La Democracia, tema I

Algunas de las reacciones que ha provocado la lectura del artículo “El Estado de papel” (no las recogidas  en la Prensa Unificada del Movimiento Catalán, liderada por la Vanguardia, que tiene el valor que tiene) sino en amigos catalanes, alguno de ellos juristas, me han llevado a pensar que los ciudadanos españoles democrátas tenemos algunas lagunas importantes en cuanto al concepto mismo de democracia.  Llevamos votando muchos años en unas elecciones libres, bien es cierto, pero parece que se nos escapan algunas cosas esenciales. Y estas lagunas son aprovechadas o/y compartidas por líderes poco escrupulosos o/y poco respetuosos con este concepto, como ocurre ahora mismo con el Presidente de la Generalitat catalana y secesionista “in pectore”, cueste lo que cueste, D. Artur Mas o con el propio Presidente del Gobierno, cuando afirma que le gustan “las mayorías silenciosas”, que sin duda son muy cómodas para los gobernantes, pero muy peligrosas para una auténtica democracia como enseguida veremos.

 

Como tengo que reconocer que yo tampoco soy especialista en el tema, he pedido consejo y me han recomendado unos libros sencillitos sobre la democracia, de los que utilizan los estudiantes de Ciencia Política, “La democracia” de Robert A. Dahl y otro un poco más complejo de Giovanni Sartori “¿Qué es la democracia?” que me han sido de mucha utilidad para escribir este post. Efectivamente, tengo que reconocer que, en el por lo demás muy extenso temario de Derecho público de mi oposición, no había ningún tema sobre la democracia, sino que empezábamos directamente con la Constitución española. Y está claro que si bien la democracia española nace y se asienta en la Constitución española de 1978 creo que entender el concepto de democracia disociado de una concreta fórmula constitucional en un momento histórico determinado es un ejercicio muy necesario en los tiempos que corren.

 

De hecho, en estos momentos lo que está evolucionando a una gran velocidad –lo que no deja de ser un acontecimiento de mucha relevancia histórica- es el concepto mismo de democracia representativa que ha estado vigente durante la segunda mitad del siglo XX. Digamos que los ciudadanos de las democracias representativas del siglo XXI nos hemos vuelto bastante más exigentes frente a nuestros representantes políticos, probablemente por la crisis económica, y les exigimos cada vez mayor transparencia y rendición de cuentas. Y también queremos marcar la agenda política (¿qué es eso de que los políticos nos digan que toca o no toca abordar un tema? Toca cuando los ciudadanos quieren, no cuando los políticos quieren) y participar en los asuntos públicos de manera mucho más activa, reclamando en casos extremos una vuelta a las democracias directas o asamblearias que no parecen posibles aunque sea por una cuestión de escala. Como es sabido, muchas de estas aspiraciones pueden hoy ser realizarse gracias a las nuevas tecnologías, con lo que implican de capacidad de informarse y expresarse por medios alternativos a los susceptibles de ser controlados por el Poder Político y de capacidad para presionar y para participar en los asuntos públicos por medios alternativos a los que decide el Poder Político.

 

Pero volviendo a los requisitos básicos de una democracia, por lo menos desde un punto de vista teórico o ideal (dada que todas las reales existentes solo lo alcanzan en cierto grado) Robert A. Dahl nos recuerda que las instituciones políticas de una democracia “a gran escala” (es decir, de una democracia que requiere de instituciones representativas por no ser posible una fórmula alternativa de participación directa de los ciudadanos) son las siguientes:

 

1. Cargos públicos electos.

2. Elecciones libres, imparciales y frecuentes.

3. Libertad de expresión

4. Fuentes alternativas de información.

5. Autonomía de la sociedad civil

6. Ciudadanía inclusiva.

 

Como puede verse en la lista hay bastantes más cosas que votar. De hecho, en prácticamente todos los países del mundo hay elecciones periódicas -con diversos grados de fiabilidad- o/y plebiscitos y refrendos (Franco también los hacía, por cierto) y no por eso se consideran democracias por la comunidad internacional, por los expertos y, sobre todo, por sus ciudadanos. Estos requisitos son esenciales por la sencilla razón de que en una democracia los ciudadanos tienen que estar en condiciones de gobernarse a sí mismos, y para eso necesitan libertad, educación cívica y también lo que Dahl llama “comprensión ilustrada”, es decir, capacidad de comprender y de decidir sobre los asuntos políticos que se les plantean. Vamos, lo contrario de convocar un referéndum sobre la independencia sin explicar bien a la ciudadanía en qué consiste o qué consecuencias tiene o diciendo que primero decidan y luego ya se enterarán.

 

Y es que, sigue diciendo el autor, la historia ya nos ha demostrado demasiadas veces que si se deja a una elite gobernante, por buena que sea,  y por muy democrática que haya sido su elección, gobernar sin límites y sin control por parte de los ciudadanos “tenderán a convertirse en déspotas antes o después, valiéndose del nepotismo, la corrupción, la promoción del interés individual o de su grupo y mediante el abuso del monopolio sobre el poder para eliminar la crítica, extraer riqueza de los ciudadanos y obtener su obediencia frente a la coerción”.

