Diego Valderas o la superioridad moral de la izquierda

De vez en cuando se dan acontecimientos planetarios. De entre los últimos, así de importancia , cabe señalar la conjunción en la zona de Al-Andalus de un ticket parecido al anunciado, cual estrella de Oriente, por la ínclita Pajín cuando coincidieron políticamente Obama y Zapatero, líderes mundiales ambos de peso semejante.
 
Me refiero al advenimiento en un mismo gobierno regional de políticos tan preclaros como Griñán, del PSOE, y Valderas, de Izquierda Unida. Sin embargo, estos acontecimientos gozosos que podrían servir para la salvación de los desheredados del mundo, en una versión reloaded de la revolución rusa, no están exentos de peligros. Nuestros atractivos Ches Guevaras, Lenines y otros bravos luchadores contra corruptas y rígidas instituciones trasnochadas están siempre en un brete, expuestos a que las Fuerzas del Mal capitalistas, que acechan constantemente, intenten con sus insidiosas insinuaciones devaluar los mensajes de solidaridad universal, igualdad entre géneros y protección de los desahuciados que hacen de estos líderes un modelo y guía, prototipo de la ejemplaridad de la que habla a veces mi dilecto hermano Javier.
 
A veces se trata de ataques directos a sus actuaciones en pro del pueblo: piénsese, por ejemplo, en las injustificadas críticas y chanzas que se hicieron cuando Sánchez Gordillo ocupó – pacíficamente, por supuesto, no mataron a nadie- diversos supermercados y fincas ajenas con el objeto de hacer cumplir la “función social” que, por cierto, reconoce expresamente la Constitución. Y encima alguna de esas fincas era del ejército opresor, o sea que fíjese usted si la cosa estaba justificada.
 
Las críticas fueron totalmente desmesuradas: el fascio no quiere comprender que las leyes son un obstáculo formal burgués para impedir el triunfo de la justicia. Y por eso hay que prescindir de ella e ir a la raíz de la justicia mediante la acción directa. De otro modo, la carcundia ganará siempre. Miren lo que le pasó a Garzón adalid de la justicia directa. Pero los héroes siempre renacen de sus cenizas y el superjuez ha creado recientemente Convocatoria Civica, para “cambiar las cosas” (quizá para legalizar las escuchas a los abogados protofascistas).
 
Pero claro, se van a creer ustedes que los fachas se van a estar quietos. No. Intentarán minar la credibilidad de los agentes del progreso mediante burdas maniobras. Por ejemplo, al prócer Gordillo se le atribuyen falsamente palabras groseras y zafias para hacerle parecer un individuo grotesco: recientemente se manipularon sus palabras para hacer salir de su boca que la  la locución siguiente: Que la “Europa de los mercaderes se vaya al coño de su puta madre”, cuando lo que con toda probabilidad que quería trasmitir es que hay que volver al origen de todas las cosas y desmontar los excesos que respecto a los Tratados constitutivos de la UE se hayan podido producir con las sucesivas incorporaciones de países, pensando sin duda en Croacia. Por favor, señores, no demonicemos a nuestros representantes por utilizar un lenguaje claro y directo que llegue a todos; no creemos barreras lingüísticas entre ciudadanos y dirigentes; no despreciemos, en definitiva, a la gente que no ha podido tener estudios superiores, quizá debido a las medidas retrógradas de Wert.
 
Al propio vicepresidente Valderas se le ha atacado también por esta vía, adjudicándosele la invectiva siguiente: “¿Tú sabes que está ahora la de las tetas gordas de delegada de Educación?”. Perdonen, ¿y si no se acuerda de su nombre, como quieren que la miente? En un mundo democrático e igualitario los atributos sexuales no son un tabú. ¿A que si hubiera dicho “el hombre ese de los abdominales de tableta de chocolate” no hubiera pasado nada? ¡Basta ya de diferencias entre hombres y mujeres¡
 
Pero lo malo no son los ataques directos fácilmente desmontables. Lo peor son las maquinaciones insidiosas que tratan de convertir el bien en mal. Por ejemplo, el tema de los ERES, en el que una vez más la justicia formal, rígida, autocrática y burguesa trata de evitar la justa distribución de la riqueza por los representantes de la soberanía popular; aunque este injusto ataque ya ha sido desactivado con el muy español juicio de la ordalía, consistente en que los miembros de su partido –Elena Valenciano en concreto– pondrán la mano en el fuego por los imputados, al tiempo que se inicia un contundente desenmascaramiento de la jueza Alaya, representante destacada del capitalismo internacional.
 
La última de estas andanadas ha sido la que se ha hecho al vicepresidente andaluz, Diego Valderas. En este caso, las maniobras torticeras proceden de la Banca Internacional, sección española. La idea es deslegitimar el famoso decreto ley andaluz de la vivienda que tan buenos frutos estaba cosechando para solucionar el problema de los desahucios. ¿Cuál es el camino? Muy sencillo, denigrar a uno de sus principales impulsores haciendo ver sus supuestas contradicciones internas, un poco en la línea del post ese que hice, “La coherencia, vicio o virtud”. Si destruyes al creador, destruyes la obra. Señores, sepan que se está diciendo que Valderas antes del decreto andaluz compró a la Caja un inmueble anexo al suyo que aquélla se había adjudicado en un lanzamiento hipotecario. Peor todavía, dicen que se lo quedó por el mismo precio de la adjudicación, más bajo que la deuda, y que el deudor se lo había ofrecido antes simplemente por la misma deuda, algo superior. Gentuza goebbeliana.
 
Miren ustedes, eso no puede ser verdad. Una persona que ha impulsado un decreto pionero en el mundo que expropia el uso de las viviendas adjudicadas a los bancos para dársela a los pobres desahuciados no puede haber hecho eso. Lo rechazo ya. Es cierto que su partido ha estado un poco torpe diciendo que eso lo hacían todos entonces, que “formaba parte de la cotidianeidad”, como diciendo que es normal aprovecharse del vecino esperando a que la Caja se lo quede por menos dinero y así aprovecharse de la diferencia, sobre todo si tienes información y contactos en esa Caja.
 
Pero es que no es eso lo que ha ocurrido, estoy seguro, están desinformados en el Partido y va a haber que hacer unas cuantas purgas. A falta de una cobertura legal suficiente, Valderas ha intentado adelantar los efectos del Decreto Ley Andaluz a su propia costa. Lo más probable es que esté gestionando ya la cesión del uso a sus propios vecinos desahuciados, gratis total y durante el tiempo que haga falta, porque antes de la entrada en vigor de la norma no se podía obligar a la Caja a hacerlo pero él sí podía a título individual. Y seguramente también abonará de su bolsillo la diferencia entre los 30.000 euros por los que se adjudicó el piso y los 50.000 de la deuda de su vecino, porque él no creo que vaya a permitir que la endiablada normativa hipotecaria que no permite la dación en pago retroactiva y obligatoria vaya a perjudicar en este caso a quien no se ha beneficiado de su preclara ley.
 
Por supuesto que ya han salido las fuerzas progresistas a desmentir esta burda patraña, calificándola como se merece: “infundios de fachas”. Valderas es un líder y sabe ejercer como tal, pese a la desidia y flojera de otros muchos políticos andaluces. Y lo ha demostrado siempre, la cosa no es de risa, miren este video de 1994, demostrando esa superioridad moral de la izquierda de todos conocida. No se dejen engañar.