El juego de la “boat people” (o del “efecto llamada”)

En el post de hoy quiero proponerles un juego. Uno al estilo de los que suele plantear Michael J. Sandel, el famoso profesor de Derecho de Harvard al que tuvimos el privilegio de entrevistar en ese blog hace algún tiempo (aquí).  Uno de los que más me gustan hace referencia al ejército profesional versus servicio militar obligatorio. Primero nos cuenta el caso de cómo funcionaba la conscripción durante la Guerra Civil americana. Una vez llamado un sujeto a filas, el sistema le ofrecía la posibilidad de eximirse si convencía a otro para que fuese en su lugar. Los que querían aprovechar la oportunidad ponían un anuncio en el periódico ofreciendo 1500 dólares al que aceptase la sustitución, una suma respetable en esa época, y casi siempre tenían éxito.

Después de plantear el caso, Sandel pregunta  a sus alumnos si esta opción les parece moral y políticamente aceptable. Todos, sin excepción, contestan que no. ¿Cómo les iba a parecer aceptable que el rico se librase de la carnicería por la vía de pagar a un sustituto, normalmente obligado a aceptar la oferta por necesidad? A continuación Sandel les plantea si prefieren el ejército profesional al servicio militar obligatorio. Casi todos contestan afirmativamente, como la mayoría de los americanos y europeos. Y ahora viene el juego en forma de pregunta final: ¿me pueden decir qué diferencia existe entre pagar individualmente un sustituto y los ejércitos profesionales modernos?[1]

A continuación les voy a plantear yo otro juego (y también al propio Sandel -convencido comunitarista que elogia a los ciudadanos estadounidenses que voluntariamente colaboran en la vigilancia de la frontera con México- y que como fiel seguidor del blog seguro que va a participar). En este juego es necesario contar antes una pequeña historia.

El flujo migratorio a través del Mediterráneo apenas ha variado en los últimos años. A la vista de su escala y de los frecuentes naufragios, el Gobierno italiano lanzó a finales de 2013 la operación Mare Nostrum, dedicada a la búsqueda y rescate de embarcaciones a la deriva. Pero al cabo de un año, pese a haber rescatado más de 150.000 personas, la operación se canceló, por la falta de apoyo de la UE y de los partidos de la derecha italiana. El argumento, tanto de unos como de otros (así lo afirmó expresamente un portavoz del Gobierno del Reino Unido) es que esta operación producía un claro “efecto llamada” al incitar a los inmigrantes a lanzarse al mar bajo la presuposición de que serían rescatados (aquí). No cabe duda de que esta idea de la necesidad de cancelar los “efectos llamada” está también en el origen de muchas de las medidas adoptadas o propuestas en los últimos años en nuestro país, desde las devoluciones en caliente (que hemos tratado también en este blog) hasta la supresión de la asistencia sanitaria a los sin papeles; medidas de gran éxito en Europa y en otras zonas desarrolladas del planeta (EEUU y Australia, por ejemplo). Podemos presuponer, entonces, que existe un consenso bastante mayoritario en Occidente favorable a la adopción de las mismas.

Pasemos ahora al lado oscuro. Katie Hopkins, conocida columnista del tabloide The Sun, comparaba hace apenas unos días a la boat people con cucarachas y proponía el uso de barcos de guerra con la finalidad de impedirles cruzar el mediterráneo. Es decir,  proponía usar a la Armada no para rescatarlos, sino -se supone- para localizarlos y hundirlos si se resistían a volver atrás (aquí).

Esta propuesta ha suscitado un verdadero clamor de indignación a nivel internacional, llegándosela a comparar con propaganda pre-genocida (aquí). A la vista de semejante reacción creo que podemos concluir, entonces, que si a todos los que comparten las ideas anteriormente expuestas sobre los inconvenientes del “efecto llamada” y sobre la oportunidad de cancelar Mare Nostrum, se les propusiese bombardear y hundir directamente estas barcazas a medida que fuesen localizadas en alta mar, se llevarían las manos a la cabeza. Creo que a todos sin excepción (incluso a Katie a poco que reflexione, si puede) nos parecería que semejante propuesta atenta contra los más elementales principios de la civilización occidental.

Pues bien, el juego que les propongo consiste en averiguar si existe alguna diferencia entre la cancelación de la operación Mare Nostrum y la opción del bombardeo.

Yo, la verdad, es que por mucho que lo pienso considero que efectivamente existen algunas, pero siempre con ventaja para el bombardeo. Es decir, si buscamos combatir de manera eficaz el “efecto llamada” y crear una verdadera disuasión que minimice los riesgos futuros de naufragio e invasión, bien vale la pena pagar puntualmente un precio limitado en vidas humanas. Comparados con la guerra de Siria o con la anarquía y tiranía de Eritrea, las medidas de disuasión que manejamos habitualmente (cancelación de tarjetas sanitarias, devoluciones en caliente o ausencia de barcos de rescate en alta mar) son de broma. Cuando a un inmigrante sirio en busca de asilo se le preguntó al llegar a Sicilia sobre los peligros de la travesía, contestó: “¿Qué peligros? ¿Sabe usted de donde vengo?”. Sin embargo, una acción militar contundente dirigida al bombardeo de estos barcos produciría un indudable efecto disuasorio, al contraponer guerra con guerra.