 

Este es el auténtico dilema de una democracia representativa, ya que nos guste o no, los seres humanos tendemos a abusar del poder cuando lo tenemos. En España creo que es difícil negar que lo que tenemos en la actualidad es un tipo de democracia de baja calidad o partitocracia, donde los representantes políticos dan prioridad a los intereses de los partidos a los que pertenecen sobre los de los ciudadanos a los que representan. En el caso español, además, tenemos el agravante de que se trata de una partitocracia de taifas, como ya señaló en un artículo así titulado nuestro coeditor Rodrigo Tena, cuyo origen está en una Ley electoral enferma, aprobada al inicio de la Transición   y que se encuentra en fase terminal, sometida como está a las derivas del clientelismo y de la corrupción generales  las que ya no son capaces de hacer frente unas instituciones gravemente deterioradas y desprestigiadas y una Administración de Justicia colapsada, y objeto de una creciente desafección de una ciudadanía que ha pasado del asombro a la indignación ante  tanto desgobierno o mal Gobierno.

 

En una situación así, el suponer que los ciudadanos de una parte o todo el territorio español van a ser más libres políticamente si permiten que sus representantes se salten los pocos controles a los que todavía están sometidos, que son básicamente los que establecen las Leyes –Leyes que no se olvide  hacen ellos mismos- me parece un engaño o una trampa en la que no podemos caer los ciudadanos. Como nos recuerda Sartori, si ni siquiera exigimos que el hacedor de las leyes se someta a las leyes que hace, perdemos el último baluarte de las sociedades libres, la libertad dentro de la Ley.

17 comentarios
  1. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Buenos días y muchas gracias a Elisa por el artículo y las referencias que incluye.
    El campo es ciertamente vasto.

    Muchos estudiantes de carreras con el adjetivo de “social” o “política” recordarán de sus primeros trimestres que algún profesor les informaba de que las dictaduras son operativas sólo mientras gocen de una aceptación mayoritaria y que cuando dejan de tenerla no tardan en colapsar. Esta regla se aplica a todos los regímenes, sean democráticos –en el sentido que hoy damos a esta palabra– o no lo sean.

    Este descubrimiento solía suscitar acaloradas discusiones hasta que se comenzaba a asimilar por la fuerza de los hechos y de la propia experiencia.

    Por no hablar de España, aquellos que conocen ciudadanos rusos sabrán  que la mayoría de sus gentes estadísticamente normales, es decir el 85%, añora los años  de Nikita Jrushchov y de Leónidas Breznev  y admiran y respetan a Lukashenko mientras Gorbachev es un ser maldito que ha tenido que irse a vivir a USA.

    La transición rusa es un fenómeno poco estudiado en Occidente a pesar de que resulta de bastante relevancia para nuestra situación actual porque la convergencia política y económica es evidente.

    Elisa aborda en su artículo el asunto de La propensión al poder creciente y absoluto por parte de las élites que controlan el acceso, la gestión y la permanencia en el poder. El 1% que ha hecho popular Stiglitz.

    Es un tema recurrente en la historia y que continúa creciendo en todo su esplendor–a pesar de que avisados estamos desde hace siglos–.

    Hasta tal punto que en algunos aspectos, –económicos o educativos, por ejemplo–, damos por sentado y aceptamos un poder que es Absoluto en la plena acepción del término. 

    ¿Qué sentido tiene llamar democrático a un poder absoluto? ¿No estamos desgraciando la semántica hasta hacerla inservible o peor?
    ¿Cambia algo con los cambios de partido en cualquiera de dichos ámbitos?

    Resulta que se liberaliza el sexo y la droga en todas sus expresiones por inverosímiles que sean y esto nos hace creer que somos libres.

    Mientras tanto nos imponen la obligación de confesarnos en lo económico, denunciar a conciudadanos o recluirnos obligatoriamente en sus instituciones desde la cuna y el pañal. 

    Una sociedad que no se inmuta en esta situación, se la merece.

    Con frecuencia traigo este asunto a colación porque, como todos los dogmas implícitos, permanece oculto al debate y cuando lo hace suele ser tratado con un respeto quasi religioso porque, en el fondo, todos los que aspiran a ocupar dicha posición no pueden permitirse describirla tal cual realmente es: un leviatán incontrolable que crece vampirizando y degradando a sus víctimas inermes.

    Simplificando, la respuesta habitual a este reconocido problema consiste en establecer dos paliativos teóricos al mal de fondo.

    1. Depende de la moralidad de quienes detentan el poder.
    2. De mecanismos de control independientes e institucionales que aseguren el correcto funcionamiento del sistema.

    Ambas son rotundamente falsas.

    No operan, no funcionan y no pueden funcionar.

