Evaluación sistemática y objetiva de la administración de Justicia
Con ocasión de la intervención de la autora de este post en las Jornadas sobre la situación de la Justicia, organizadas por iClaves y el Colegio Notarial de Madrid y celebradas el día 1 de diciembre de 2011, de las que hemos dado cuenta en el blog, se le solicitaron los datos sobre la situación de la Justicia que manejaba su fundación, que amablemente nos ha proporcionado para información de todos. Los editores.
La Justicia, como el teatro y, ahora la creación (los derechos de propiedad intelectual), están en permanente crisis. Llevamos cuatro décadas diagnosticando y proponiendo soluciones para mejorar el funcionamiento de la Administración de Justicia.
Desde la Fundación Wolters Kluwer a través del Observatorio de la Actividad Judicial hemos querido subir un peldaño tanto en el sistema de evaluación como en el de propuestas de mejora.
Para ello, en el año 2007 pusimos en marcha un proyecto para generar un abanico amplio de indicadores sobre la actividad judicial que permitiera medir de manera masiva, sistemática y acumulada la evolución de este servicio público que gestiona cada año millones de asuntos judiciales de envergadura y complejidad muy diferentes. Nos encontramos ante una magnitud de acontecimientos judiciales enorme que nadie, ni los que participan profesionalmente o como usuarios, o los que están fuera pueden apreciar de manera panorámica, sistemática y objetiva.
No ha sido un trabajo fácil, y además los cambios procesales o de organización y gestión de los órganos judiciales nos han obligado y nos obligarán en el futuro a rectificar alguno de los indicadores que generamos, y a tener que hacerlo de manera que sigan, en la mayor medida posible, permitiendo la comparación anual y, por lo tanto, posibiliten la valoración de los cambios de la capacidad y calidad del servicio público que brinda la Administración de Justicia en España.
En el momento de génesis de este proyecto nuestro objetivo era encontrar diversos indicadores de la actividad judicial que pudieran condensar en pocos guarismos la evolución del funcionamiento de la Administración de Justicia a lo largo de los próximos años.
Al día de hoy los datos estadísticos que se ofrecen de manera pública por parte del Consejo General del Poder Judicial son muy amplios y sistemáticos. El equipo técnico que puso a trabajar la Fundación ha utilizado básicamente estos datos, inicialmente en una fase de creación en los años 2007 y 2008, lo que dio lugar al primer informe anual del Observatorio de la Actividad Judicial (http://www.fundacionwolterskluwer.es).
Tras diversos debates y contraste con la opinión de expertos en diversas áreas, nuestro equipo técnico nos propuso y aceptamos la generación de 10 indicadores independientes sobre diferentes facetas de la actividad judicial y un Índice Global con el queremos condensar los diez indicadores, de manera ponderada, y ofrecer a la sociedad española una herramienta que permite conocer de manera científica la evolución de la Administración de Justicia en un solo guarismo que se mueve en una escala del cero al cien, en el que el 100 sería la perfección y el 0 lo contrario. En los informes ya publicados nos hemos movido entre el 73% y el 68%.
Los indicadores que finalmente hemos incluido en los Informes Anuales son los siguientes:
1º. Carga de trabajo de los órganos judiciales
2º. Jueces y magistrados necesarios en relación con la carga de trabajo
3º. Sentencias dictadas por juzgadores miembros de la Carrera Judicial
4º. Confirmación de resoluciones en apelación o suplicación
5º. Confirmación de resoluciones en casación
6º. Razonable duración de los procesos
7º. Cumplimiento de los módulos judiciales de dedicación
8º. Ejecución de las resoluciones judiciales
9º. Cobertura de las cargas de trabajo por la Planta Judicial
10º. Comparación interanual de la duración de los procesos
Estos diez indicadores pueden agruparse en cinco bloques de la actividad judicial que miden.
I. LA CARGA DE TRABAJO DE LOS TRIBUNALES
El primer grupo está conformado por los indicadores 1º, 2º y 9º («Carga de trabajo de los órganos judiciales»; «Jueces y magistrados necesarios en relación con la carga de trabajo», y «Cobertura de la carga de trabajo por la Planta Judicial».). Estos tres indicadores estudian, desde puntos de vista distintos, la carga total de trabajo que asumen los órganos judiciales, teniendo en cuenta tanto el número de asuntos recibidos en el año como los pendientes de resolución recibidos en años anteriores, poniéndolos en relación con la capacidad máxima de resolver asuntos que tiene la plantilla de jueces y magistrados (conforme a la Ley de Planta Judicial y al «módulo de entrada» establecido en sucesivos Acuerdos del CGPJ, cada año considerado).
II. LA CONFIABILIDAD DE LAS SENTENCIAS DE PRIMERA Y SEGUNDA INSTANCIA
El segundo grupo de indicadores lo constituyen, por un lado, los números 4º y 5º («Confirmación de resolu¬ciones en apelación o suplicación» y «Confirmación de resoluciones en casación»). Y por otro, el número 3º ( «Sentencias dictadas por jueces miembros de la Carrera Judicial»), que consideramos que genera en sí mismo un incremento de la calidad al ser resoluciones dictadas por jueces de carrera.
III. EL TIEMPO DE RESPUESTA JUDICIAL
Una tercera agrupación la conforman los indicadores 6º y 10º («Razonable duración de los procesos», y «Comparación interanual de la duración de los procesos»). En este tema nos interesa, sobre todo, ver la evolución, la mejora en la capacidad de respuesta de los órganos judiciales.
IV. EL RENDIMIENTO PROFESIONAL DE JUECES Y MAGISTRADOS
Es un indicador que no está agrupado a otros el 7º («Cumplimiento de los módulos judiciales de dedicación») y hace referencia al rendimiento esperado de cada juez y magistrado conforme al que ha ido fijando el CGPJ.
V. LA OTRA CARA DE LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL: HACER EJECUTAR LO JUZGADO
También es un indicador aislado, pero de enorme trascendencia, el 8º («Ejecución de las resoluciones judiciales»), que se fija en la realidad de que al usuario de la Justicia no le basta con que se dicte la sentencia que reconoce su derecho, sino que espera que aquélla se lleve a cabo (se ejecute), para obtener así la completa satisfacción del derecho declarado.
Con estos instrumentos cualquier gestor, profesional o lector interesado puede observar la evolución los indicadores cada año. Fijándose en uno, en un grupo o si quiere tener una visión panorámica leer el Índice Global de la Actividad Judicial (recordamos que se elabora en una escala del 0 al 100, siendo 100 el funcionamiento mejor posible).
Índice global para 2007: 73,01%
Índice global para 2008: 68,40%
Índice global para 2009: 69,51%
Índice global para 2010: 68,86%
Como vemos El Índice Global del último año 2010 empeora respecto al anterior en un 0,65%, pero no ha bajado hasta el 68,40% del año 2008.
Los principales datos de estos indicadores también los ofrecemos por diferentes jurisdicciones o tipos de órganos judiciales. Y algunos años por comunidades autónomas. Animo a todos los interesados a consultar estos datos y elaborar diagnósticos y propuestas a partir de datos masivos y objetivados sobre la actividad judicial en España.
Desde la Fundación Wolters Klowers además de ofrecer estos indicadores que permiten medir objetivamente la actividad judicial, también proponemos al debate social sugerencias para mejorar la función de la Administración de Justicia.
Presidenta de la Fundación Wolters Kluwer