Al fin y al cabo, esta idea de que vale la pena pagar un peaje actual en vidas humanas para evitar inconvenientes futuros está en la base de la decisión de cancelación de Mare Nostrum. Al decidir conscientemente convertir el Mediterráneo en un mar más peligroso, se estaba aceptando la conveniencia de pagar ese precio, teniendo en cuenta la experiencia pasada y la certeza de que el flujo no iba a disminuir, al menos por debajo del nivel existente con anterioridad a 2013. Pero con el agravante, además, de que la cancelación no se hizo con suficiente publicidad como para borrar ese hipotético “efecto llamada” (¿se enteró usted, querido lector?).  La consecuencia es que, en lo que va de año, ya han muerto ahogados en el Mediterráneo  unas 1700 personas (comparados con los 96 del año anterior por estas fechas). Creo que un par de bombardeos puntuales con la suficiente publicidad hubieran sido menos onerosos en vidas humanas y mucho más efectivos desde el punto de vista disuasorio.

Cabría alegar, en contra de mi argumento, que no podemos comparar la acción de bombardear con la inacción de dejar a Neptuno cobrar su peaje. El Mediterráneo está ahí, y no lo hemos puesto nosotros. Sin embargo, esto no es exacto, porque  la comparación que les propongo es entre la decisión de bombardear y la decisión de cancelar Mare Nostrum. Recordemos que la decisión de cancelar la operación no se llevó a cabo por razón de costes exorbitantes o por imposibilidad técnica a la vista de la magnitud del charco, sino exclusivamente por razones de disuasión de una conducta ajena. Sería algo parecido a retirar de las carreteras  a la Guardia Civil de Tráfico con la única finalidad de advertir a los conductores (para que extremen la precaución) de que en caso de accidente que no serán atendidos y morirán desangrados. Yo creo que, en el supuesto de producirse algunas muertes por esta causa (algo inevitable a la vista de nuestro conocimiento estadístico de la situación), un penalista entendería que en esa conducta hay algo más que mero dolo eventual, sin duda alguna.

La operación Mare Nostrum se sustituyó por una nueva (Tritón) con un presupuesto inferior a la tercera parte y con muchísimos menos recursos humanos. Pero, especialmente, con otra finalidad: no se trataba tanto de rescatar, como de vigilar. El jueves pasado el Consejo de la UE decidió triplicar ese presupuesto, pero no variar su finalidad. De ahí que Cruz Roja italiana sea escéptica y vaticine un verano negro (aquí).

El juego de Sandel tenía como objetivo advertir sobre la ilusión que producen los sofisticados mecanismos modernos de delegación de responsabilidad, sobre su capacidad de generar autoengaño y sobre la importancia de la solidaridad dentro de las comunidades nacionales. El mío, con todas sus carencias, ha pretendido, además, demostrar las limitaciones de la solidaridad restringida al ámbito comunitario.

No nos engañemos, todos llevamos una Katie dentro. Lo importante es asumirlo.

 

[1] Justice, Nueva York, 2009, p. 76 y ss. Inténtenlo ustedes, pero antes consideren, al modo aristotélico, el fin particular que persiguen estas opciones, sin olvidar que en los ejércitos profesionales los ricos pagan impuestos para que los pobres (muchos de ellos inmigrantes que no disponen de una posibilidad de trabajo mejor) arriesguen su vida por la seguridad nacional.

16 comentarios
  1. EB
    EB Dice:

    Mi supuesto básico para analizar las migraciones humanas es que uno debe centrarse en las sociedades receptoras. Siempre ha habido gente que quiere emigrar y su problema principal es dónde ir: muchas veces emigrar es mejor opción que quedarse donde uno reside, y fácilmente podemos identificar buenas razones para hacerlo, pero ¿dónde ir? Algunas sociedades, siglos atrás, mostraron la buena disposición de una mayoría a recibir inmigrantes, pero en general a nivel de estado-nación (ignoro la UE porque sólo aporta una instancia de deliberación pero no de decisión y acción efectiva), la política de inmigración siempre es cuestionada porque los efectos inmediatos de una inmigración masiva son negativos. Sean visitas bienvenidas o visitas inesperadas hay que atenderlas y su futura contribución a la sociedad que las recibe no es clara. Quienes no están dispuestos a incurrir el costo de recibirlos negarán su futura contribución y usarán cualquier excusa para impedir su entrada. Quienes dicen estar dispuestos a pagar ese costo, no tienen idea de su magnitud, y para peor su buena disposición a recibirlos los ciega en cuanto a las consecuencias de hacerlo. Los filósofos pueden escribir panfletos a favor o en contra pero poco o nada aportan a los políticos que deben tomar decisiones en situaciones concretas sobre recibir o no una inmigración masiva.

    Por cierto, los políticos entienden que si sus electores rechazan una nueva inmigración masiva, tendrán que decidir cómo impedir la entrada. Los intelectuales (en particular los europeos) son moralistas baratos que odian entrar en el detalle de cómo impedir la entrada. Las opciones son básicamente dos, o impedirlas en los puntos de partida, o impedirlas antes de llegar a los puntos de entrada (por error algunos políticos han dejado que lleguen a los puntos de entrada para deportarlos, algo muy difícil de hacer llegado el caso). Por cierto, el análisis se complica porque ambas opciones se pueden ejecutar de maneras muy distintas y se necesitan propuestas claras para poder evaluar tanto su eficacia como su costo. Los sucesos de los últimos años en África y Medio Oriente muestran que cualquier propuesta tendrá un costo alto y una eficacia dudosa. En el caso de África debemos recordar que durante muchos años se trató de impedir la emigración en el punto de partida a través de generosas ayudas internacionales, pero hoy sabemos que los beneficiados de esas ayudas fueron los políticos corruptos y sus cómplices. Sí, el sueño de los intelectuales europeos era que se quedarán en sus aldeas viviendo de la esperanza de la ayuda externa (algo así como en Bienvenido Mr. Marshall) pero el sueño sólo sirvió para enriquecer y empoderar a políticos europeos y africanos.