    Sólo constituciones que retengan el poder a nivel ciudadano y, además, limiten radicalmente las prerrogativas del poder en lo económico y educativo pueden razonablemente aspirar a vivir en una democracia real.

    Este es el sentido profundo del derecho a portar armas en USA o del servicio militar vitalicio suizo: asegurar que los ciudadanos de alguna forma, aunque sea muy simbólica, retienen dicho poder aunque lo delegan.

    A los que han pasado por Teoría de Juegos, con Agentes e Incentivos pediría que se planteen el siguiente ejercicio.

    Imaginemos un juego en el cual hay cien participantes parecidos pero distintos y todos ellos acuerdan dar todo el poder económico y educativo a uno de ellos durante 4 años. Este tiene además el poder de cambiar buena parte de las reglas.

    El acceso a esa posición tiene lugar a través de la compra de votos, votos que son pagados por quien decida quien consiga el poder electo. 
    Los votantes actúan emocional e instintivamente la mayor parte del tiempo y son muy sensibles al miedo y a la inseguridad.

    Tratemos de imaginar  el estado del tablero tras cinco y diez partidas o ciclos, es decir 20 y 40 años.

    Esta es la situación que, por mucho que nos empeñemos, no cambiará si no se cambian las reglas del juego.  

    El segundo aspecto que aborda Elisa, la fragmentación nacionalista, también es oportuísimo y de fondo. Trataré de comentarlo por la noche.

    Buenos días.
     

  2. robespierre
    robespierre Dice:

    A mí el sr. Mas and company me parecen de lo más granado que ha dado la partitocracia española. Plantear nada menos que una secesión por la cara en visperas de unas elecciones autonómicas donde lo suyo sería hablar de la nefasta gestión de su Gobierno (más herencia del tripartito si se quiere) el nivel de corrupción generalizada en los partidos politicos catalanes y el grado de opresión y ninguneo de la “resistencia” antinacionalista la verdad es que tiene mérito. A los únicos que beneficia este planteamiento son estrictamente a los señores de CIU, más en concreto a los que tienen tropecientas causas abiertas por corrupción, que a lo mejor en un Estado independiente nombran ya directamente los jueces que les vayan a juzgar (ahora solo pueden de forma indirecta) o directamente se dictan leyes de amnistía a la Berlusconi. A los ciudadanos catalanes creo que no les iría mucho mejor, más bien creo que les iría bastante peor, pero a la partitocracia la ponen en casa todavía Más.

  3. Juan Jaime Cachazo Ibarreche
    Juan Jaime Cachazo Ibarreche Dice:

    Hola Robespierre. Tu comentario es premonitorio .Aquí tienes la evidencia .
    Hoy Antonio Fernández informa en El Confidencial:
    “ Los jueces barceloneses ralentizarán los procedimientos que hay en curso y que afectan a políticos para no interferir en la campaña electoral de las autonómicas catalanas que se celebran el próximo 25 de noviembre, según pudo saber El Confidencial de fuentes judiciales. Quien más beneficiado sale de esta discreción de la justicia es el candidato de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas, ya que tres de los principales casos que se están investigando afectan a miembros de su partido”.
     
    La participación a la que alude Elisa en su entrada exige una revisión del sistema de elección de los jueces así como una ampliación de los casos en los que es posible el enjuiciamiento mediante el jurado.
    Como ha escrito Manu Oquendo en alguna ocasión “ ya no se trata de seguir haciendo lo mismo pero mejor”.
      Saludos cordiales

  4. jorgescc
    jorgescc Dice:

    ¿Y si la democracia necesitase un sistema mixto para no convertirse en lo que ya Aristóteles previó, esto es, demagogia?
    Las democracias contemporáneas, basadas en la omnipotencia de la falaz “voluntad general” que otorga a la clase política un manto de impunidad, no pueden garantizar libertad ni seguridad.
    http://elunicoparaisoeselfiscal.blogspot.com.es/2012/08/de-el-hombre-que-mato-liberty-valance.html

    En cuanto al respeto de la ley, esencial diferenciar Estado de Derecho de “imperio de la Ley”. 
    Todos los Estados lo son de Derecho, pues todos utilizan normas para manifestar su voluntad. En este sentido Cuba es un Estado de Derecho.
    “Imperio de la Ley” es respetar el carácter sagrado, inmutable de la Ley basada en la tradición, el derecho natural y las costumbres. En este sentido en España se desprecia a la Ley.

