Conflicto catalán: paciencia y entrenamiento. Nadie dice la verdad
Una nueva sesión parlamentaria ha vuelto a poner de relieve la persistente decisión de los soberanistas catalanes de caminar hacia una república catalana independiente. También ha vuelto a poner de relieve la persistencia en la decisión de los representantes parlamentarios constitucionalistas de impedir alcanzar esa meta. La primera de las opciones trata de descalificar a la segunda llamándoles “españolistas”, y parece que entre los seguidores de esa primera opción, tal calificación funciona como un insulto, y consigue cohesionarlos. Es la consabida unión ante el enemigo exterior. Insultándolos o descalificándolos de esa manera, les ajenizan e identifican frente a esa hermandad catalana a la que sólo tienen acceso los que quieren la independencia y que han dejado de hablar de España como una hermana con la que tendrían, culminado el proceso, excelentes relaciones. Estamos en otra fase. Y es que, ya desde hace tiempo, en ciertos ambientes catalanes “prestigia” ser anti-español y alardear de odiar a la “puta España”. No conviene dejarse llevar por esas derivadas provocadoras. Se hace necesario contemplar el debate sin fijarse en los insultos y las descalificaciones. Hay que huir de la provocación. Un método acertado es el que desbroza de la hojarasca ofensiva el contenido de […]