    Más que una discusión filosófica, el análisis de las políticas inmigratorias necesita el compromiso previo de los políticos sobre (a) las inmigraciones masivas que se aceptarían, y (b) los medios para impedir otras inmigraciones masivas. Dada las fuertes divisiones internas en cada estado-nación sobre esas dos cuestiones, me atrevo a decir que las intervenciones serán respuestas irracionales a urgencias y emociones manipuladas por los políticos y sus cómplices, en una nueva muestra de su profunda hipocresía.

  2. EB
    EB Dice:

    Mi supuesto básico para analizar las migraciones humanas es que uno debe centrarse en las sociedades receptoras. Siempre ha habido gente que quiere emigrar y su problema principal es dónde ir: muchas veces emigrar es mejor opción que quedarse donde uno reside, y fácilmente podemos identificar buenas razones para hacerlo, pero ¿dónde ir? Algunas sociedades, siglos atrás, mostraron la buena disposición de una mayoría a recibir inmigrantes, pero en general a nivel de estado-nación (ignoro la UE porque sólo aporta una instancia de deliberación pero no de decisión y acción efectiva), la política de inmigración siempre es cuestionada porque los efectos inmediatos de una inmigración masiva son negativos. Sean visitas bienvenidas o visitas inesperadas hay que atenderlas y su futura contribución a la sociedad que las recibe no es clara. Quienes no están dispuestos a incurrir el costo de recibirlos negarán su futura contribución y usarán cualquier excusa para impedir su entrada. Quienes dicen estar dispuestos a pagar ese costo, no tienen idea de su magnitud, y para peor su buena disposición a recibirlos los ciega en cuanto a las consecuencias de hacerlo. Los filósofos pueden escribir panfletos a favor o en contra pero poco o nada aportan a los políticos que deben tomar decisiones en situaciones concretas sobre recibir o no una inmigración masiva.

    Por cierto, los políticos entienden que si sus electores rechazan una nueva inmigración masiva, tendrán que decidir cómo impedir la entrada. Los intelectuales (en particular los europeos) son moralistas baratos que odian entrar en el detalle de cómo impedir la entrada. Las opciones son básicamente dos, o impedirlas en los puntos de partida, o impedirlas antes de llegar a los puntos de entrada (por error algunos políticos han dejado que lleguen a los puntos de entrada para deportarlos, algo muy difícil de hacer llegado el caso). Por cierto, el análisis se complica porque ambas opciones se pueden ejecutar de maneras muy distintas y se necesitan propuestas claras para poder evaluar tanto su eficacia como su costo. Los sucesos de los últimos años en África y Medio Oriente muestran que cualquier propuesta tendrá un costo alto y una eficacia dudosa. En el caso de África debemos recordar que durante muchos años se trató de impedir la emigración en el punto de partida a través de generosas ayudas internacionales, pero hoy sabemos que los beneficiados de esas ayudas fueron los políticos corruptos y sus cómplices. Sí, el sueño de los intelectuales europeos era que se quedarán en sus aldeas viviendo de la esperanza de la ayuda externa (algo así como en Bienvenido Mr. Marshall) pero el sueño sólo sirvió para enriquecer y empoderar a políticos europeos y africanos.

    Más que una discusión filosófica, el análisis de las políticas inmigratorias necesita el compromiso previo de los políticos sobre (a) las inmigraciones masivas que se aceptarían, y (b) los medios para impedir otras inmigraciones masivas. Dada las fuertes divisiones internas en cada estado-nación sobre esas dos cuestiones, me atrevo a decir que las intervenciones serán respuestas irracionales a urgencias y emociones manipuladas por los políticos y sus cómplices, en una nueva muestra de su profunda hipocresía.

  3. Francisco Román
    Francisco Román Dice:

    Gracias al autor del post por sembrar dudas y dilemas, ya que provoca un sano ejercicio mental (y ético).
    Sólo dos precisiones: Por un lado, el servicio militar obligatorio (siempre limitado en el tiempo, aunque sobre los ya licenciados pese la carga del posible llamamiento a filas en caso de guerra) no excluye el ejército profesional, que se supone siempre será necesario.
    Y por otro, creo que que aunque los europeos podamos ser unos hipócritas, o raudos en taparnos los ojos y los oídos a posta (salvo el caso en que se produzca alguna víctima que identifiquemos como propia -"yo soy charlie", pero no el judío asesinado después por uno de los huídos-), lo cierto es que en materia de inmigración siempre se podrá hacer algo más, y que el salto entre no hacer nada y mandar a propio intento unos cazas para acabar con la vida de unos "escogidos", en cualquier caso inermes, es de cierta magnitud.
    Igualmente cabría preguntarse: ¿qué hacemos los europeos, qué hacen los gobiernos occidentales, por atajar las ejecuciones y torturas que tantos padecen a manos del yihaidismo en África y Asia? Parece que bien poco; en general, da la impresión de que nuestra sociedad ahí -también- prefiere mirar para otro lado.