      

  5. Isaac Ibáñez
    Isaac Ibáñez Dice:

    Estimada Elisa:
    Gracias por este excelente artículo y los que vendrán sobre el mismo asunto. Creo que es pertinente citar lo dicho por Richard Stovin-Bradford, columnista del Financial Times en una entrevista publicada hoy en el diario Hoy: “Yo cuando vuelvo a casa entro en un restaurante chino a buscar comida para llevar y saludo al diputado de mi barrio y le cuento que los trenes van fatal. Tengo una relación directa con él y le expreso mis inquietudes. La clase política española parece estar muy lejos de tomarse a pecho las preocupaciones de los españoles”.
    Así nos ven desde el exterior. Lo dicho es una buena muestra de que en el Reino Unido funciona muy bien la democracia representativa. En España no funciona bien ni la representativa ni la participativa (ésta última creo que ni está ni se la espera). Buena prueba de lo dicho por el señor Stovin es lo sucedido con el escándalo de los ipads perdidos por nuestros representantes (ver el reciente post de Ignació Gomá sobre el asunto: “El misterioso caso de los ipads perdidos y recuperados en el templo (de la ley)”. En mi opinión, todos los medios tecnológicos que se ponen a disposición de nuestros representantes son utilizados para sus asuntos propios y no para establecer un mejor contacto con la ciudadanía. Intenten remitir un e-mail a un diputado o senador y las probabilidades de que le contesten son muy escasas (hay raras excepciones).
    Respecto a la participación ciudadana ha sido bochornoso el espectáculo relativo a la tramitación del anteproyecto de ley de transparencia que, en mi opinión, ha sido un paripé y/o engañabobos.
    El pasado 31 de octubre de 2012 hubo un debate en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados (puede verse el Diario de Sesiones), con motivo de la comparecencia del señor Director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. Se habló largo y tendido de la prometida regeneración democrática y de la estrategia de calidad y simplificación normativa; dos asuntos de capital importancia que han sido encomendados al referido Centro.
    Espero equivocarme, pero tengo escasa esperanza, por no decir ninguna, de que todo esto no quede más que en actuaciones de cara a la galería. Como dijo Dante, en su Inferno: Lasciate ogni speranza

    • Manu Oquendo
      Manu Oquendo Dice:

      Buenos días y muchas gracias a Elisa por el artículo y las referencias que incluye.
      El campo es ciertamente vasto.

      Muchos estudiantes de carreras con el adjetivo de “social” o “política” recordarán de sus primeros trimestres que algún profesor les informaba de que las dictaduras son operativas sólo mientras gocen de una aceptación mayoritaria y que cuando dejan de tenerla no tardan en colapsar. Esta regla se aplica a todos los regímenes, sean democráticos –en el sentido que hoy damos a esta palabra– o no lo sean.

      Este descubrimiento solía suscitar acaloradas discusiones hasta que se comenzaba a asimilar por la fuerza de los hechos y de la propia experiencia.

      Por no hablar de España, aquellos que conocen ciudadanos rusos sabrán  que la mayoría de sus gentes estadísticamente normales, es decir el 85%, añora los años  de Nikita Jrushchov y de Leónidas Breznev  y admiran y respetan a Lukashenko mientras Gorbachev es un ser maldito que ha tenido que irse a vivir a USA.

      La transición rusa es un fenómeno poco estudiado en Occidente a pesar de que resulta de bastante relevancia para nuestra situación actual porque la convergencia política y económica es evidente.

      Elisa aborda en su artículo el asunto de La propensión al poder creciente y absoluto por parte de las élites que controlan el acceso, la gestión y la permanencia en el poder. El 1% que ha hecho popular Stiglitz.

      Es un tema recurrente en la historia y que continúa creciendo en todo su esplendor–a pesar de que avisados estamos desde hace siglos–.

      Hasta tal punto que en algunos aspectos, –económicos o educativos, por ejemplo–, damos por sentado y aceptamos un poder que es Absoluto en la plena acepción del término. 

      ¿Qué sentido tiene llamar democrático a un poder absoluto? ¿No estamos desgraciando la semántica hasta hacerla inservible o peor?
      ¿Cambia algo con los cambios de partido en cualquiera de dichos ámbitos?

      Resulta que se liberaliza el sexo y la droga en todas sus expresiones por inverosímiles que sean y esto nos hace creer que somos libres.

      Mientras tanto nos imponen la obligación de confesarnos en lo económico, denunciar a conciudadanos o recluirnos obligatoriamente en sus instituciones desde la cuna y el pañal. 

      Una sociedad que no se inmuta en esta situación, se la merece.

      Con frecuencia traigo este asunto a colación porque, como todos los dogmas implícitos, permanece oculto al debate y cuando lo hace suele ser tratado con un respeto quasi religioso porque, en el fondo, todos los que aspiran a ocupar dicha posición no pueden permitirse describirla tal cual realmente es: un leviatán incontrolable que crece vampirizando y degradando a sus víctimas inermes.

      Simplificando, la respuesta habitual a este reconocido problema consiste en establecer dos paliativos teóricos al mal de fondo.

      1. Depende de la moralidad de quienes detentan el poder.
      2. De mecanismos de control independientes e institucionales que aseguren el correcto funcionamiento del sistema.

      Ambas son rotundamente falsas.

      No operan, no funcionan y no pueden funcionar.

