulta hacendísticamente más progresivo.

También proponen eliminar el denominado régimen de “impatriados” lo que merece un comentario. Se ha criticado mucho este régimen, más por desconocimiento que por rigor técnico. Es un régimen privilegiado para los no residentes que vienen a España a trabajar. Se les otorga un trato favorable, una tributación del 24%, cuando el resto de los mortales tributamos a tipos superiores. Se critica la desigualdad entre unos y otros pero se pierde de vista cuál fue la razón de ser de este incentivo. Se creó para captar “cerebros”, es decir, que grandes directivos extranjeros vinieran a trabajar a España a dirigir nuestras empresas para hacerlas crecer. Lamentablemente este régimen ha quedado limitado a los futbolistas, que es el único sector que capta talento extranjero. Somos una sociedad de pan y circo. Antes de suprimir el incentivo, deberíamos hacer una reflexión de por qué este incentivo no ha funcionado, por qué España no ha sido capaz de captar talento extranjero. Y por lo mismo, si queremos salir de esta crisis, deberíamos pensar en no penalizar a los más cualificados, a los que pueden guiarnos a la senda del crecimiento.

No comparto la propuesta de eliminar las ventajas de los planes de pensiones privados, máxime cuando no son tantas las ventajas (como dije ayer, a veces se torna en una fiscalidad perniciosa para contribuyentes de rentas bajas) y sobre todo cuando las pensiones públicas no están garantizadas en un futuro medio. Tampoco comparto limitar las declaraciones conjuntas pues no sé a qué se refiere ni a qué motivo responde, desde luego nada que ver con el empleo.

Lo de exonerar de la obligación de declarar con independencia del número de pagadores es algo que a primera vista parece justo pero que técnicamente no resulta coherente con el principio de capacidad económica. Pensemos en un contribuyente que cobra 21.000 euros y por tanto no declara. No declara porque vía retenciones se le detrae una cantidad que resultaría muy cercana a la que resultaría de declarar. Sin embargo, otro contribuyente que cobra 10.000 euros de un pagador y 11.000 euros de otro, si no declara, saldría favorecido respecto del primero, porque las retenciones de cada pagador serían muy inferiores a las del primero. Los dos pagadores son un problema, porque la menor retención genera lo que se conoce como ilusión fiscal (creemos cobrar más salario del realmente disponible). Pero lo de exonerar de la declaración no es la mejor solución pues además puede generar una gran bolsa de fraude.

Hay un punto en el que el subconsciente ha jugado una mala pasada al político. Dice el programa que “eliminarán, en su caso, las ventajas fiscales que tienen los y las diputadas”. Y digo yo, habrán querido decir que eliminarán en todo caso, ¿no?

Y para terminar con la parte de IRPF, proponen suprimir las ventajas fiscales de la Iglesia Católica. Aquí la izquierda, en un intento de coherencia, extiende la medida a otras confesiones religiosas. Pero si querían coherencia, debería haber incluido también a las fundaciones, asociaciones y ONGs ¿no? Creo que esto es un guiño al electorado laico más que una medida de estímulo del empleo.

Por lo que respecta a la reforma del Impuesto sobre Sociedades, se proponen varias medidas, dos concretas y varias ambiguas.

Por un lado se propone aumentar en 5 puntos el tipo de gravamen para las sociedades que den beneficios, en concreto para las que den un beneficio de más de un millón de euros. Y también proponen declarar no deducible el gasto de personal de trabajadores cuyo salario exceda de 90.000 euros. Francamente, creo que ambas medidas, más que estimular el empleo, impiden el crecimiento. Por un lado, se penaliza a las empresas rentables. Y por otro, se penaliza a la mano de obra cualificada. No entiendo nada.

Más ambiguas son las medidas de simplificación de deducciones (ver comentarios al post del PSOE), incentivar la cuota productiva, la cuota de estabilidad laboral, la cuota de jornada… ¿Y si resulta que son las empresas rentables antes penalizadas las que tienen una mayor cuota productiva, estabilidad laboral y cuota de jornada? Algún que otro pensador sufriría un cortocircuito mental.

Reforma del IVA. Ya se ha comentado el criterio de caja en el post del PP. Lo mismo que la necesidad de adecuación a los términos de la Directiva de cualquier medida nacional que quiera establecer un nuevo tipo reducido de IVA a algún producto no incluido en el anexo III.

Por fin un partido se atreve a meter tijera en materia de módulos. Aquí IU, valiente, propone limitar esta medida, que ha sido tradicionalmente uno de los sectores de mayor fraude fiscal. Enhorabuena por la medida.

Proponen también un impuesto de transacciones financieras, restaurar el impuesto sobre el patrimonio (o el futuro de grandes fortunas) y restablecer el impuesto sobre sucesiones. Comentamos el último pues los otros dos ya los hemos comentado en otros post. Respecto del impuesto sobre sucesiones, IU hace una pequeña trampa pues promete lo que no tiene. Sucesiones está cedido a las CCAA, quienes pueden bonificar las cuotas, con lo que mal podrán recuperar este impuesto sin invadir competencias autonómicas.

También se encarece el IBI (más no por favor) para viviendas vacías y se propone un paquete de medidas de fiscalidad verde.

Alguna crítica debemos dedicar a la propuesta de una tasa por pernocta en hoteles. Si lo que urge es estimular la economía, mejor sería no atacar uno de los pocos sectores que sigue dando beneficios en España, el turismo. Un encarecimiento de las pernoctas puede debilitar un sector que hoy funciona bien pero que está amenazado por una fuerte competencia de otros países mediterráneos.

Bien, si recapitulamos el primer bloque tenemos subidas del IRPF del ahorro, para las rentas salariales altas, para planes de pensiones, para impatriados cualificados, subidas fiscales a las sociedades rentables, limitaciones a la deducibilidad del gasto en sociedades por salarios altos, impuestos sobre transacciones financieras, patrimonio, sucesiones, tasas hoteleras… ¿cómo puede esto estar relacionado con el empleo? Casi mejor ser transparentes y reconocer que son subidas de impuestos progresivas y que juzgue el electorado.

En otro bloque, bajo el título de acabar con la economía sumergida y el fraude, se proponen algunas otras medidas fiscales.

Algunas son humo electoralista, muy bonitas en lo ideológico, pero poco concretas. Son las típicas propuestas como un nuevo plan de objetivos, una comisión especial en el Congreso…

Otras más concretas pretenden penalizar a las SICAV (ya comentadas en el post del PSOE).

Hay alguna que particularmente me parece poco seria: la de considerar hurto a efectos del Código Penal al fraude fiscal. Lo mismo que la de limitar la deducibilidad del gasto en IRPF, Sociedades e IVA de las facturas superiores a 1.000 euros pagadas en efectivo o documentos al portador. Qué barbaridad.