  4. Francisco Román
    Francisco Román Dice:

    Gracias al autor del post por sembrar dudas y dilemas, ya que provoca un sano ejercicio mental (y ético).
    Sólo dos precisiones: Por un lado, el servicio militar obligatorio (siempre limitado en el tiempo, aunque sobre los ya licenciados pese la carga del posible llamamiento a filas en caso de guerra) no excluye el ejército profesional, que se supone siempre será necesario.
    Y por otro, creo que que aunque los europeos podamos ser unos hipócritas, o raudos en taparnos los ojos y los oídos a posta (salvo el caso en que se produzca alguna víctima que identifiquemos como propia -"yo soy charlie", pero no el judío asesinado después por uno de los huídos-), lo cierto es que en materia de inmigración siempre se podrá hacer algo más, y que el salto entre no hacer nada y mandar a propio intento unos cazas para acabar con la vida de unos "escogidos", en cualquier caso inermes, es de cierta magnitud.
    Igualmente cabría preguntarse: ¿qué hacemos los europeos, qué hacen los gobiernos occidentales, por atajar las ejecuciones y torturas que tantos padecen a manos del yihaidismo en África y Asia? Parece que bien poco; en general, da la impresión de que nuestra sociedad ahí -también- prefiere mirar para otro lado.

  5. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Al final del día haré una lectura adicional y trataré de comentar más a fondo el post de Rodrigo que encaja lógicamente con la agenda informativa de los medios europeos y es una buena oportunidad para analizar las causas del fenómeno. Sus motores.

    En general nuestros medios se centran en el aspecto humano de estos flujos. El foco informativo es el ángulo más dramático. Aunque en estos días no puede ser de otra forma por la cantidad de muertos se echa en falta un análisis que exponga de modo equilibrado y no exclusivamente emocional todo lo que hay detrás de ello.

    Prácticamente ningún medio europeo habla de las guerras que occidente ha sembrado en casi todo el norte de África y Oriente Medio, del decisivo o subsidiario papel de algunas naciones Europeas en ellas y sus inevitables efectos en el desplazamiento de grandes masas humanas.

    Basta recordar el papel directo que aviones Ingleses y Franceses tuvieron en la captura y ejecución de Gadafi. (Ver wiki). Libia, antes y después, dos mundos. ¿Por qué? ¿Tendríamos estos muertos sin aquellos ametrallamientos? Millones han huído de Siria. ¿Por qué? ¿Quién decidió que aquello tenía que estar en guerra civil con nuestra ayuda?

    Tampoco se habla en la prensa de los efectos del Islamismo militante en buena parte de África a pesar de que es el factor crucial.

    Si se hiciera nos veríamos obligados a pensar en por qué han surgido, con qué dinero y con qué apoyo geoestratégico. Nos veríamos en la foto del espejo y obligados a preguntarnos cosas.

    El fenómeno migratorio hacia Europa es reciente como saben los lectores que en los 70 vivían en UK, Alemania, Francia o cualquier otro lugar de Europa.

    A partir de un cierto momento, principios de los ochenta, cambia el asunto y la emigración pasa a ser fomentada política y mediáticamente además de por cambios muy importantes en políticas migratorias concretas.

    Desde dejar de pedir vacunas y visados (hasta entonces imprescindibles) a reconocimientos a nacionalidades y voto porque el aitona de la Ondárroa del XIX tenía una nieta en Varadero (Matanzas, Cuba) que desde la profunda vivencia de su infancia en el Bohío añoraba el regreso a la patria para en ella realizarse humanamente.
    En todos los países de Europa.

    Hay muchos factores que, a partir de entonces, Marcan una gran Diferencia en la Intensidad de los Flujos y en las Políticas Públicas que los han impulsado directa o indirectamente. Estos factores se presentan habitualmente desde el ángulo de la fotografía dramática y no se profundiza.

    El caso más explícito es aquella frase de Miguel Sebastián en las municipales del 2007 ( "Aquí cabemos 66 millones").

    Más claro, agua.

    Traigo un enlace a un Panel sobre algo que solo aparentemente cae fuera del asunto de la Migración pro que geopolíticamente es el motor central de todo. La gestión de las hegemonías.

    Lo traigo por la profundidad de análisis que hacen sobre asuntos complejos.

    Especialmente brillante me ha parecido el PM de Australia al que de vez en cuando se le escapan frases en mandarín.

    Los tres ponentes analizan el mundo desde la perspectiva occidental y lógicamente muestran sus intereses pero la profundidad de su mirada es envidiable. Incluso Brzezinski, siempre valioso, se hace perdonar su chauvinismo militante.

    Hasta la noche y gracias

    https://www.youtube.com/watch?v=Rp5jVqVTabc

  6. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Al final del día haré una lectura adicional y trataré de comentar más a fondo el post de Rodrigo que encaja lógicamente con la agenda informativa de los medios europeos y es una buena oportunidad para analizar las causas del fenómeno. Sus motores.

    En general nuestros medios se centran en el aspecto humano de estos flujos. El foco informativo es el ángulo más dramático. Aunque en estos días no puede ser de otra forma por la cantidad de muertos se echa en falta un análisis que exponga de modo equilibrado y no exclusivamente emocional todo lo que hay detrás de ello.

    Prácticamente ningún medio europeo habla de las guerras que occidente ha sembrado en casi todo el norte de África y Oriente Medio, del decisivo o subsidiario papel de algunas naciones Europeas en ellas y sus inevitables efectos en el desplazamiento de grandes masas humanas.