      Sólo constituciones que retengan el poder a nivel ciudadano y, además, limiten radicalmente las prerrogativas del poder en lo económico y educativo pueden razonablemente aspirar a vivir en una democracia real.

      Este es el sentido profundo del derecho a portar armas en USA o del servicio militar vitalicio suizo: asegurar que los ciudadanos de alguna forma, aunque sea muy simbólica, retienen dicho poder aunque lo delegan.

      A los que han pasado por Teoría de Juegos, con Agentes e Incentivos pediría que se planteen el siguiente ejercicio.

      Imaginemos un juego en el cual hay cien participantes parecidos pero distintos y todos ellos acuerdan dar todo el poder económico y educativo a uno de ellos durante 4 años. Este tiene además el poder de cambiar buena parte de las reglas.

      El acceso a esa posición tiene lugar a través de la compra de votos, votos que son pagados por quien decida quien consiga el poder electo. 
      Los votantes actúan emocional e instintivamente la mayor parte del tiempo y son muy sensibles al miedo y a la inseguridad.

      Tratemos de imaginar  el estado del tablero tras cinco y diez partidas o ciclos, es decir 20 y 40 años.

      Esta es la situación que, por mucho que nos empeñemos, no cambiará si no se cambian las reglas del juego.  

      El segundo aspecto que aborda Elisa, la fragmentación nacionalista, también es oportuísimo y de fondo. Trataré de comentarlo por la noche.

      Buenos días.
       

    • robespierre
      robespierre Dice:

      A mí el sr. Mas and company me parecen de lo más granado que ha dado la partitocracia española. Plantear nada menos que una secesión por la cara en visperas de unas elecciones autonómicas donde lo suyo sería hablar de la nefasta gestión de su Gobierno (más herencia del tripartito si se quiere) el nivel de corrupción generalizada en los partidos politicos catalanes y el grado de opresión y ninguneo de la “resistencia” antinacionalista la verdad es que tiene mérito. A los únicos que beneficia este planteamiento son estrictamente a los señores de CIU, más en concreto a los que tienen tropecientas causas abiertas por corrupción, que a lo mejor en un Estado independiente nombran ya directamente los jueces que les vayan a juzgar (ahora solo pueden de forma indirecta) o directamente se dictan leyes de amnistía a la Berlusconi. A los ciudadanos catalanes creo que no les iría mucho mejor, más bien creo que les iría bastante peor, pero a la partitocracia la ponen en casa todavía Más.

    • Juan Jaime Cachazo Ibarreche
      Juan Jaime Cachazo Ibarreche Dice:

      Hola Robespierre. Tu comentario es premonitorio .Aquí tienes la evidencia .
      Hoy Antonio Fernández informa en El Confidencial:
      “ Los jueces barceloneses ralentizarán los procedimientos que hay en curso y que afectan a políticos para no interferir en la campaña electoral de las autonómicas catalanas que se celebran el próximo 25 de noviembre, según pudo saber El Confidencial de fuentes judiciales. Quien más beneficiado sale de esta discreción de la justicia es el candidato de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas, ya que tres de los principales casos que se están investigando afectan a miembros de su partido”.
       
      La participación a la que alude Elisa en su entrada exige una revisión del sistema de elección de los jueces así como una ampliación de los casos en los que es posible el enjuiciamiento mediante el jurado.
      Como ha escrito Manu Oquendo en alguna ocasión “ ya no se trata de seguir haciendo lo mismo pero mejor”.
        Saludos cordiales

    • jorgescc
      jorgescc Dice:

      ¿Y si la democracia necesitase un sistema mixto para no convertirse en lo que ya Aristóteles previó, esto es, demagogia?
      Las democracias contemporáneas, basadas en la omnipotencia de la falaz “voluntad general” que otorga a la clase política un manto de impunidad, no pueden garantizar libertad ni seguridad.
      http://elunicoparaisoeselfiscal.blogspot.com.es/2012/08/de-el-hombre-que-mato-liberty-valance.html

      En cuanto al respeto de la ley, esencial diferenciar Estado de Derecho de “imperio de la Ley”. 
      Todos los Estados lo son de Derecho, pues todos utilizan normas para manifestar su voluntad. En este sentido Cuba es un Estado de Derecho.
      “Imperio de la Ley” es respetar el carácter sagrado, inmutable de la Ley basada en la tradición, el derecho natural y las costumbres. En este sentido en España se desprecia a la Ley.

        

    • Isaac Ibáñez
      Isaac Ibáñez Dice:

      Estimada Elisa:
      Gracias por este excelente artículo y los que vendrán sobre el mismo asunto. Creo que es pertinente citar lo dicho por Richard Stovin-Bradford, columnista del Financial Times en una entrevista publicada hoy en el diario Hoy: “Yo cuando vuelvo a casa entro en un restaurante chino a buscar comida para llevar y saludo al diputado de mi barrio y le cuento que los trenes van fatal. Tengo una relación directa con él y le expreso mis inquietudes. La clase política española parece estar muy lejos de tomarse a pecho las preocupaciones de los españoles”.
      Así nos ven desde el exterior. Lo dicho es una buena muestra de que en el Reino Unido funciona muy bien la democracia representativa. En España no funciona bien ni la representativa ni la participativa (ésta última creo que ni está ni se la espera). Buena prueba de lo dicho por el señor Stovin es lo sucedido con el escándalo de los ipads perdidos por nuestros representantes (ver el reciente post de Ignació Gomá sobre el asunto: “El misterioso caso de los ipads perdidos y recuperados en el templo (de la ley)”. En mi opinión, todos los medios tecnológicos que se ponen a disposición de nuestros representantes son utilizados para sus asuntos propios y no para establecer un mejor contacto con la ciudadanía. Intenten remitir un e-mail a un diputado o senador y las probabilidades de que le contesten son muy escasas (hay raras excepciones).
      Respecto a la participación ciudadana ha sido bochornoso el espectáculo relativo a la tramitación del anteproyecto de ley de transparencia que, en mi opinión, ha sido un paripé y/o engañabobos.
      El pasado 31 de octubre de 2012 hubo un debate en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados (puede verse el Diario de Sesiones), con motivo de la comparecencia del señor Director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. Se habló largo y tendido de la prometida regeneración democrática y de la estrategia de calidad y simplificación normativa; dos asuntos de capital importancia que han sido encomendados al referido Centro.
      Espero equivocarme, pero tengo escasa esperanza, por no decir ninguna, de que todo esto no quede más que en actuaciones de cara a la galería. Como dijo Dante, en su Inferno: Lasciate ogni speranza

  6. carlos coello
    carlos coello Dice:

    prensa unificada es realmente la madrileña que llaman nacional, ciertamente la prensa catalana usa menos, en general, las grandes y vacuas palabras del ABC, de La razón o de El País, y las divertidas de El mundo. Son como los rusos de Miguel Strogoff, que se unen ante el tártaro. Sin olvidar que toda esa prensa castiza también se vende en el kiosko de debajo de mi casa de TGN, ciertamente se compra bastante menos. No atribuyamos a los demás la paja, cuando tenemos la viga y el machón en casa. Y ciertamente, el temario de oposiciones de ese cuerpo prestigioso hay que actualizarlo más allá de homo videns
     

  7. carlos coello
    carlos coello Dice:

    prensa unificada es realmente la madrileña que llaman nacional, ciertamente la prensa catalana usa menos, en general, las grandes y vacuas palabras del ABC, de La razón o de El País, y las divertidas de El mundo. Son como los rusos de Miguel Strogoff, que se unen ante el tártaro. Sin olvidar que toda esa prensa castiza también se vende en el kiosko de debajo de mi casa de TGN, ciertamente se compra bastante menos. No atribuyamos a los demás la paja, cuando tenemos la viga y el machón en casa. Y ciertamente, el temario de oposiciones de ese cuerpo prestigioso hay que actualizarlo más allá de homo videns
     

  8. JFK
    JFK Dice:

    Es ésta una crisis, además de económica y financiera, de valores del conjunto de personas que integramos la sociedad civil, incluidos los políticos. La política debe ser un servicio a la sociedad para administrar lo que es de todos y gobernar y legislar en pos del bien común, el de todos.

  9. elisadelanuez
    elisadelanuez Dice:

    Carlos Coello, no tengo problema en reconocer que la prensa madrileña tiene también problemas de subordinación al poder político,pero la ventaja es que no siempre es al mismo partido. Algo como una editorial unificada al estilo catalán es inconcebible, lo que no quiere decir que no sea muy consciente de sus limitaciones. De hecho, como mucha gente, me informo sobre todo a través de Internet y de los diarios digitales, y no es casualidad. 

  10. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

     
    Además de las obras citadas por Elisa sería quizás conveniente añadir tres o cuatro más:
    Tocqueville (especialmente el libro IV de su obra La democracia en América),
    Montesquieu (L’esprit des lois),
    Guglielmo Ferrero (Poder, los genios invisibles de la ciudad)
    así como Poderes Salvajes del profesor Ferrajoli.

    De esta forma se cierra el ciclo desde la teoría, el “deber ser“, al “cómo es” y “por qué“.
    Si se quiere rizar el rizo Chomski tiene párrafos incisivos y brillantes. por ejemplo en un librito editado por Donaldo Macedo (Cabo Verde y U. de Massachusetts) en el 2000 (Chomski on miseducation) del que hay edición en español.
    Chomski –y Castells–, dos iconos de la izquierda, finalmente salen del corralillo y en momentos de sinceridad se confiesan tal como ven las cosas, sin aparato ideológico. 

    Resumiendo, el sistema que conocemos como “democracia occidental” está en estos momentos en una crisis grave –que espero sea de crecimiento y no terminal– porque ha dejado de cumplir los aspectos básicos de la teoría (Gobierno de los propios ciudadanos) y, no menos importante, ya no está en posición de ofrecer horizontes a mejor. Mañanas mejores que ayer.