    Basta recordar el papel directo que aviones Ingleses y Franceses tuvieron en la captura y ejecución de Gadafi. (Ver wiki). Libia, antes y después, dos mundos. ¿Por qué? ¿Tendríamos estos muertos sin aquellos ametrallamientos? Millones han huído de Siria. ¿Por qué? ¿Quién decidió que aquello tenía que estar en guerra civil con nuestra ayuda?

    Tampoco se habla en la prensa de los efectos del Islamismo militante en buena parte de África a pesar de que es el factor crucial.

    Si se hiciera nos veríamos obligados a pensar en por qué han surgido, con qué dinero y con qué apoyo geoestratégico. Nos veríamos en la foto del espejo y obligados a preguntarnos cosas.

    El fenómeno migratorio hacia Europa es reciente como saben los lectores que en los 70 vivían en UK, Alemania, Francia o cualquier otro lugar de Europa.

    A partir de un cierto momento, principios de los ochenta, cambia el asunto y la emigración pasa a ser fomentada política y mediáticamente además de por cambios muy importantes en políticas migratorias concretas.

    Desde dejar de pedir vacunas y visados (hasta entonces imprescindibles) a reconocimientos a nacionalidades y voto porque el aitona de la Ondárroa del XIX tenía una nieta en Varadero (Matanzas, Cuba) que desde la profunda vivencia de su infancia en el Bohío añoraba el regreso a la patria para en ella realizarse humanamente.
    En todos los países de Europa.

    Hay muchos factores que, a partir de entonces, Marcan una gran Diferencia en la Intensidad de los Flujos y en las Políticas Públicas que los han impulsado directa o indirectamente. Estos factores se presentan habitualmente desde el ángulo de la fotografía dramática y no se profundiza.

    El caso más explícito es aquella frase de Miguel Sebastián en las municipales del 2007 ( "Aquí cabemos 66 millones").

    Más claro, agua.

    Traigo un enlace a un Panel sobre algo que solo aparentemente cae fuera del asunto de la Migración pro que geopolíticamente es el motor central de todo. La gestión de las hegemonías.

    Lo traigo por la profundidad de análisis que hacen sobre asuntos complejos.

    Especialmente brillante me ha parecido el PM de Australia al que de vez en cuando se le escapan frases en mandarín.

    Los tres ponentes analizan el mundo desde la perspectiva occidental y lógicamente muestran sus intereses pero la profundidad de su mirada es envidiable. Incluso Brzezinski, siempre valioso, se hace perdonar su chauvinismo militante.

    Hasta la noche y gracias

    https://www.youtube.com/watch?v=Rp5jVqVTabc

  7. viernes
    viernes Dice:

    No me parece que se tenga claro lo que realmente dice o quiere decir la periodista del Sun. Comparar a los inmigrantes con una plaga de insectos muy resistentes es ser muy bestia, pero no es lo mismo que sugerir un bombardeo:

    Instead of "another rescue project", she said, gunships were needed to send these boats "back to their own country".
    "Bring on the gunships, force migrants back to their shores and burn the boats."
    She added that migrants wishing to make a better life for themselves "had better get creative in Northern Africa".

    Si usted no ve diferencias entre la cancelación de Mare Nostrum y el bombardeo, yo tampoco me imagino a la Armada denegando el rescate si el barco y los inmigrantes estuvieran en grave peligro.
    El problema de la inmigración ilegal no se puede resolver en Europa, así de claro, pero como podría decir el capitán de Master & commander a veces reconducir la situación es optar por el mal menor.

    • nicofiro
      nicofiro Dice:

      Mi inglés no es el mejor, pero gunship hoy en día es un término militar que se usa principalmente para aviones y helicópteros con armamento pesado para ataque a tierra (googleese Lockheed AC-130). Poca ayuda podrían ofrecer en caso de naufragio. En cualquier caso aunque se refiriese a barcos, usar el término gunship (barco cañonero) demuestra una actitud hostil y de guerra que ya es condenable. Una sensación que se ve reforzada por el "force back" and "burn the ships".

    • BloodyKefka
      BloodyKefka Dice:

      ¿Y esto no es lo que hacía Mare Nostrum? De hecho es muy diferente a lo que Katie propone. Y es políticamente correcto. Y es indpendiente del endurecimiento de las políticas de inmigración, por mucho que La gaceta tergiverse.

    • viernes
      viernes Dice:

      No seamos ingenuos Bloodykefka, si no hay endurecimiento de la política migratoria australiana, como llamaría a establecer campamentos de refugiados en Papúa Nueva Guinea desde donde son repatriados a sus países de origen.

      Tampoco podemos decir como nuestro querido editor:
      “El flujo migratorio a través del Mediterráneo apenas ha variado en los últimos años.”
      Pues según ACNUR (noticia prensa) el número de migrantes en el Mediterráneo en 2014 ha triplicado el de 2011 desde los 70.000 a los 218.000, una notable variación cuantitativa y cualitativa del flujo digo yo.

      El problema migratorio se ha multiplicado, y será la UE o la NATO quien tenga que solucionarlo, no cualquier oenegé. Al fin y al cabo han sido ellos quienes han exacerbado las primaveras árabes. Y claro que tendrían que habérselo pensado antes de liquidar el régimen de Gadaffi e intentarlo con Siria, pero pensar no es lo suyo, siguen haciendo lo mismo en Ucrania y en la ex-yugoeslavia, ahora es Macedonia a cuenta del gas ruso, y mañana quién sabe si Turquía. Incluso creo que Polonia ha pedido quitar el visado a los ciudadanos de Ucrania y Georgia.