    Al contrario, lo que ofrece es a peor en lo económico y en lo referente a sus valores poco bueno se puede decir.

    Lo que hoy nos venden los “cheer-leaders” culturales y académicos del sistema  es un mensaje que recuerda el del Valle de Lágrimas eclesial pero sin la esperanza en el Más Allá.
    Es decir, nada con capacidad de ilusionar.

    Como el último párrafo de Elisa habla de todos los nacionalismos voy a terminar trayendo un breve párrafo de Chomski que nos viene al dedillo a totes i a tots:
    Españoles todos y espanyoles de Catalunya: Ojo al Cristo que es de plata y nos lo están levantando con malas artes.

    Traduzco lealmente a pesar del “Traduttore, traditore!” desde “On power and Ideology” 1987.

    Democracias contemporáneas…sistema de gobierno en el que una parte de la élite apoyada en los grandes negocios controla el estado y dominan la sociedad privada ante el silencio de la población. Así entendida, en la democracia como sistema, las decisiones son tomadas por las élites y ratificadas públicamente. La intervención popular en el proceso decisorio público se considera una amenaza…

    Nada que no veamos cada día.

    Buenas noches

  11. LILI
    LILI Dice:

    Por favor Sra. Elisa, en España no hace falta democrácia ni derecho porqué ya tienen un ministro VIDENTE que sabe lo que hara el TC: :
    ” Si el presidente de la Generalitat decide convocarlo (el referendum), ‘el Gobierno recurrirá y el Tribunal Constitucional suspenderá el referéndum’, por lo que sería ilegal continuar por ese camino”
    Són ustedes muy afortunados, peró no se que hacen pagando a un tribunal constitucional que evidentemente no es necesario, ya que el ministro (que supongo que sale más barato) ya conoce la respuesta a todas las preguntas.
    Espectacular e impresionante

    • Sitogr
      Sitogr Dice:

      Sra Lili, no es que el Ministro sea vidente es que la impugnación constitucionalmente provoca la inmediata suspensión, que luego ha de ser levantada o ratificada por el TC. El TC puede ser objeto de muchas críticas pero no por esta. 

      Art. 161.2 CE

      “El Gobierno podrá impugnar ante el Tribunal Constitucional las disposiciones y resoluciones adoptadas por los órganos de las Comunidades Autónomas. La impugnación producirá la suspensión de la disposición o resolución recurrida, pero el Tribunal, en su caso, deberá ratificarla o levantarla en un plazo no superior a cinco meses”. 

  12. LILI
    LILI Dice:

    Por si mi anterior aportación se pierde:
    ” Ah me olvidaba de que el artículo 30 LOTC hace una maravillosa excepción a la NO SUSPENSIÓN de los actos impugnados.
    “La admisión de un recurso o de una cuestión de inconstitucionalida NO SUSPENDERÁ la vigencia ni la aplicación de la ley, disposición normativa o acto con fuerza de ley, ecepto en el caso en que el gobierno se ampare en lo dispuesto en el artículo 161.2 CE, para impugnar, por medio del presidente, leyes, disposiciones normativas o actos con fuerza de ley de las COMUNIDADES AUTONOMAS.
     Disculpe es que yo no soy mucho de excepciones, que si tribunales de excpeción por aquí, que si excepciones en artículos de una lay orgánica del Tribunal Constitucional por allá.
    Cono en el caso de los deshaucios, aquí el derecho mató a la justicia,

    • Sitogr
      Sitogr Dice:

      Si lee el artículo que cita sin vehemencia y pasión, verá que me está dando la razón. 

       La admisión de un recurso o de una cuestión de inconstitucionalidad no suspenderá la vigencia ni la aplicación de la Ley, de la disposición normativa o del acto con fuerza de Ley, excepto en el caso en que el Gobierno se ampare en lo dispuesto por el artículo 161, 2, de la Constitución (que sí se suspenderá) para impugnar, por medio de su presidente, Leyes, disposiciones normativas o actos con fuerza de Ley de las Comunidades Autónomas.

      Aquí no hay ningún derecho ni justicia muerta, Sra Lili, es el Molt Honorable Mas el que quiere matarlo.  Pero oiga, le he de reconocer que la frase queda bonita. Eso sí, oiga. Es muy poética. 

  13. LILI
    LILI Dice:

    Sra. Elisa,
    Las 8 condciones ideales de Dahl no són más que las INSTITUCIONES MÍNIMAS NECESARIAS (QUE NO SUFICIENTES) de una poliarquia.
    Este señor situa la raiz del correcto funcionamiento social de la democracia en su sustrato social y no en la arquitectura politicoinstitucional que la hace posible.
    El buen funcionamiento y la calidad de la democracia dependen más de ciertos requisitos sociales que no de un esquema constitucional concreto, 
    Vamos, que la cultura política incide significativamente en la establilidad democrática y és una variable clave para explicar el surgimiento y el mantenimiento de una democracia,.
    Cuando, en España, se entienda la verdadera naturaleza del “DEBATE PÜBLICO” y la “PARTICIPACION”  , podemos hablar de poliarquia.
    En un pais sin experiencia en la práctica de la política competitiva ( en España PP y PSOE llevan años repartiendose el poder, no compitiendo) la transformación de régimenes hegemónicos en poliarquias implica un proceso lento, así que no tengan prisa, puede que sus nietos lleguen a ver una verdadera democracia.
    Por otra parte, un régimen politicamente competitivo tienen pocas probabilidades de mantenerse sin un ORDEN SOCIAL PLURALISTA ( que integre,no que absorba, las diferentes perspectivas presentes en el seno de la comunidad politica.
    Un orden social centralizado ( que tiende menos a recoger la pluralidad de puntos de vista) és más favorable a un régimen hegémonico que a un régimen competitivo.
    Continuamos,
    En una democracia el poder ejecutivo está limitado, de HECHO Y DE DERECHO, por otras instituciones autonómas estatales como un poder judicial independiente, el parlamento ( si es que existe o si sirve para algo, no es el caso actual de España !!!)  y otros mecanismos de responsabilidad horizontal ( EN ESTE PUNTO HE DE PARAR  A RESPIRAR)
    A tenor de las definiciones de Linz y Lipset, yo definiria el régimen español, como pseudodemocracia, una especie de híbrido entre la democracia electoral minimalista y los sistemas genuinamente autoritarios.
    Y si la parte II la titulamos “LA PSEUDO DEMOCRACIA. parte II?, sra Elisa 
    No se preocupe, que no es obligatoria aludir al tema de Cataluña, primero podemos aludir al bienenstar social de todos los ciudadanos españoles y luego pasamos al tema catalán:
    LAS INSTITUCIONES Y POLÍTICAS SOCIALES SE HAN DE JUZGAR POR LA BONDAD DE SUS CONSEQUENCIAS ( todos estamos de acuerdo en la bondad de las políticas españolas, incluso los catalanes)
    ESTA BONDAD SE JUZGA SEGUN LA UTILIDAD INDIVIDUAL QUE AQUELLAS INSTITUCIONES Y POLITICAS PROPORCIONAN ( a los parados, incluso de cataluña, les debe parecer muy util la refroma laboral)
    EL JUICIO SOCIAL OBTENIDO MEDIANTE LA SUMA DE LAS UTILIDADES INDIVIDUALES NOS DIRA SI UN SISTEMA SOCIAL ES MÁS O MENOS JUSTO-..
    Bien, esta concepción utitltarista del bienestar es limitada, y se puede completar con la definicion de bienestar como la capacidad de una persona para elegir el modo de vida que valore mejor., és decir, que pueda disponer de un conjunto de oportunidades.
    En resumen, LAS LIBERTADES POLÍTICAS CONCEBIDAS EN SENTIDO AMPLIO SON EL ELEMENTO CONSTITUTIVO DEL CONCEPTO DE DESARROLLO, , y la verdad es lo que creo que necestan ahora mismo todos los españoles, ¿ o ya estamos hablando de un pais desarrollado ?.
    Saludos 

  14. LILI
    LILI Dice:

    Sr. Sitgor, he enviado una respuesta a su intervenciçon y parece se que se ha “perdido” .
    Yo me refiero al hecho de que me gustaria que alguién me explicase( yo soy lega en la materia):
    Porqué se hace una excepción con los actos de las CCAA cuando se impugnan ante el TC.
    SI SEGUN EL ARTICULO 30 LOTC, LA ADMISIÓN DE UN RECURSO NO SUSPENDE EL ACTO O LEY IMPUGANDA, PORQUÉ ESTE ARTICULO REMITE NADA MENOS QUE A LA CONSTITUCION (ARTICUL 161.2 CE) DONDE DEJA MUY CLARITO QUE SI EL ACTO PROVIENE DE UNA COMUNIDAD AUTONOMA,

    ENTONCES SI SE SUSPENDERA,
    Solo me gustaria saber si habia alguna motivación jurÍidica ( POLÍTICA YA SE QUE HABIA) PARA HACER ESTA EXCEPCION. 
    Estoy segura que la motivación és muy simple peró yo no alcanzo a verla.
    ¿Seria algo así como si alguien impugna la ley de matrimonios homosexuales y mientras tanto ( los años que sean) los matrimonios pueden seguir casandose y en cambio si el PARLAMENTO DE LA COMUNIDAD AUTONOMA DE MURCIA aprueba una LEY DE CONSULTAS y el presidente del gobierno la impugna, en MURCIA  NO SE PUEDEN HACER CONSULTAS DURANTE LOS AÑOS O LUSTROS O DECENIOS O SIGLOS O MILENIOS EN QUE EL tc NO DIGA ESTA BOCA ES MIA.?
    AYUDA POR FAVOR!!!
     

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