      Ayer la UE anunció con un eufemismo la operacón Katie, obviamente no es la panacea pero mientras tengamos estos gobernantes no podemos pensar más que en evitar los muertos que perecen en el Mediterráneo, y quitarnos de encima unos migrantes que salvo algún liberal o podemita fuera de la realidad nadie quiere que entren, por muy duro que resulte decirlo.

  8. viernes
    viernes Dice:

    No me parece que se tenga claro lo que realmente dice o quiere decir la periodista del Sun. Comparar a los inmigrantes con una plaga de insectos muy resistentes es ser muy bestia, pero no es lo mismo que sugerir un bombardeo:

    Instead of "another rescue project", she said, gunships were needed to send these boats "back to their own country".
    "Bring on the gunships, force migrants back to their shores and burn the boats."
    She added that migrants wishing to make a better life for themselves "had better get creative in Northern Africa".

    Si usted no ve diferencias entre la cancelación de Mare Nostrum y el bombardeo, yo tampoco me imagino a la Armada denegando el rescate si el barco y los inmigrantes estuvieran en grave peligro.
    El problema de la inmigración ilegal no se puede resolver en Europa, así de claro, pero como podría decir el capitán de Master & commander a veces reconducir la situación es optar por el mal menor.

  9. nicofiro
    nicofiro Dice:

    Genial artículo. De lo mejor que he leído por aquí. Destapa muy convincentemente las vergüenzas de la sociedad occidental, buenista y racional en las formas de su autoretrato, pero que todavía resulta profundamente inconsecuente, irracional y sesgada si uno se toma la molestia de analizar su argumentación y actuación (otro ejemplo es el rechazo a la tauromaquia de todos aquellos que luego consumen carne industrial).

  10. nicofiro
    nicofiro Dice:

    Genial artículo. De lo mejor que he leído por aquí. Destapa muy convincentemente las vergüenzas de la sociedad occidental, buenista y racional en las formas de su autoretrato, pero que todavía resulta profundamente inconsecuente, irracional y sesgada si uno se toma la molestia de analizar su argumentación y actuación (otro ejemplo es el rechazo a la tauromaquia de todos aquellos que luego consumen carne industrial).

  11. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Felicitar al autor porque su artículo se sale de la Agenda Mediática y entra en temas de fondo.

    Hace tres o cuatro años coincidí en una cena con Guillermo Valdés, Director del CISEN (el equivalente en México de nuestro CNI). Acababa de cambiar el gobierno y se había venido a España a escribir su célebre libro sobre la guerra del narco. Una guerra que producía unos 55,000 muertos cada cinco años, la mayor parte entre los "ejércitos" de los narcotraficantes. Es decir, casi 30 muertos cada día, 3 veces más que los suicidios diarios en España.

    El libro se publicó en 2013. http://www.librosaguilar.com/mx/ebook/historia-del-narcotrafico-en-mexico/

    ¿Cuál es la causa del narcotráfico en México? –pregunté entre plato y plato–.
    No es el consumo en México, -respondió–. El motor causal fue en su día la despenalización del consumo de drogas en USA.

    Abastecer ese inmenso mercado es un negocio tan jugoso que permite pagar y equipar ejércitos –los mandos son ex militares profesionales de todo el mundo– capaces de soportar 10,000 bajas por año, pagar la mercancía, el tránsito, las complicidades y ganar unos miles de millones de dólares al año. Big business que luego alimenta cotizaciones, precios de activos en "Mercados Estructurados" así como candidaturas de lo más democrático.

    ——-

    Hace unos meses, yendo a visitar a nuestro compañero de tertulia O´Farrill, entré en San Ginés unos minutos.

    A esa hora de la tarde ya no estaba la señora española que allí trabaja –desde las 7.30 de la mañana– y su lugar lo ocupaba otra señora algo más joven a la que no conocía.

    Al darle unas monedas le pregunté por sus circunstancias y me explicó que era de Transilvania, Rumanía. Seguimos hablando un rato y me fue contando que era gitana y que antes habían estado en Italia, Rímini, Roma, Milán y en Francia, Niza, Marsella.

    Vivían profesionalmente de la mendicidad porque no han nacido para esclavos –como los payos– y gracias a ello nunca consiguen encontrar trabajo.

    En cierto momento de la conversación le pregunté por qué tantos de ellos habían terminado en España. Me miró con ojos profundos e inteligentes y respondió "En Rumanía no nos dan pensión". ¿Cómo podía yo ignorar algo tan básico?

    Es estupendo hablar con la gente. Si hacemos lo mismo con los vendedores de La Farola descubriremos gente de mucha calidad –y tres idiomas– con historias igual de interesantes que la de Gina, la gitana rumana que a veces trabaja en la puerta de San Ginés.

    Pero una cosa es lo que es y otra cómo nos lo cuentan quienes establecen la agenda y el foco en los Medios de Masas.

    La ciudadanía tiene que ponerse las pilas y prepararse para establecer la Agenda de Comunicación en vez de que nos las marquen quienes Crean las Causas Primeras.

    Buenas tardes.

  12. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Felicitar al autor porque su artículo se sale de la Agenda Mediática y entra en temas de fondo.

    Hace tres o cuatro años coincidí en una cena con Guillermo Valdés, Director del CISEN (el equivalente en México de nuestro CNI). Acababa de cambiar el gobierno y se había venido a España a escribir su célebre libro sobre la guerra del narco. Una guerra que producía unos 55,000 muertos cada cinco años, la mayor parte entre los "ejércitos" de los narcotraficantes. Es decir, casi 30 muertos cada día, 3 veces más que los suicidios diarios en España.

    El libro se publicó en 2013. http://www.librosaguilar.com/mx/ebook/historia-del-narcotrafico-en-mexico/

    ¿Cuál es la causa del narcotráfico en México? –pregunté entre plato y plato–.
    No es el consumo en México, -respondió–. El motor causal fue en su día la despenalización del consumo de drogas en USA.

    Abastecer ese inmenso mercado es un negocio tan jugoso que permite pagar y equipar ejércitos –los mandos son ex militares profesionales de todo el mundo– capaces de soportar 10,000 bajas por año, pagar la mercancía, el tránsito, las complicidades y ganar unos miles de millones de dólares al año. Big business que luego alimenta cotizaciones, precios de activos en "Mercados Estructurados" así como candidaturas de lo más democrático.

    ——-

    Hace unos meses, yendo a visitar a nuestro compañero de tertulia O´Farrill, entré en San Ginés unos minutos.

    A esa hora de la tarde ya no estaba la señora española que allí trabaja –desde las 7.30 de la mañana– y su lugar lo ocupaba otra señora algo más joven a la que no conocía.

    Al darle unas monedas le pregunté por sus circunstancias y me explicó que era de Transilvania, Rumanía. Seguimos hablando un rato y me fue contando que era gitana y que antes habían estado en Italia, Rímini, Roma, Milán y en Francia, Niza, Marsella.

    Vivían profesionalmente de la mendicidad porque no han nacido para esclavos –como los payos– y gracias a ello nunca consiguen encontrar trabajo.

    En cierto momento de la conversación le pregunté por qué tantos de ellos habían terminado en España. Me miró con ojos profundos e inteligentes y respondió "En Rumanía no nos dan pensión". ¿Cómo podía yo ignorar algo tan básico?

    Es estupendo hablar con la gente. Si hacemos lo mismo con los vendedores de La Farola descubriremos gente de mucha calidad –y tres idiomas– con historias igual de interesantes que la de Gina, la gitana rumana que a veces trabaja en la puerta de San Ginés.

    Pero una cosa es lo que es y otra cómo nos lo cuentan quienes establecen la agenda y el foco en los Medios de Masas.

    La ciudadanía tiene que ponerse las pilas y prepararse para establecer la Agenda de Comunicación en vez de que nos las marquen quienes Crean las Causas Primeras.

    Buenas tardes.

  13. Calixto
    Calixto Dice:

    Se habla mucho del "efecto llamada" y parece que olvidamos (aunque la entrada lo menciona) el "efecto salida".
    Como sí las medidas anti-inmigración desde países con un menor PIBpc fuesen a ser la solución. La necesidad de emigrar será tanto mayor cuanto mayor sea la diferencia de bienestar.
    En un continente donde la vida de un recién nacido es todo un reto, donde cada minuto muere un menor de 5 años por malaria (https://zambia014.wordpress.com/2015/04/24/una-enfermedad-olvidada-malaria/),… no les quepa duda de que seguirán migrando hacia Europa, y España es una de sus puertas.

  14. Calixto
    Calixto Dice:

    Se habla mucho del "efecto llamada" y parece que olvidamos (aunque la entrada lo menciona) el "efecto salida".
    Como sí las medidas anti-inmigración desde países con un menor PIBpc fuesen a ser la solución. La necesidad de emigrar será tanto mayor cuanto mayor sea la diferencia de bienestar.
    En un continente donde la vida de un recién nacido es todo un reto, donde cada minuto muere un menor de 5 años por malaria (https://zambia014.wordpress.com/2015/04/24/una-enfermedad-olvidada-malaria/),… no les quepa duda de que seguirán migrando hacia Europa, y España es una de sus puertas.

  15. O,Farrill
    O,Farrill Dice:

    Con todo respeto al autor, pienso que lo que llama "boat people" no puede entenderse como un juego, sino como una tragedia humana que no se sabe o no se quiere resolver. Desde luego resulta cuestionable cualquier forma de hacerlo por intimidación, violencia o agresión ¡faltaría más! Tenemos una forma muy especial de resolver los problemas: muerto el perro se acabó la rabia. Ante los indicios de delincuencia de cualquier tipo, acabamos antes haciendo sospechosos a todos (ej. Ley 10/2010 de 29 de abril sobre control de los ciudadanos por las entidades privadas, verdadero atentado constitucional, de la que, por cierto, no he oído se haya recurrido ante el TC o se haya denunciado como corresponde). La libertad de las personas viene estando en juego por las paranoias interesadas de quienes imponen sus reglas y seguimos tan tranquilos.

  16. O,Farrill
    O,Farrill Dice:

    Con todo respeto al autor, pienso que lo que llama "boat people" no puede entenderse como un juego, sino como una tragedia humana que no se sabe o no se quiere resolver. Desde luego resulta cuestionable cualquier forma de hacerlo por intimidación, violencia o agresión ¡faltaría más! Tenemos una forma muy especial de resolver los problemas: muerto el perro se acabó la rabia. Ante los indicios de delincuencia de cualquier tipo, acabamos antes haciendo sospechosos a todos (ej. Ley 10/2010 de 29 de abril sobre control de los ciudadanos por las entidades privadas, verdadero atentado constitucional, de la que, por cierto, no he oído se haya recurrido ante el TC o se haya denunciado como corresponde). La libertad de las personas viene estando en juego por las paranoias interesadas de quienes imponen sus reglas y seguimos tan tranquilos.

  17. Jose
    Jose Dice:

    El efecto de llamada consiste en que cuando alguien ha logrado establecerse en un país, trae a sus familiares y amigos. Pasa en todas partes y en todas las épocas y es normal en la condición humana.
    (por eso en los cayucos, a pesar del peligro, vienen mujeres, mujeres embarazadas, niños solos, todos provistos con un teléfono móvil, su medio de contacto)
    Cuando ese país, al contrario que Estados Unidos, les da casa, dinero para que no trabajen y tengan hijos…, el chollo es completo.
    No es extraño pues, que vengan en masa gente que quiere vivir mejor que en su país, donde no existen "ayudas sociales" ni se les da casa a nadie.
    Esto se sabe, pero alguien lo considera "racista", "fascista", "xenofóbico"….etc.
    Por eso nadie lo dice. Todos dicen tonterías respecto a "ayudar a que se cree trabajo en su país" (¿Cómo, sin no sabemos crearlo aquí?)…etc
    La excusa es el "derecho de asilo".
    Pero el derecho de asilo no cubre la inmigración económica ilegal. Al contrario, ésta, al abusar del sistema, está dejando fuera verdaderos perseguidos políticos y está fomentando en Europa una extrema derecha apoyada por gente que no considera democrático que los nativos de un país se conviertan en una etnia más entre otras que vienen de fuera, como la somalí, la siria, la marroquí, la china… etc sin un referendum democrático.
    Si hoy viene uno, y mañana ese trae dos, pasado esos dos traen cuatro, y al día siguiente esos cuatro traen dieciséis etc…
    Es una progresión geométrica que va acabar reventando el sistema.
    Los países tienen también un límite de acogida: los recursos son siempre escasos y esta mano de obra no cualificada tiene también un mercado de trabajo muy limitado. Al final los recién llegados, si se deciden trabajar, están bajando los salarios -o simplemente quitándoles el trabajo a los que llegaron antes que ellos-. Las concentraciones de gente de la misma nacionalidad y la televisión por satélite de sus países de origen dificultan la integración -que tampoco es atractiva por que acaban perdiendo sus subvenciones-.
    Bien, éste es el problema.
    La solución:
    Se lo dejo a su imaginación.
    Para que no les llamen "fascistas", "racistas", "xenófobos", "xaxófonos" y demás palabras raras e injuriosas (y manipuladoras)

    • BloodyKefka
      BloodyKefka Dice:

      ¿Qué ayudas, si hasta ahora el balance gasto/aportación de los inmigrantes era positivo? De hecho, en sanindad por ejemplo, se conocen caso de gente que no iba al médico porque pensaba que les iban a pedir los papeles.

      Además, ahora los inmigrantes incluso se van de aquí…

  18. Jose
    Jose Dice:

    El efecto de llamada consiste en que cuando alguien ha logrado establecerse en un país, trae a sus familiares y amigos. Pasa en todas partes y en todas las épocas y es normal en la condición humana.
    (por eso en los cayucos, a pesar del peligro, vienen mujeres, mujeres embarazadas, niños solos, todos provistos con un teléfono móvil, su medio de contacto)
    Cuando ese país, al contrario que Estados Unidos, les da casa, dinero para que no trabajen y tengan hijos…, el chollo es completo.
    No es extraño pues, que vengan en masa gente que quiere vivir mejor que en su país, donde no existen "ayudas sociales" ni se les da casa a nadie.
    Esto se sabe, pero alguien lo considera "racista", "fascista", "xenofóbico"….etc.
    Por eso nadie lo dice. Todos dicen tonterías respecto a "ayudar a que se cree trabajo en su país" (¿Cómo, sin no sabemos crearlo aquí?)…etc
    La excusa es el "derecho de asilo".
    Pero el derecho de asilo no cubre la inmigración económica ilegal. Al contrario, ésta, al abusar del sistema, está dejando fuera verdaderos perseguidos políticos y está fomentando en Europa una extrema derecha apoyada por gente que no considera democrático que los nativos de un país se conviertan en una etnia más entre otras que vienen de fuera, como la somalí, la siria, la marroquí, la china… etc sin un referendum democrático.
    Si hoy viene uno, y mañana ese trae dos, pasado esos dos traen cuatro, y al día siguiente esos cuatro traen dieciséis etc…
    Es una progresión geométrica que va acabar reventando el sistema.
    Los países tienen también un límite de acogida: los recursos son siempre escasos y esta mano de obra no cualificada tiene también un mercado de trabajo muy limitado. Al final los recién llegados, si se deciden trabajar, están bajando los salarios -o simplemente quitándoles el trabajo a los que llegaron antes que ellos-. Las concentraciones de gente de la misma nacionalidad y la televisión por satélite de sus países de origen dificultan la integración -que tampoco es atractiva por que acaban perdiendo sus subvenciones-.
    Bien, éste es el problema.
    La solución:
    Se lo dejo a su imaginación.
    Para que no les llamen "fascistas", "racistas", "xenófobos", "xaxófonos" y demás palabras raras e injuriosas (y manipuladoras)

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